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¿Por qué nunca un perro puede ir sentado en el asiento delantero?

¿Por qué nunca un perro puede ir sentado en el asiento delantero?
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Los españoles tenemos un total de 7.438.689 perros, siendo el tipo de mascota más frecuente, según el Ministerio de Agricultura y Pesca. Por otro lado, la Asociación Nacional de Amigos de los Animales nos cuenta que cuando tenemos que viajar con nuestra mascota, en un 82% de los casos lo hacemos en nuestro turismo.

Esto nos lleva a deducir un número muy importante de perros en vehículos particulares. Otro dato: de los conductores dueños de animales de compañía, un 70% reconoce no conocer la normativa vigente que regula el transporte de mascotas. Y ya sabemos que, para los que tenemos animales, son como un miembro más de la familia, y nos vemos muy tentados de llevarlo en el asiento delantero del coche, como nuestro acompañante. Craso error.

¿Qué dice la ley sobre llevar animales en el asiento delantero del coche?

Perro en el asiento trasero

En relación a los animales en general, la ley española es muy concisa a la vez que muy somera. Sólo se refiere a ellos en el Artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación, titulado Otras obligaciones del conductor:

“El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos.”

Ya hemos contando en Espacio Toyota que existen muchas formas de tener sujeto o controlado a un perro en un vehículo, para tenerlos en una “adecuada colocación” para que “no haya interferencias entre el conductor y cualquiera de ellos”. De entre éstos, los transportines y arneses nos dan más libertad para escoger la mejor ubicación de nuestra mascota. ¿Quiere esto decir que podemos llevarlos así en el asiento delantero del coche? Definitiva y tajantemente no.

¿Por qué no debemos llevar a nuestro perro en el asiento delantero del coche?

Perro en el asiento delantero

La clave está precisamente en lo que dice el artículo 18.1 al final del párrafo, cuando se refiere a la “adecuada colocación” para que “no haya interferencias entre el conductor y cualquiera de ellos”.

En este caso, se considera que con el perro colocado en el asiento delante, aun estando debidamente atado o metido en un transportín, se corre el riesgo de que el animal pueda hacer algún movimiento que pueda desestabilizar o distraer al conductor. Así, se considera prioritario que nuestra mascota esté lo más alejada posible del puesto de conducción y de toda la zona que ocupamos tanto nosotros como nuestros acompañantes (en caso de haberlos).

Es prioritario que nuestra mascota esté lo más alejada posible del puesto de conducción

No son pocos los casos en los que los arneses o la puerta del propio transportín han fallado y el animal ha saltado a los pies de sus amos (con todos los kilos de su peso encima de los pedales).

Otro motivo por el que se desaconseja completamente llevar a nuestro perro en el asiento delantero es por su propia seguridad. Si nuestro coche monta airbag frontal, en caso de colisión podría golpearle violentamente y causarle graves lesiones (recordemos que los airbags están pensados para la altura y constitución de personas adultas, no de cualquier bulto).

Existe una excepción a esta norma, y es en el caso de que llevemos en nuestro coche a una persona invidente con un perro – guía.

La única excepción es que llevemos en nuestro coche a una persona invidente con un perro – guía

En este caso, y según la Orden de 18 de junio de 1985 sobre uso de perros-guía para deficientes visuales, éstos pueden llevar a sus animales de acuerdo a como marca la Fundación ONCE. Dicha institución aconseja que, de acuerdo al adiestramiento que reciben los perros lazarillos y al bienestar de la propia persona invidente, estos animales podrán viajar tanto echados a los pies de su usuario, en el suelo del espacio delantero, como sujetados por su propio amo por medio de una correa, manteniendo el contacto físico entre ellos. Así, en estos casos la Orden establece que los agentes de tráfico deberán abstenerse de formular denuncias por llevar al perro – guía en el asiento delantero junto a su amo.

¿Qué sanción acarrea llevar animales en el asiento delantero del coche?

En todo caso, en base a lo expuesto por el artículo 18.1 del RGC, sumado a lo que dicta el artículo 3.1 sobre circular con diligencia y precaución para evitar todo daño propio y ajeno, los agentes de tráfico podrán sancionarnos si consideran que transportamos de forma incorrecta o peligrosa a nuestra mascota.

La DGT impone sanciones de entre 100 y 200 euros, aunque en general no conlleva pérdida de puntos

En este sentido, la DGT impone sanciones económicas de entre 100 euros –en caso de que nuestro perro vaya suelto en el coche– y 200 euros –si además lo tenemos situado en el habitáculo del conductor-. Por otro lado, de forma general no se sanciona con pérdida de puntos en el carnet de conducir, aunque sí se conocen casos de hasta seis puntos en casos de especial gravedad.

Entonces, ¿cuál es la mejor forma de llevar a nuestro perro en el coche?

Perro en un transportin

Como sabemos, hay varios sistemas de sujeción que podemos usar para llevar en el coche a nuestro animal. Lo ideal es optar por modelos que estén homologados mediante las normas europeas vigentes, como la ECE R17 o la DIN 7510-2, que han demostrado su eficacia mediante ensayos de choque.

Para los animales de tamaño pequeño

De este modo, podemos elegir entre transportines, los cajones de una puerta y rejillas en los que podemos introducir animales de pequeño y mediano tamaño; jaulas metálicas, pensadas para llevar animales de mayor tamaño en el maletero de vehículos de más capacidad (como los todo-terrenos); arneses, de uno o más anclajes, que permiten llevar sujeto a nuestro perro a modo de cinturón de seguridad; o redes o rejillas separadoras, ideal para vehículos grandes y que sirven para mantener aislado el habitáculo del conductor del animal, que en este caso puede circular suelto de su propio espacio.

Elegir entre una forma u otra de sujeción dependerá del tamaño del perro

Elegir entre uno u otro debe depender, según nos marca la DGT, del espacio hábil de nuestro coche y sobre todo del tamaño de nuestro perro. Así, para animales pequeños, lo más aconsejable es llevarlo en un transportín colocado en el suelo del asiento trasero. De este modo, bien encajado entre ambos asientos, en caso de impacto del vehículo la fuerza es absorbida en seguida y el habitáculo apenas se deforma, reduciendo en buena parte las posibilidades de lesiones en el animal.

Para los animales de tamaño medio

Si el animal es de tamaño mediano y su transportín no cabe en el suelo del asiento trasero, lo ideal es llevarlo en el maletero, en posición transversal a la dirección de la marcha. En este caso debemos optar también por una rejilla divisoria, para que en caso de accidente el animal y su transportín no salgan disparados al habitáculo donde puedan estar los ocupantes del vehículo. Nunca colocaremos el transportín en el asiento trasero sujeto por el cinturón de seguridad, pues destroza los puntos de sujeción y se rompe su parte superior. Tanto el animal como los ocupantes podrían sufrir graves lesiones.

Nunca sujetaremos un transportín con un cinturón de seguridad

Otra buena opción para los perros de tamaño mediano es que vaya en el asiento trasero del coche y sujeto con un arnés de doble anclaje, unido a los enganches de dos cinturones de seguridad. Debemos evitar los arneses de un solo anclaje, que no sujetan el cuerpo del perro correctamente, y aquellos que se enganchan al collar del perro, que podría causarle graves daños en el cuello.

Para los animales de gran tamaño

Para los canes de gran tamaño, podemos optar igualmente por llevarlos en el asiento de atrás con un arnés de doble anclaje –eso sí, siempre con un recorrido lo más corto posible en los cinturones– o bien llevarlos en el maletero, separados con una red o rejilla. Si optamos por llevarlo una jaula metálica, recordemos que no debemos prescindir de la rejilla para que, en caso de accidente, el bulto no pueda dañar a los ocupantes del vehículo.

En cualquier caso, lo mejor es siempre consultar a un profesional. Y sea cual sea la opción elegida, nunca debemos olvidar que los animales son también seres vivos que deben ir en nuestro vehículo cómodos y seguros. Al fin y al cabo, tal como decíamos al principio, son un miembro más de nuestra familia.

Mujer abrazada a perro

Imágenes | iStock/kosziv | iStock/humonia | iStock/humonia | iStock/humonia | iStock/Solovyova

En Espacio Toyota | Si llevas mascotas en el coche, esta información te va a interesar mucho

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