Nico Rosberg se paseó por Hockenheim y Lewis Hamilton largó desde muy atrás y sin embargo alcanzó con facilidad el podio. Mercedes AMG no perdió absolutamente nada con la prohibición del sistema FRIC. Lo más absurdo de todo es que tras la escudería alemana todo se mantuvo igual. Williams, Red Bull y Ferrari intentando aproximarse, pero a su vez implorándole a la suerte y al destino que algo se rompa en los coches plateados para tener opción a algo diferente que no sea recoger las migajas.
Los responsables de la FIA quedaron muy mal parados, por enésima vez, al prohibir algo de una carrera a otra sin detenerse a analizar las consecuencias. El sistema FRIC se elimina para intentar detener la monotonía de Mercedes AMG, para pretender que otros pilotos y equipos asuman el protagonismo de un campeonato que luce sentenciado desde la pretemporada. Pero de eso nada. Ahora solo queda preguntarse por las próximas medidas desesperadas que la FIA impondrá para vender expectativas, aunque lo más probable es que reciclen las promesas de esta temporada para venderlas otra vez en el 2015.
En palabras de Christian Horner, jefe del equipo Red Bull:
Para ser honestos, acá no cambió nada, ni con nuestros rivales ni con nosotros. Eliminar el sistema FRIC no tuvo ningún efecto más que costar un montón de dinero para al final solo quitarle dos kilos de peso al coche.
Vía | motorsport