Contenidos contratados por la marca que se menciona

+info

Probamos la faceta más urbanita del Toyota AYGO x-cite

Probamos la faceta más urbanita del Toyota AYGO x-cite
Sin comentarios

No podemos negar que nos hemos visto inmersos en una de las crisis sanitarias más importantes de todos los tiempos. Esta pandemia tan difícil de controlar nos ha tenido a todos encerrados en casa sin apenas asomar la cabeza. Pero ya teníamos ganas de disfrutar tanto del aire libre como de amigos y familiares, siempre aplicando todas las medidas de seguridad y cumpliendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Y, por supuesto, también teníamos muchas ganas de rodar de nuevo.

Por fin, hemos tenido la oportunidad de recorrer nuestras carreteras favoritas y poner a prueba otra vez los modelos de Toyota, siendo nuestro "amigo" Toyota AYGO el primero con el que hemos retomado el contacto con el asfalto. No es la primera vez que nos ponemos a los mandos del AYGO; con este coche, hemos podido hacer casi de todo y, por lo general, siempre ha salido bien parado.

Una de las veces nos hicimos del tirón alrededor de 500 kilómetros visitando Segovia, Valladolid y Ávila en el mismo día. También nos fuimos de curvas como si fuera un deportivo e incluso lo hemos cargado al máximo y hemos recorrido las peores calles y carreteras que conocemos. ¿Qué nos queda por hacer?

Quehaceres diarios con la sillita del niño incluida

Prueba Toyota Aygo X Cite 2

Lo más llamativo es que no habíamos usado tanto el coche para lo que más ha sido diseñado: recorrer la ciudad y los alrededores; AYGO es utilizable, fácil de conducir y netamente urbano. Teníamos trabajo por delante y tres días para evaluar el Toyota AYGO como a nosotros nos gusta: a fondo.

Hemos probado una unidad con el nuevo acabado x-cite, que destaca por su color naranja llamado X-Mandarina. Como ayudante de excepción, tuvimos al más pequeño de la casa. Con sus ocho años, se apuntó a todas nuestras aventuras con el Toyota AYGO x-cite y fue quien lo bautizó con el sobrenombre de "Mandarino".

Que se quisiera apuntar nos vino muy bien, porque así también podríamos comprobar qué tal viaja un niño pequeño en su silla en un coche de este tamaño. Porque, que nadie lo dude, el Toyota AYOGO es un coche pequeño.

No lo toméis como un problema, ni mucho menos. El Toyota AYGO es un coche pequeño porque necesita ser pequeño. Su principal propósito es servir de transporte en ciudad, donde el tamaño es un inconveniente. Eso sí, tampoco debe llevarnos a engaño su contenida carrocería: hemos sido capaces de meter en este coche a cuatro personas con una media de altura de 1,80 metros y 85 kilos de peso sin necesidad de calzador ni que fueran a presión.

Prueba Toyota Aygo X Cite 3

Antes de colocar la sillita, lo que nos obligaría a llevar con nosotros al enano (se apunta a un bombardeo), decidimos que era el momento de probar la capacidad del maletero. Aunque hemos tenido un AYGO en varias ocasiones, no habíamos visto hasta ahora qué podemos meter aquí, por lo que decidimos incluir esa perspectiva.

Según la ficha técnica del AYGO, la capacidad del maletero es de 168 litros. Es decir, debería permitir llevar la compra y poco más. Pusimos rumbo al supermercado para realizar la compra semanal, una costumbre que tenemos muchos hogares en lugar de realizar enormes compras mensuales. Nuestra compra entró a la perfección en el maletero de "Mandarino" e incluso había espacio para al menos otras dos bolsas más.

Al llegar a casa y dejar la compra, una vocecilla nos avisó de que debíamos montar la silla en los anclajes Isofix de lo que dispone el vehículo. El peque no estaba dispuesto a quedarse en tierra. Por tanto, procedimos a la operación.

Si nunca habéis tenido la oportunidad de manipular una silla con anclaje Isofix, hay que decir que se trata de algo de lo más sencillo: se presionan dos pulsadores que liberan la silla de sus anclajes, se tira de ella y se saca del coche. Posteriormente, se deposita en su nuevo lugar y se empuja hasta que los anclajes se sujeten a los Isofix (se escucha el típico "clac"). La silla ya está montada y segura.

Más espacio del que parece

Prueba Toyota Aygo X Cite 4

El Toyota AYGO, insistimos, es un coche pequeño, pero lo es porque resulta imprescindible para circular por el centro de las ciudades sin grandes dificultades a la hora de aparcar o rodar por determinadas callejuelas estrechas. En cambio, dentro de su habitáculo hay bastante más sitio del que cabría esperar.

Tras poner la silla para el niño, pudimos comprobar que no andaría falto de espacio para viajar cómodo. De hecho, tan solo se quejó porque no le llegaba el aire acondicionado y hacía mucho calor. Esto se debe a que este modelo no cuenta con una salida de aireación en el centro del salpicadero que se pueda regular. Hay una y empuja el aire hacia arriba, obligando a pedir mucha potencia de soplado al sistema y a colocar las salidas laterales de forma que también pueda llegar aire frío a las plazas traseras. Es cuestión de acostumbrarse, ya que el sistema de aire acondicionado es bastante potente.

Una vez montada la silla, nos dejaron claro el siguiente paso: vamos a dar una vuelta. Ni cortos ni perezosos, nos pusimos cada uno en nuestros respectivos lugares para dar esa solicitada vuelta y seguir examinando ciertas cosas.

El Toyota AYGO x-cite, además del llamativo color de la carrocería, el cual se deja ver también en algunos detalles del interior, está equipado con la caja de cambios robotizada. Ya hemos podido probar este cambio y seguimos pensado que lo mejor es usarlo en modo manual, levantando el pie del acelerador con cada cambio de marcha para que sea más suave. En este sentido, hay que apuntar un detalle: no es posible cambiar por debajo de las 2.000 rpm.

Hicimos varias pruebas a distintas velocidades y solo encontramos una situación en la que sí pudimos cambiar a menos de 2.000 rpm, aunque muy poco menos: pasando de cuarta a quinta marcha. El Toyota AYGO tiene un cambio de cinco relaciones que permite aprovechar todo el potencial del pequeño bloque 1.0 gasolina con 71 CV.

Se trata de un motor muy voluntarioso y siempre dispuesto, pero necesita girar alto de revoluciones para mover con soltura al AYGO (con mucha soltura, hasta alcanzar velocidades de más de 150 km/h de marcador). Es por encima de  3.000 rpm cuando da lo mejor de sí. Por debajo de ese régimen, el motor se muestra un poco perezoso y quizá, para evitar circular con el motor a muy pocas revoluciones, el cambio está programado para no moverse antes de determinado régimen de giro.

Prueba Toyota Aygo X Cite 5

Durante nuestras peripecias con el AYGO estuvimos muy pendientes de nuestro pequeño acompañante, era una parte importante del equipo, cuya responsabilidad recaía en proveer información respecto a la comodidad y disponibilidad de espacio atrás. Cuando le propusimos la idea se entusiasmó y, cada vez que veía que íbamos salir, preguntaba: "¿vas a llevar el 'Mandarino'? Yo voy".

En principio, no hubo queja de espacio ni de confort trasero. No sabemos si es porque le gustaba el coche y quería venirse o porque de verdad iba cómodo. Lo que sí conocemos de forma fidedigna es que las plazas traseras del AYGO son cómodas para dos adultos. Ya lo hemos comprobado en otras oportunidades y en esta también, aunque para ello hay que quitar la silla de su sitio, de modo que se libere una plaza en el asiento trasero.

Cómodo y fácil para aparcar, sus mayores virtudes

Prueba Toyota Aygo X Cite 6

A lo largo del fin de semana también fuimos probando otras cosas. Por ejemplo, ¿subirá mucho el consumo circulando solo por ciudad? Pues no, lo cierto es que el consumo siempre estuvo rondado los 4,5 litros en todo momento. Condujimos la mayor parte del tiempo con el cambio robotizado en posición manual y sin hacer caso a las indicaciones de cambio de marcha que va dando el cuadro de mandos.

En alguna ocasión, probamos a cumplir con las indicaciones y a circular con el cambio en automático. Pero en la primera condición nos daba la sensación de ir siempre muy bajo de revoluciones y forzando el motor, mientras que en la segunda nos obligaba a pisar muy ligeramente el acelerador para que los cambios de marcha fueran lo más suaves posible.

Las suspensiones por poblado también son cómodas. Resultan un poco secas en el eje trasero al bajar de los badenes (montañas en algunos casos), pero nada que no se resuelva sorteando estos obstáculos a menor velocidad. En general, da la sensación de conducir un coche con un tarado de suspensiones bastante firme, pero no resulta molesto ni incómodo, ya que los asientos tienen un mullido que colabora al confort de marcha.

Su pequeño tamaño se destapa como una auténtica ventaja a la hora de circular por algunas calles y a la hora de aparcar. Además, el Toyota AYGO x-cite tiene cámara trasera, que incluye indicaciones mediante líneas de colores.

Los precios del Toyota AYGO arrancan en los 11.450 euros según la web oficial de la marca. El x-cite, concretamente, inicia sus tarifas en 12.450 euros y ya tiene de serie las llantas de 15 pulgadas, la carrocería bitono, el climatizador y los cristales traseros oscuros.

Imágenes | Producción propia

También te puede gustar

Comentarios cerrados