El sindicato de trabajadores UGT -mayoritario en la planta de Ford Almussafes (Valencia)-, ha alcanzado por fin un preacuerdo con la dirección de Ford Europa en Colonia (Alemania) para poder continuar en la carrera contra la factoría de Saarlorius para conseguir la adjudicación de dos modelos eléctricos que aseguren el futuro de la factoría valenciana 15 años más.
Aunque UGT no ha querido hacer público por el momento el contenido de dicho acuerdo "para no dar pistas a la competencia", todo apunta a que además de contener un plan laboral flexible para los trabajadores, incluye medidas de apoyo de las Administraciones españolas.
En la lucha por la supervivencia de la factoría
La estrategia de Ford en Europa, como la de la gran mayoría de fabricantes, pasa inevitablemente por el coche eléctrico. Y por tanto Ford Almussafes necesita fabricarlos.
En total en 2021, Ford Almussafes ha fabricado menos de 165.000 coches, el nivel más bajo desde 2012 e inferior al de 1977 (la fábrica abrió en 1976). Y eso en una fábrica que tiene capacidad para fabricar hasta 450.000 coches al año. Es decir, Almussafes está funcionando a sólo el 36 % de su capacidad. Y eso a medio y largo plazo es un grave problema.
El principal rival de Almussafes es Saarlorius (Alemania), una fábrica que produce actualmente el Ford Fiesta y tiene una capacidad de producción algo inferior a la planta valenciana. Ambas factorías están igualmente necesitadas de un nuevo modelo.
En la fábrica española llevan tiempo perfilando una estrategia de viabilidad que presentar a Europa y, en el límite del plazo para ello, UGT ha conseguido llegar a un preacuerdo in extremis con Ford Europa. Según las pistas que deja el sindicato en las redes sociales, dicho acuerdo podría ser diferente a lo planteado hasta ahora en las intensas negociaciones que han mantenido trabajadores y dirección de la factoría valenciana en los últimos meses.
Pero aunque este sea un paso adelante muy relevante para el futuro de la planta valenciana y de sus trabajadores, no es suficiente. Ahora podrían quedar cinco meses de espera hasta la decisión definitiva de Ford Europa, que no se espera hasta finales del próximo mes de junio.
UGT por el momento ha pedido unidad al resto de los sindicatos de la fábrica para encarar los próximos meses y ha señalado que dará más detalles de lo acordado con Ford Europa próximamente, pues “no quieren dar pistas” por el momento a sus homónimos de Saarlorius.
Como recoge la Cadena Ser, tras las negociaciones "probablemente más duras de la historia de Ford en Almussafes", el portavoz de UGT José Luis Parra, declaraba que ellos ya han solicitado a la dirección de la planta valenciana que convoque a la Comisión Negociadora del Acuerdo por la Electrificación.
El objetivo es "dar a conocer al resto del Comité el acuerdo alcanzado en Colonia, y darles así opción al resto de sindicatos de sumarse por el futuro de la factoría, a pesar de que se han negado a negociar en los casi cuatro meses que han durado" esas negociaciones. "En los próximos días haremos público su contenido”, finalizaba.
🗣️ UGT Informa 📢
— UGT Ford (@UgtFord) January 28, 2022
➡️ Hemos solicitado a la dirección que convoque a la Comisión Negociadora del Acuerdo por la Electrificación para dar a conocer al resto del Comité el acuerdo alcanzado en Colonia...
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Aunque los sindicatos minoritarios de la factoría —STM, CC OO y CGT— no estaban a favor de modificar sueldos u horarios, en el último mes UGT abría la puerta a un acuerdo a cuatro o cinco años vista en el que estaba dispuesto a una “contención salarial”, siempre y cuando se pudiese ajustar con el IPC más tarde.
También apuntaba a medidas de flexibilidad condicionadas a la adjudicación de los futuros vehículos eléctricos (que no entrarían en vigor hasta 2025, cuando se espera el inicio de la fabricación) y avanzar en la flexibilidad de la jornada laboral.
Tal y como recoge El País, el jefe del Consell, Ximo Puig ha apuntado recientemente que la Generalitat valenciana “ha hecho y hará todos los esfuerzos necesarios” para que Ford se mantenga en Almussafes. Según sus declaraciones, “la propuesta de la planta valenciana es solvente para mantener los puestos de trabajo y la permanencia de la empresa en la Comunidad Valenciana”.
Por el momento la suerte está echada y solo queda esperar una decisión de las altas esferas de la firma del óvalo en Europa. Mientras tanto, los ánimos en la factoría de Almussafes están caldeados por las desavenencias entre sindicatos y la incertidumbre de si la multinacional le adjudicará suficiente carga de trabajo para asegurar los empleos de una de las fábricas de coches más relevantes en España.
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