Llevamos tanto tiempo hablando de los coches híbridos aquí en Espacio Toyota, que parece raro no haber incidido más en el punto de vista del usuario, del conductor de los coches híbridos o de los híbridos enchufables. Tenemos mucho material sobre la tecnología, sobre las baterías, la autonomía, los consumos,... pero nos faltaba dar una visión de lo que ven, sienten y ha experimentado los usuarios a los mandos del coche.
Una cosa son los números, otro de los argumentos que solemos emplear, y otra bien diferente la experiencia desde un punto de vista más subjetivo: qué siente, qué ve y cómo cada conductor. Como cada uno es un mundo, es interesante fijarse en una muestra mínimamente representativa, al menos ir escogiendo conductores de diferentes países. El vídeo es algo antiguo, unos seis meses, pero hoy es un buen día para recordar cómo fueron las primeras impresiones de los elegidos para probar el Prius Plug In.
Experiencias de conductores tras probar el Toyota Prius Plug-In
Nos quedamos con una serie de puntos interesantes que sacamos del vídeo:
- La dinámica de conducción en modo eléctrico no es diferente a la de un híbrido clásico.
- La ausencia de ruido (tal y como lo conocemos hoy) hace la conducción más placentera y, al menos en algún caso, da una sensación mayor de seguridad al poder prestar atención al entorno, o ser más conscientes de él.
- Darse cuenta de que puede haber algún tipo de recorrido en el que no se gasta una gota de combustible es un shock. Pero en el buen sentido.
- El primer encuentro con el ritual de recarga da la impresión de ser una barrera de entrada, pero llegado el momento comprueban que no lo es.
- Los conductores más enfocados a hacer hoy en día conducción económica ven más rápidamente las ventajas del híbrido enchufable.
- La posibilidad de recorrer 40 o 50 km en modo eléctrico, diariamente si tenemos al alcance los enchufes necesarios, es sin duda una posibilidad muy atractiva. Más aún que el dato de los 20-25 km que se pueden hacer en modo eléctrico de una sola vez.
De estas conclusiones, la que más me ha cogido por sorpresa es la 3ª. Por mucha teoría que leamos, hasta que no hagamos un recorrido habitual y comprobemos que no hemos gastado gasolina en ello (o unas gotas), no creo que se confirme en nuestra mente que tenemos una buena herramienta. Da la sensación de que, en general, uno se pone en los casos extraordinarios: "es que si hago 100 kilómetros al día a 120 km/h gasta poco menos". ¿Prevalece el caso "raro" frente a los recorridos habituales?
Idealmente, todos deberíamos probar la experiencia durante un día completo, o dos, para que nos de tiempo a evaluar cómo nos funciona en condiciones de uso normal. Por eso, hoy, hemos repasado este vídeo que nos pone un poco los pies en la Tierra, ya que entre tanto número es lógico que nos olvidemos de lo principal, que es la experiencia subjetiva de los conductores. ¿Qué opináis vosotros? ¿Solemos pensar más en números que en experiencias reales?
