La posibilidad de acceder al centro de una ciudad con cualquier vehículo tiene fecha de caducidad. La nueva Ley de Cambio Climático ha instaurado una nueva época de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). ¿Qué vehículos saldrán más favorecidos de este giro medioambiental?
Hace no más de una década la idea de restringir la circulación por motivos ecológicos se veía como algo remoto en España. Tan solo si uno echaba la vista hacia el norte, podía comprobar iniciativas como la de Londres o Hamburgo. En ellas, se beneficiaba a los modelos menos contaminantes, como los híbridos eléctricos de Toyota.
En España, terminamos copiando un modelo que se extendía por Europa con las áreas de Madrid Central y la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona.
Mientras tanto, la presión medioambiental sobre el sector de la automoción ha ido en aumento con datos que consolidaban estas iniciativas, como la de este estudio sobre PM (partículas en suspensión) que tildaba de preocupante la situación en las ciudades españolas. La gran mayoría de urbes no cumplían con el baremo de la OMS, unos requisitos que, por cierto, se han endurecido.
Más allá de esto ejemplos, el fenómeno de las zonas de bajas emisiones no había proliferado en nuestro país, hasta ahora.
¿Qué ciudades tendrán zonas de bajas emisiones?
La Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, en vigor desde el pasado 22 de mayo de 2021, ha venido a cambiar la situación en España. La norma establece que, a partir de 2023, un buen número de ciudades españolas tendrá que contar con una zona de bajas emisiones. Estos son las poblaciones que apunta el artículo 14 de la ley:
- Municipios de más de 50.000 habitantes.
- Territorios insulares.
- Poblaciones de más de 20.000 habitantes que superen ciertos límites de emisiones.
El primer grupo de ciudades incluye, por lo menos, 149 municipios españoles que aglutinan a 25 millones de personas. Es decir, la medida afectará de lleno al parque automovilístico nacional.
Pero ¿qué es una zona de bajas emisiones?
Antes de continuar, conviene definir qué se entiende como una zona de bajas emisiones o, por sus siglas, ZBE. También la podemos encontrar bajo las siglas inglesas LEZ (que corresponden a Low Emissions Zone). Se trata de un área de naturaleza urbana que establece restricciones para el acceso de determinados vehículos por razón de sus emisiones.
Puede ser permanente, como en el caso de Madrid y Barcelona; o servir para una aplicación temporal, dependiendo de los episodios de contaminación, como en el caso las existentes en Valencia o Sevilla.
La regulación que delimita las reglas del juego en el interior de las zonas de bajas emisiones suele ser compleja y permitir algunas excepciones, como sucede con el acceso a residentes, algunas clases de trabajadores o vehículos especiales.
El criterio de medición para posibilitar el acceso son los agentes contaminantes nocivos para la salud, sobre todo, las partículas en suspensión (las PM10 y las PM2,5) o la "familia" de óxidos de nitrógeno (NOx).
Estas emisiones se asocian en mayor medida con los propulsores alimentados por diésel, en especial con los más antiguos, por eso han estado en el punto de mira de las autoridades. De cualquier modo, parece injusto culpar a los modelos diésel como únicos responsables.
¿Qué coches pueden acceder a la ZBE de una ciudad?
El tipo de vehículos que pueden circular por ellas ha sido una potestad de los Ayuntamientos. Según la normativa publicada, continuará así.
En relación a esto, la DGT, en un intento de unificar la señalización, ha desarrollado una señal para marcar qué clases de vehículos pueden circular. Para ello, se seguirá recurriendo al distintivo o etiqueta ambiental. Una categorización que está pendiente de modificarse. Con todo, la DGT ha señalado que solo afectaría a los vehículos de nueva matriculación.
Al tratarse de una potestad local, pueden generarse situaciones heterogéneas en las que, por ejemplo, un modelo podría transitar por algunas ciudades y no por otras. Para aliviar el grado de confusión, la DGT fomentará que se comparta la información entre vehículos y núcleos urbanos a través del Punto de Acceso Nacional de información al tráfico.
De momento, pueden estar más tranquilos los conductores de vehículos con etiquetas ECO y CERO, categoría con la que se corresponden los híbridos eléctricos o los vehículos con pila de combustible de hidrógeno de Toyota.
¿Cuántas zonas de bajas emisiones existen hoy en España?
Hasta la fecha, no son muchas las zonas de bajas emisiones que se encuentran funcionando en España, pero sí que las existentes servirán de referente. Vamos a repasar las más destacadas.
De Madrid Central a Madrid 360
Desde su nacimiento, la zona de bajas emisiones de la capital ha ido experimentando cambios, pero las prohibiciones generales se han mantenido.
Los coches sin etiqueta no pueden acceder a la actual ZBE de Madrid y, además, se prevé prohibir su circulación de forma paulatina a partir de 2022 también en el interior y en la propia M-30.
Los coches con etiquetas B y C también sufren algunas restricciones, como la prohibición para circular, salvo si se dirigen directamente a un parking. Aunque en la actualidad el área geográfica de la zona se ha mantenido sin ampliarse, sí que se ha añadido una nueva zona específica para Plaza Elíptica.
Zona de Bajas Emisiones de Barcelona
Más severa se presenta en los últimos tiempos la normativa de esta área. Las intenciones eran adelantarse a excluir a partir de 2022 la circulación a los vehículos con etiqueta B. Finalmente esto se ha retrasado hasta 2024. No contempla, por otro lado, tantas excepciones para los residentes como en el caso de Madrid.
Sin embargo, sí que hasta ahora las autoridades de la Ciudad Condal han sido algo más benévolas en cuestión de horarios, pues las restricciones van de lunes a viernes desde las 7:00 a las 20:00 horas a los vehículos sin etiqueta.
Zonas con ZBE por protocolo anticontaminación
Aparte de los protocolos de Madrid y de Barcelona, que complementan sus ZBE, hay otras ciudades españolas que activan planes específicos en caso de episodios temporales de contaminación.
Valladolid, Sevilla o Valencia poseen este tipo de estrategias para combatir los picos de contaminación causados por diferentes factores que no solo tienen que ver con el tráfico, sino también con la climatología.
Los protocolos se activan una vez se superan durante un tiempo los niveles de partículas peligrosas medidos por las estaciones de la ciudad. Estos suelen obedecer a los criterios marcados por la OMS.
Los casos de Rivas-Vaciamadrid o Sant Cugat del Vallés
Si bien pocos municipios de los 149 de más de 50.000 habitantes mencionados que existen en España se ha adelantado a establecer una zona de bajas emisiones, encontramos dos ejemplos que indican lo contrario.
Sant Cugat del Vallés, "osmotizada" por su pertenencia al Área Metropolitana de Barcelona, ha lanzado su propia Zona Baixes Emissions con idénticas restricciones a las de Barcelona en cuestión de etiquetas de la DGT y tipos de vehículos.
Rivas-Vaciamadrid, por su parte, está experimentado con una ZBE diseñada para proteger las áreas adyacentes a sus entornos escolares, potenciando la seguridad vial y resolviendo, de paso, las complicaciones del tráfico derivadas de la entrega y recogida de los más pequeños en los centros. Eso sí, la prohibición en Rivas-Vaciamadrid es total, sin tener en cuenta el etiquetado.
Aunque, como se puede comprobar, todavía son pocas las zonas de bajas emisiones, el impulso de la regulación provocará una multiplicación de las mismas. Aquellos conductores que estén pensando en adquirir un nuevo modelo, no está de más que lo tengan en cuenta. Podría ser un momento propicio para adquirir un coche híbrido eléctrico.
