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Las mentiras más habituales sobre la tracción 4x4 tienen una respuesta muy clara

Las mentiras más habituales sobre la tracción 4x4 tienen una respuesta muy clara
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Cualquier persona que esté barajando la posibilidad de comprar un SUV (acrónimo de la denominación inglesa Sport Utility Vehicle), un vehículo muy de moda por su atractivo aspecto, versátil interior y potencia, le surge la duda de si equiparlo con tracción total o 4x2. En caso de que nos decantemos por la integral, es importante conocer dónde es más efectiva la misma, así como los mitos falsos que se ciernen en torno a este sistema.

Más allá de la propia movilidad que presentan los SUV a la hora de circular por caminos pedregosos, con ciertas irregularidades, la tracción total tiene su lógica a la hora de controlar el vehículo en determinadas situaciones como ante carreteras que presenten hielo, nieve o simplemente que se encuentren sucias.

Toyota Land Cruiser 1951

Casi tan antiguo como el automovilismo es el mundo de los automóviles 4x4 o de tracción total, cuyo origen responde a la necesidad de movilidad en campo a través para desarrollar bien tareas agrícolas, forestales o militares, entre otras. De aquellos vehículos derivaron hace unos años lo que hoy conocemos como SUV o todocaminos.

¿Es tan necesaria la tracción total?

La ventaja de la tracción total respecto a la 4x2 se hace patente cuando el firme se vuelve deslizante

Pero, ¿qué es la tracción total y cuál es su finalidad? Podríamos decir que es un plus en seguridad, muy aprovechable en situaciones muy concretas, que nunca va a empeorar el vehículo, en todo caso cambia su planteamiento y el comportamiento del mismo. Por otro lado, los sistemas de tracción integral tienen como finalidad transformar la energía del motor en movimiento del vehículo.

A priori las ventajas de la tracción total parecen claras y se basan en la seguridad que aporta el mayor poder de tracción, lo cual supone que todas las ruedas pueden transmitir la misma potencia a la vez. Esa mayor seguridad a la que hacemos referencia se hace más patente a medida que el firme por el que se circula se vuelve más deslizante. Así que cuando circulamos por una carretera helada, nevada o por una pista forestal, dicha tracción ofrece una mejor capacidad tanto para la arrancada en parado como para la superación de un tramo inclinado que un 4x2, dado que éste último tiende más a deslizar cuando el firme presenta una menor adherencia.

Aunque no todos son ventajas en este tipo de tracción, también tiene sus puntos menos fuertes como son el contar con un mayor número de piezas mecánicas que repercuten en el mayor peso del vehículo. Piezas que son movidas por el motor, lo que supone un mayor rozamiento y esfuerzo. Todo ello deriva en un mayor consumo.

Tracción total Gkn AWD

Los falsos mitos de la tracción total

Aparte de las ventajas o desventajas que a priori puede tener un sistema de tracción integral se encuentran aquellos falsos mitos urbanos que hemos oído alguna vez y que no se corresponden con la realidad.

El primero es que aumenta la adherencia. Nada más lejos de la realidad, puesto que esta depende del coeficiente de fricción de cada neumático y la superficie sobre la que rueda, multiplicando de esta manera por la fuerza del peso que recae en cada cubierta. Ante una carretera con presencia de hielo en la calzada, un coche con tracción total no tiene por qué tener más adherencia que uno con tracción a un solo eje. Cierto es que le resulta más fácil desenvolverse por el simple hecho de transmitir menos potencia al suelo.

No es cierto que con la tracción total tengamos un mayor agarre

Tampoco es verdadero que con la tracción total el coche pase más rápido por las curvas, ya que cuenta con un mayor agarre. En este caso lo cierto es que un coche con tracción total presenta un paso por curva peor, al contar con más peso y consecuencia del mismo, con una mayor inercia. Sin embargo, tiene la gran ventaja de que presenta una mayor motricidad a la salida de la curva, lo que permite acelerar antes y repartir una mayor potencia al asfalto entre cada rueda.

Por último, es falso que con un coche de tracción prescinda del uso de cadenas ante una carretera nevada sino que las debe llevar en ambos trenes. También podríamos evitar las mismas con neumáticos M+S (de invierno), que ofrecen el agarre ideal en este tipo de entornos.

En cualquier caso es más seguro un vehículo con tracción en un eje y neumáticos de invierno, que uno con tracción total y neumáticos de verano.

Toyota Rav4 Hybrid sistema tracción

La tracción total en el RAV4 como ejemplo de híbrido

Entre los diferentes sistemas de tracción total llaman la atención la que presentan los híbridos, que recurren a una solución técnica idónea para este tipo de vehículos, ya que emplean las ruedas delanteras para enviar la fuerza del motor de combustión y las traseras desarrollan esta tarea con el motor eléctrico.

En este caso SUV como el RAV4 hybrid 4x4 se declinan por este sistema pensado para transmitir el par de ambos modos de propulsión. Además, puede avanzar en situaciones de baja adherencia de manera similar a como lo haría su hermano de gama el RAV4 150 (gasolina) equipado con tracción total permanente.

Toyota Rav4

El modelo de tracción integral con motor de combustión como es el Toyota RAV4 150 4x4 incorpora un sistema de tracción total permanente, que distribuye la fuerza por igual en las cuatro ruedas. Se trata pues de un tipo de tracción muy utilizada en los turismos que circulan por asfalto y que envía desde la caja de cambios el movimiento al diferencial central para transmitirlo desde aquí a cada una de las ruedas, permitiéndole circular tranquilamente por cualquier superficie. Toda una ventaja respecto a la tracción total conectable 4WD, que sólo se puede conectar en terrenos complicados y firmes con adherencia baja, al carecer de diferencial central.

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