Victoria Fuentes
España está invirtiendo una buena suma de dinero para sufragar el coche eléctrico. A los 400 millones de euros del nuevo Plan Auto+ se suman otros 400 millones extra para los que quedaron fuera del Plan Moves, 300 millones más para infraestructura de carga y otros 580 millones para el Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado.
En este escenario parece obvio que el Ejecutivo quiere mantener mandato que impuso Bruselas en 2023 con el coche eléctrico y que ahora está guardando en el cajón: prohibir la venta de nuevos vehículos de combustión a partir de 2035. "Rechazamos que los vehículos de combustión u otras tecnologías sin eficacia demostrada puedan seguir comercializándose más allá de 2035", ha dicho Sánchez.
"El mercado empieza a reconocer a los vehículos electrificados como la opción más eficiente y competitiva"
Pedro Sánchez ha enviado una misiva a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en la que pide que se respete la prohibición de vender vehículos diésel y gasolina más allá de 2035. Según recoge El País, el presidente cree que "el mercado empieza a reconocer a los vehículos electrificados como la opción más eficiente y competitiva" y alerta de que otra demora pondría en peligro la competitividad de la industria española y europea:
"Cualquier otra relajación adicional pondría en riesgo y retrasaría inversiones en modernización, ligadas a una temporal desaceleración en la demanda del coche eléctrico", ha dicho, recordando que hay en peligro puestos de trabajo.
Esta postura es la opuesta a la de la patronal europea -la ACEA- que lleva meses presionando a Bruselas para retrasar la entrada de nuevos objetivos de emisiones, algo que será casi seguro para alegría de Alemania e Italia. Mañana el Colegio de Comisarios de Ursula von der Leyen lo volverá a debatir en Estrasburgo.
Es posible que el texto final contenga algunas enmiendas, como la famosa enmienda Ferrari, o bien nuevas enmiendas destinadas a de alguna forma no matar del todo el motor de combustión interna. Por ejemplo, Francia el segundo motor de Europa y uno de los fundadores de la UE, aboga por no incluir en esa prohibición a los coches híbridos enchufables y darles más tiempo de vida para facilitar la transición.
Sánchez también ha defendido la electrificación de la flotas de empresa y la aprobación de una nueva categoría de coche eléctrico en clave mini: una suerte de kei car europeo que no todos los países ven con buenos ojos.
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Imágenes | Motorpasión, MG
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