Toro Rosso y la herencia Minardi

Toro Rosso y la herencia Minardi
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Para unos casualidad y suerte. Para otros talento y trabajo. La victoria de Sebastian Vettel en Monza no ha dejado indiferente a nadie. Un piloto jóven, una escudería de las denominadas pequeña y una victoria que no entraba en los planes ni del más optimista. Yo la resumiría con las palabras que gritó Vettel tras conseguir la pole: Grande, grande, grandisimo.

Esta es la primera victoria de una escudería que nació como humilde y que en los últimos tiempos ha dejado atras esa estela. Gracias a los red-bull dolares de Dietrich Mateschitz, aquella Minardi ha pasado a ser la actual Torro Rosso, escudería que poco a poco ha ido comandando la rebelión de los pequeños. Rebelión que ha tenido su punto más álgido durante el pasado Gran Premio de Italia en Monza.

Pero vayamos un poco más atrás. Lejos quedan aquellos Minardi que nos dejaron en el 2005 (con el periodo 2001-2005 de Paul Stoddart). Hoy, Giancarlo Minardi puede estar orgulloso. Parte de este éxito también le pertenece ya que aquel trabajo fue una de las bases de que hoy Toro Rosso sea lo que sea. La escudería no es lo mismo. Cosa del dinero. Los actuales motores Ferrari nada tienen que ver con los Cosworth, Asiatech y similares del pasado. Y el actual chasis, cortesía de sus hermanos mayores de Red Bull Racing, tampoco es uno de esos chasis nacidos en Faenza a los que las evoluciones llegaban con cuentagotas.

Pero más allá de una humilde escudería, Minardi era el trampolín para jóvenes pilotos. Los patrocinadores hacían su parte y los pilotos, con el material que tenían, trataban de hacer el resto. Muchas veces eso ya era un trabajo superlativo. Pierluigi Martini, Pedro Lamy, Marc Gené, Christian Fittipaldi, Luca Badoer, Michele Alboreto...una lista interminable que completamos con cuatro de la actual parrilla. Si no me confundo, la que más pilotos aporta en esta temporada. Fernando Alonso, Jarno Trulli, Mark Webber y Giancarlo Fisichella debutaron con los italianos. Quizás no sea el curriculum perfecto y quizás tampoco el mejor, pero muchos, se conformarían con tener la mitad de ese listado.

Para muchos, aquellos que siempre cerraban el pelotón, para otros una de esas escuderías a las que tenemos un cariño especial y que han sido fundamentales en la historia para crear nuestra actual F1.

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