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¿Qué es un coche verdaderamente limpio?

¿Qué es un coche verdaderamente limpio?
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Dice el refrán que no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia. Cuando finaliza la vida útil de un coche, lo habitual es que se proceda a su desguace en una planta de residuos. Todos hemos visto en las películas esos enormes tiranosaurios mecánicos que de una dentellada dejan frito el coche para luego pasarlo a una prensa que reduce nuestro viejo compañero de viajes a un bloque de chatarra, ¿verdad?

Pues cada año se desguazan en la Unión Europea unos 13 millones de vehículos, lo que genera entre 8 y 9 millones de toneladas de residuos que deben ser gestionados correctamente. No es un problema baladí, y pronto habrá que abordar la cuestión de qué hacer con un coche desguazado y con los residuos que genera. De hecho, ya hay soluciones industriales para reducir este problema a la mínima expresión, y hoy hablaremos de unas cuantas de ellas.

La regla de las tres erres, en el automóvil

Reducir, reutilizar, reciclar es lo que se conoce como la regla de las tres erres, una idea de origen japonés que se ha ido popularizando desde la adopción de este país de medidas de concienciación medioambiental, en 2002.

Reducir supone atacar a la base del problema minimizándolo. Reutilizar significa dar una segunda vida útil a algo que se supone que ya ha finalizado su ciclo. Reciclar es el paso último, ya que es tomar algo como materia prima para la fabricación de otra cosa.

En la fabricación de un automóvil se emplean miles de componentes que pueden entrar dentro de la regla de las tres erres, y sobre todo en otro aspecto: el del respeto por el medio ambiente. En ese sentido, la elección de los componentes resulta crucial.

Reciclaje de plásticos

Para empezar, cualquier coche actual lleva incorporados metros y metros de cableado electrónico. En la actualidad, esos cables se pueden fabricar sin elementos químicos perjudiciales para la salud como son el bromo y el cloro. Desguazarlos siempre será más limpio así.

El plomo es otro componente altamente contaminante. Hoy en día hay vehículos que ya han desterrado el plomo en el despiece del radiador, en el depósito del combustible y en los recubrimientos de los cables, por ejemplo. Además, se han adoptado metales más ligeros, como el aluminio, que no sólo permiten un reciclaje más limpio, sino que ahorran carburante por su menor peso.

El PVC es otro material de puede dar problemas de salud y cuyo reciclaje es complejo, de manera que se puede reducir la resina de PVC que contienen los automóviles, por ejemplo en parte del cableado, en las puertas y en la pintura de la carrocería.

Por el contrario, hay polímeros que se pueden emplear para la fabricación del vehículo, por ejemplo en los paragolpes, en la base del parabrisas o en las puertas, y que no suponen un riesgo para la salud, a la vez que se reciclan una y otra vez sin deteriorarse. Y también se emplean ya bioplásticos en determinadas partes del coche.

La parte del reciclaje también se está teniendo en cuenta a la hora de alojar los diferentes componentes, de manera que desmontar la electrónica del vehículo sea una tarea tan sencilla como "tirar de los cables". Además, se pueden reciclar los fragmentos de un coche desguazado, por ejemplo para fabricar el salpicadero y ciertos aislantes del vehículo.

Porque, de acuerdo, todo lo que producimos genera residuos. Pero si nos hacemos cargo de esos residuos, mucho mejor, ¿verdad?

En Espacio Toyota

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