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El año que lo cambió todo: así se implantaron los primeros radares de velocidad

El año que lo cambió todo: así se implantaron los primeros radares de velocidad
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Apúntate este nombre: Maurice Gatsonides, así es como se llama el que probablemente sea la persona más odiada por los conductores actuales, ya que fue quien inventó el Gatsometer, la primera cámara de velocidad. Sin embargo, esta tenía una funcionalidad muy distinta a la de servir como prueba para sancionar a los conductores como ocurre hoy en día.

No deja de ser llamativo que uno de los hombres apasionados por la velocidad y considerado como el primer piloto profesional de la historia haya sido el que haya logrado reducir la velocidad del tráfico en las carreteras.

La obsesión por medir la velocidad

¿Cuántas veces a lo largo de la historia se han creado inventos que acaban con una finalidad bien distinta a la que en un principio se pensaba? Pues más de las que en un principio cabe esperar. Tal es el caso que traemos a colación como el de Maurice Gatsonides, cuyo Garsometer tenía como finalidad medir con precisión la velocidad y la posición del objeto en movimiento, además de capturar ese instante. Otra cosa ya es el fin de tener esa información.

Maurice Gatsonides fue el creador de la primera cámara de control de velocidad del mundo

Prolífico inventor y apasionado del automóvil el holandés Maurice Gatsonides, o "Maus" como se le apoda en el mundo de la competición, nació en Indonesia, en una época en la que este archipiélago era colonia del país de los tulipanes.

Con una habilidad innata para conducir, Gatsonides destacó por ser un hombre muy técnico, al que le gustaba ensayar y estudiar de manera meticulosa las cosas una y otra vez. Tanto era así que llegaba a afinar enormemente sus tiempos, algo que le valió para ajdujucarse la victoria en el Rally de Montecarlo de 1953 al volante de un Ford Zephyr.

Maurice Gatsonides en carrera

Medir la velocidad de manera precisa con la que llegar a un punto concreto de un trazado era una de las obsesiones de Gatsonides, motivo por el cual comenzaría a desarrollar la primera cámara de control de velocidad del mundo.

Finalmente, optó por aprovecharse del famoso efecto Doppler —aquel que hace que percibamos el sonido procedente de la sirena de una ambulancia o de un tren de distinta manera cuando se acerca y cuando se aleja, pese a que siempre emite el mismo sonido—. Aunque para lograrlo debía servirse de un radar, algo que ya existía hace tiempo. A pesar de ello, Maus se encontraría con el problema que necesitaba algo más que la velocidad de un cuerpo en movimiento.

Conectando la cámara a un radar y disparándola en un punto concreto, Gatsonides quería comprobar cuál era la velocidad máxima a la que era capaz de trazar una curva con el fin de mejorar sus tiempos en competición. Para ello, necesitaba conocer la velocidad y el punto de entrada, además de la postura en la que se encontraba el vehículo con el fin de determinar cuál era la trayectoria más rápida en cada momento.

A la derecha Maurice Gatsonides

Tras muchas pruebas, logra que por fin la primera cámara de velocidad funcionase, patentándola y fundando en 1958 la compañía Gatsometer BV.

Víctima de su propio invento

Lo curioso del caso es que no deja de ser irónico que un invento creado para poder aumentar la velocidad en el paso por curva de un conductor acabase por ser todo un superventas destinado a todo lo contrario.

El propio Maurice fue víctima de su propio invento en más de una ocasión, algo que no parecía importarle demasiado a tenor de sus declaraciones: “Mis propios radares me pillan con frecuencia y me encuentro con multas enormes en mi buzón. Me encanta la velocidad”. Estaba claro que aparte de ser un apasionado de la velocidad, cada multa que le llegase por exceso de velocidad le aportaba más beneficios para el aumento de ventas de su invento.

Yaris

El control de velocidad: un efectivo sistema

Para evitar esa desagradable sorpresa que supone la multa no solo en dinero sino también en la penalización de tu carnet de conducir con el agravamiento de las sanciones, existen sistemas muy efectivos hoy en día como el control de velocidad de crucero. Un sistema de ayuda a la conducción con el que cuentan los modelos de Toyota y cuyo cometido pasa por mantener una velocidad prefijada por el conductor de manera automática, sin necesidad de que éste tenga que seguir acelerando.

El control de velocidad de crucero no tiene como función principal ayudar a evitar multas por despiste del conductor sino que su cometido primordial es contribuir a un mayor descanso en la conducción, al reducir el número de tareas en el desarrollo de la misma, algo que repercute en una mejor concentración al volante.

El control de velocidad de crucero y el limitador de velocidad son dos efectivos sistemas que pueden ayudarte a salvarte de una multa

El hecho de hacerse cargo de la velocidad, libera al conductor de tener que controlar el velocímetro y modular el pedal del acelerador. La reducción de estas tareas evita que el conductor se fatigue más y repercute en una mejor concentración del mismo en otras como puede ser el control de la dirección.

Otro de los sistemas que ayudan a evitar rebasar el límite establecido en carretera es el limitador de la velocidad, que al contrario de lo que hace el control de crucero, que mantiene la velocidad, evita superar una velocidad prefijada por acelerar demasiado. Para ello, el sistema anula el acelerador cuando el vehículo llega al tope prefijado.

Fotos: SPEEDWELL AUSTIN HEALEY, Apemantus

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