Sangre fría y resolución a raudales. Helen Collins, de 80 años, consiguió posiblemente la mayor hazaña de su vida gobernando y aterrizando un pequeño avión Cessna. No era piloto y lo poco que había aprendido de aterrizaje fue hace décadas.
Sí lo era su marido, un piloto experimentado con miles de horas de experiencia a los mandos de un avión. Volviendo ambos de vacaciones, él falleció en pleno vuelo y Helen tuvo que tomar los mandos. Todo con poco combustible y un motor KO.
"Logró aterrizar el avión con un solo motor"
Según publica BBC, Helen y John Collins viajaban en su bimotor de Florida a Wisconsin cuando él sufrió un ataque al corazón y se desplomó a los mandos 10 minutos antes de aterrizar. Helen nunca había estado sola en cabina, pero ese día se enfrentó al examen más complicado, y duro, de su vida. 30 años antes había recibido ligeras instrucciones de aterrizaje y despegue.
Demostrando una calma inaudita para la situación, Helen pidió ayuda por radio, explicando qué había pasado y que necesitaba aterrizar pues apenas le quedaba carburante. Rápidamente fue asistida, todo lo que se puede asistir a alguien que está solo en un avión: otro piloto a los mandos de una pequeña avioneta estuvo dándole indicaciones.
El final fue feliz: la mujer de 80 años consiguió aterrizar el Cessna en el aeropuerto de Sturgeon Bay, tras dar unas 10 vueltas en sus inmediaciones. El aterrizaje no fue del todo limpio y sufrió traumatismos en espalda y costillas.
Si ya de por sí es una proeza lo que consiguió esta mujer en este increíble episodio, que ocurrió hace varios años, más aún lo fue como manejó la situación. Todo quedó registrado en un audio de 45 minutos, lo que duró este aterrizaje de emergencia.
Lo hizo tras varios intentos, pues no lograba colocar el Cessna en la posición adecuada para tomar tierra. "Gira a la izquierda. Gira a la izquierda. Gira a la izquierda, Helen, gira a la izquierda. Levanta el morro. Eso es todo, eso es todo", la indicó el piloto asistente.
El personal del aeropuerto alucinó con su actuación y su capacidad de mantener la calma. También su hijo. "Estaba más tranquila que todos los que estaban en tierra. Tenía todo bajo control", señaló su hijo James Collins, asimismo piloto, que estuvo a punto de perder a padre y madre en un mismo día. "Lo sorprendente es que logró aterrizar el avión con un solo motor. No sé si hay muchos pilotos entrenados que puedan hacer eso".
Y es que en el audio poco menciona sobre su esposo ya fallecido en ese momento: su tono era de urgencia por aterrizar, nada más. "Buen trabajo, Helen, buen trabajo", se escucha al final cuando ella besó suelo con el avión patinando hasta 300 m antes detenerse. Simplemente increíble.
Foto: Wikimedia.