Si no había ningún miembro de la Scuderia que no se fuera de Melbourne con el rabo entre las piernas por el bochornoso resultado cosechado en las antípodas, Ferrari ha tenido suerte que la espera haya sido de sólo una semana. En Malasia, segunda prueba de la temporada, Kimi Raikkonen ha puesto los puntos sobre las íes, y con un ritmo de carrera estratosférico, se ha llevado una merecida primera victoria de la temporada.
No se puede decir lo mismo de su compañero Felipe Massa, que si bien partía desde la pole, ha dejado escapar con un fallo de pilotaje un doblete facilón cuando ya rodaba segundo a una distancia moderada de Raikkonen. El gran beneficiado de este abandono ha sido un soberbio Robert Kubica, que vuelve a demostrar que BMW tiene un ritmo de carrera sensacional, y que habrá que contar con ellos para la victoria en alguna carrera.
El podium lo ha completado Heikki Kovalainen, que ha superado en su segundo Gran Premio a su compañero Lewis Hamilton en clasificación y carrera. Ahora bien, también es cierto que de no haber perdido casi 20 segundos en una desafortunada primera parada en boxes, el británico hubiera podido rematar su remontada desde la 9ª plaza con un podium. O por lo menos se lo hubiera peleado con su compañero.
Muy meritoria también la actuación del sorprendente Toyota de Jarno Trulli, 4º, que demostró un muy buen ritmo de carrera y supo aguantar al final a Hamilton. Por detrás, en 8ª posición, y logrando un puntito, acabó un Fernando Alonso que este año va a sufrir de lo lindo para puntuar, pues no pudo dar una estocada final al Red Bull de Mark Webber, que en una buena carrera a la defensiva finalizó 7º. Por lo menos Fernando participó en una de las maniobras del Gran Premio: la frenada en paralelo de su Renault, el Red Bull de Coulthard y el BMW de Nick Heidfeld.
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