Los cinco mejores sonidos de la historia de la Fórmula 1

Los cinco mejores sonidos de la historia de la Fórmula 1
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La principal polémica de la Fórmula 1 2014 es, curiosamente, la de los sonidos. Decimos curiosamente porque a priori el sonido de las máquinas debería ser algo superficial con respecto al espectáculo, a la tecnología o a los pilotos. Pero para los grandes aficionados al automovilismo, es innegable que el sonido de las máquinas, el quejido con el que transmiten tantas sensaciones, siempre resulta un claro punto de atractivo. Enzo Ferrari dijo en su día que si existía el alma, los motores debían de tener una. Entre otras cosas, habló de ese sonido que rebosa vida.

Puede que los motores de la Fórmula 1 actual no sean espectaculares. Aunque el "tono" es bonito, no suena lo suficientemente fuerte ni tiene la suficiente "mala baba" como para emocionar a las masas. Por el contrario, otros motores del pasado nos siguen emocionando hoy en día tras años y años. Motores ha habido de todo tipo. Con más o menos cilindros, con mayor o menor cilindrada y con estructuras más o menos convencionales. Pero algunos han sonado mejor que otros. Son motores que han pasado a la historia aunque curiosamente, no tanto por resultados en pista. Hoy repasaremos cinco sonidos que pueden ser considerados los mejores de sus respectivas décadas.

BRM P15 1.5 V16s

El motor clave de los años 50 tiene que ser, indudablemente, el "invento" de BRM. Un motor V16 de 1500 centímetros cúbicos (¡imaginemos el reducidísimo tamaño de los cilindros!). El coche tenía sin lugar a duda una potencia capaz de todo, más aún para la época. El chasis acompañaba pero desafortunadamente, la fiabilidad era mala y eso impidió que el desarrollo se llevara a cabo de forma normal. El coche acabó participando solo en una carrera, el Gran Premio de Gran Bretaña de 1951, con un quinto puesto de Reg Parnell como mejor resultado.

En cuanto al sonido, es inconfundible. Un motor con un número de cilindros tan elevado a pesar de la baja cilindrada que hace que el sonido parezca a bajas y medias revoluciones de un propulsor mucho más grande. No es hasta que el V16 sube de revoluciones y se acerca a su límite, cuando se descubre el verdadero potencial sonoro de un coche que es visto como una rareza. El sonido es precioso pero nunca pudo destacar en la Fórmula 1 por su escasa participación en el campeonato del mundo. Por lo menos, la historia le recordará por su belleza auditiva.

BRM P75 3.0 H16 - 1966-1967

Nos movemos a los años 60 y tras la pequeña depresión de los motores compactos de 1500 centímetros cúbicos, vuelven los "tres litros" en 1966. Esa temporada ve varios "inventos" nuevos por parte de los equipos participantes. Algunos aprovechan motores de dos litros subidos hasta 2400 centímetros cúbicos mientras preparan sus motores "finales". La BRM vuelve a sorprender y de nuevo lo hace con el número 16. Pero esta vez, en lugar de hacerlo con el V16 lo hace con una idea novedosa; el llamado "H16", que no era otra cosa que dos motores V8 de 1500 centímetros cúbicos juntos.

Esta idea, que parecía que no podía funcionar... acaba por no funcionar. Por una vez, aquello que dicta la lógica se cumple. El BRM P83 con el motor H16 era demasiado pesado y al principio le faltaba potencia. Poco a poco, los problemas de potencia se resolvieron pero el del peso perduró a pesar de una tímida mejora de 1966 a 1967. Los resultados no fueron malos del todo pero en BRM decidieron tirar por el camino mucho más seguro del V12 en 1968 y el H16 quedó relegado a un mero dato histórico... y a convertirse en música clásica para nuestros oídos.

Matra MS78 3.0 V12 - 1978

El motor Matra MS78 de 1978 es la máxima evolución del concepto del motor francés de los años 70. De entrada, es un V12 en la época más mecánica de la Fórmula 1, mentras que los rivales usaban los eternos Cosworth V8 y Ferrari su también placentero Boxer 12 cilindros. Además, Matra fue capaz de mantener el "estilo" francés en la "música" de su propulsor. El motor que en el pasado lo había montado Shadow lo equipaba en 1978 el Ligier de Jacques Laffite.

Ligier venía desde 1976 con los motores Matra V12 pero los resultados no terminaban de llegar. En 1978 lo mejor fueron dos podios y tras un bagaje de puntos relativamente pobre y Ligier no renovó con "su" fabricante de motores. Volvería a los Cosworth para 1979 antes de acabar realizando un retorno a Matra en 1981. Francia suele considerarse el país del amor pero para los aficionados del automovilismo deportivo y en particular a la Fórmula 1, hay que decir que también es un país de buenos motores.

Alfa Romeo 890T 1.5 V8T - 1982-1988

Los motores turbo de Fórmula 1 no suenan bien. Esa es una creencia que hay sobre los motores de los años 80 de la máxima categoría. Seguramente, viniendo del V12 Matra o del Boxer 12 de Ferrari, es una creencia razonable. Pero para "curarse" de esta "enfermedad", la mejor receta es escuchar el magnífico motor Alfa Romeo 890T. Un motor turbo V8 de 1500 centímetros cúbicos es algo sorprendente y poco visto en un mundo donde la mayoría de motores de la época eran V6 con la excepción del 4 cilindros de BMW.

El Alfa Romeo turbo en la Fórmula 1 no tuvo buenos resultados, como suele ser habitual en los motores que suenan mejor que sus rivales. Tres podios en siete años no es un buen resultado. El motor italiano era tan potente al principio de la época turbo como al final, estando en estos dos momentos en la zona alta en las "clasificaciones" de potencia. Pero la fiabilidad fue siempre el talón de Aquiles de un motor que se rompía demasiado. La fragilidad que casi siempre se traduce en un sonido impecable.

Ferrari 041/043 3.5 V12 - 1994

El último gran motor de Fórmula 1 en términos de sonido tiene que ser, indudablemente, el V12 de Ferrari de los años 90. Se puede discutir sobre si los V10 contemporáneos son comparables e indudablemente, los primeros V10 del nuevo milenio también tenían su atractivo aunque el exceso de electrónica les perjudicaba. Si hubiera que buscar el último V12 con brío de verdad, habría que elegir el de 1994, con aún los 3500 centímetros cúbicos en lugar del también espléndido motor de 1995 con 3000 centímetros cúbicos.

El motor de 1994 era el más potente de la temporada, muy por encima de los V10 Renault que, por otra parte, eran bastante más manejables y sobre todo más fiables. Como viene siendo habitual en nuestra lista, el V12 Ferrari se rompía más de la cuenta y el chasis 412T no era suficientemente capaz. Michael Schumacher dijo del motor V12 italiano que era un motor para ser campeón del mundo (aunque lo dijo de la versión de 3 litros del año siguente). Sin ninguna duda, un nuevo clásico atemporal que nos hace disfrutar cada vez que toma la pista.

El camino del futuro de la Fórmula 1 es complicado. Los aficionados hablan en masa sobre el sonido de los motores, que además deben cambiar hacia un estilo más "benévolo" con el medio ambiente (a pesar de la poca lógica de hablar de esto en la Fórmula 1). El sonido ha cambiado pero también cambió en el pasado y la gente se acostumbró. Los aficionados al automovilismo son seres a quienes el cambio en ocasiones les asusta. Se aferran a eso del "si funciona, ¿para qué cambiarlo?" y cuando el cambio necesario ocurre, nos encontramos con la situación actual. Los motores 2014 no suenan muy fuertes pero habrá que intentar disfrutarlos por lo que son, ya que cosas buenas tienen. ¿Qué remedio queda?

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