Contenidos contratados por la marca que se menciona

+info

¿Veremos competir coches autónomos contra humanos en una pista oficial?

¿Veremos competir coches autónomos contra humanos en una pista oficial?
1 comentario

Si los pilotos profesionales disponen de poco margen de error en las carreras, imagínate si se enfrentan a un coche autónomo, cuyo software la permite encontrar la trayectoria perfecta a la máxima velocidad posible.

Hombre contra máquina, un reto al que los pilotos se han tenido que enfrentar en los simuladores de conducción, un elemento que hoy en día es un punto clave para el automovilismo. De hecho, estos simuladores ayudan al piloto en el aspecto psicológico, a mantener la concentración, a realizar un pilotaje regular, a superar la presión en momentos difíciles e incluso a desarrollar el setup de los coches.

¿Cuántas veces en las consolas de las distintas plataformas hemos podido realizar carreras virtuales e incluso una competición contra el crono a través de un coche fantasma, que nos adelantaba cuando íbamos más lentos? Incluso en deportes mentales como el ajedrez ponen a prueba nuestra capacidad contra un ordenador, que analiza nuestros movimientos. Tan solo basta echar la vista atrás y ver cómo en 1997 el mejor jugador de ajedrez de todos los tiempos, Gary Kasparov se enfrentaba al famoso ordenador de IBM, Deep Blue, creado para la ocasión.

Pero… ¿llegará un momento en el que pilotos profesionales competirán contra coches guiados por una inteligencia artificial para ver quién es el más eficiente si la máquina o el ser humano?

Para que esto se produzca se requiere, por parte de la FIA, un cambio en la reglamentación de las distintas competiciones

Podría darse la circunstancia, aunque no creemos que ni a corto ni a medio plazo se celebre un modelo de competición que enfrente al piloto con un coche capaz de girar de dirección, acelerar, frenar y controlar el cambio de marchas de forma autónoma.

Para ver algo así primero debería de haber un cambio en el reglamento de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) de cualquier competición disponible, ya sea Fórmula Uno, WEC (Mundial de resistencia) o Fórmula E (la competición de monoplazas eléctricos que se desarrolla en circuitos urbanos), por citar algunos ejemplos, que contemplaran esa rivalidad.

Desde la Federación Española de Automovilismo están convencidos de que tarde o temprano esto se pueda producir, sin embargo son cautos. "Todavía hay que esperar, pero seguro que pronto veremos a un piloto midiéndose contra una máquina. Aunque, no sabemos sí ocurrirá en una competición o en un test", asegura Diego Guardamino, jefe de marketing del citado organismo.

Denis Daniel Robocar presentando el Roborace en el Mobile World Congress

Llega el primer campeonato entre coches autónomos

De momento, el avance que más se ha acercado en este sentido contempla la competición sólo entre coches autónomos sin la participación de humanos.

Se trata de Roborace, el primer campeonato de vehículos sin pilotos que se celebrará este año en distintos lugares del mundo y que fue presentado hacia finales del pasado mes de febrero con motivo del Mobile Congress de Barcelona.

Existe un campeonato de coches autónomos, donde las distintas escuderías desarrollan su propio software de inteligencia artificial y conducción autónoma

En él competirán diez equipos con dos vehículos cada uno. En todos se utilizará el ‘robocar’, un coche autónomo eléctrico de competición, que será idéntico en el apartado mecánico, pero que variará en su desarrollo, ya que cada escudería podrá desarrollar su propio software de inteligencia artificial y conducción autónoma. Las distintas carreras se celebrarán en consonancia con el Campeonato de Fórmula E.

A medio camino entre un Fórmula E y un prototipo del mundial de resistencia, los coches que disputarán la Roboracer sustituyen al piloto por una unidad central de procesado —una CPU— capaz de gestionar todos los parámetros del vehículo, ya que puede realizar hasta 24 trillones de operaciones por segundo. De esta manera, analiza las condiciones del trazado y el tráfico en pista a través de seis cámaras de inteligencia artificial, 18 sensores ultrasónicos, dos sensores ópticos de velocidad, sistemas de detección de radio y luz, dos radares y 5 LIDAR. Además, utilizará una cámara de 360 grados para conocer el entorno y determinar una trayectoria segura y eficiente.

Toyotas del WEC

Tan potentes y prestacionales como cualquier coche de competición

Estos coches de 4,8 metros de longitud y dos de anchura, que cuentan con un peso de 975 kilos, se encuentran propulsados por cuatro motores de 300 kW cada uno y son capaces de superar los 320 km/h.

Está claro que por potencia y capacidad, poco o nada tienen que envidiar a los coches de competición que participan en los distintos campeonatos.

La capacidad de los pilotos para concentrar su esfuerzo mental a través de la memoria y la experiencia les difiere de los coches autónomos

Una competición que abre una nueva dimensión en los deportes de motor, que se encuentran con el crecimiento imparable de la inteligencia artificial. Todo ello nos plantea una cuestión fascinante ¿podría un ordenador calcular las probabilidades que se pueden dar en pista a base de meteorología y set up del coche más rápido que un humano y ganarle?

Está claro que puede calcular las probabilidad de sus acciones en los primeros movimientos más rápido que un cerebro humano.

Las ventajas del piloto

Entonces, ¿cuál es la ventaja que tiene el humano? Los pilotos aprenden a concentrar su esfuerzo mental a través de la memoria y la experiencia. Aunque las máquinas son muy efectivas en la táctica, son incapaces de ver la carrera en una perspectiva amplia y pensar estratégicamente respecto a lo que tienen en la cabeza el resto de pilotos.

Además si nos centramos en la primera de las tres leyes de robótica de Asimov: “Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humanos sufra daño”. En un principio, parece lógico reglar que si los coches autónomos compiten contra humanos, deben evitar que los pilotos sufran cualquier tipo de daño. Un hecho que puede utilizar un piloto para entrar en una curva en modo kamikaze y el coche autónomo, decidir dejarle pasar, para así evitar una accidente. Una maniobra que podría repetir asiduamente para su beneficio a la hora de adelantar.

Toyota prepara su prototipo de coche autónomo

Si los coches autónomos son el futuro de la automoción, Toyota, una de las principales compañías en el desarrollo de vehículos híbridos y eléctricos, no quiere quedarse atrás presentando en el Prius Challenge, el evento que convoca en el circuito de Sonoma (California, EEUU) a emprendedores, expertos en tecnología y entusiastas de la automoción, la segunda generación de su prototipo de coche autónomo de pruebas.

Este primer prototipo ya se encuentra listo para iniciar su fase de test y distintas pruebas tanto en condiciones de trafico real como en circuito cerrado.

El autónomo de Toyota cuenta con una plataforma flexible, capaz de ser actualizada de manera continua y reciente

El trabajo de Toyota en el campo de la conducción autónoma se inició en 2005 en su centro técnico de Ann Arbor (Michigan, EEUU). Un año más tarde, la compañía nipona registró en Estados Unidos sus primeras patentes relacionadas con el vehículo autónomo. Según un informe llevado a cabo el pasado año por la división de Propiedad Intelectual y Ciencia de Thompson Reuters, Toyota cuenta con más patentes en este terreno que ninguna otra compañía.

Toyota Conduccion Autonoma Tri 2

Para obtener todos los datos necesarios para su funcionamiento, el vehículo toma como base el Lexus LS 600h L de batalla extendida, que incorpora un conjunto de sensores de LIDAR (Light Detection and Ranging), radar y cámara con la que reducir la dependencia excesima de los mapas de alta definición.

A diferencia de la anterior generación del nombrado prototipo, la nueva presenta una plataforma flexible capaz de ser actualizada de manera continua y reciente.

Doble cualidad

Su línea de investigación seguirá dos aspectos principales: “chófer” y “ Guardián”. El primero hace referencia al sistema de conducción autónoma y el segundo, a un sistema de asistencia al conductor de alto nivel que supervisa, de manera constante, el entorno de la conducción y alerta ante posible peligros, llegando a entrar en acción cuando requiera la situación, para así evitar accidentes.

También te puede gustar

Comentarios cerrados