Así iba a ser el coche del futuro: GMC Firebird II

Así iba a ser el coche del futuro: GMC Firebird II
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El GMC Firebird II fue un prototipo que General Motors presentó a mediados de la década de los cincuenta (1956). Lejos de ser un vehículo pensado para la producción, el objetivo del gigante americano era hacer una exhibición tecnológica y en menor medida estudiar la viabilidad de nuevos sistemas de propulsión para el automóvil.

El GMC Firebird II era un sedán de cuatro plazas y 5,96 m de largo, pero partir de ahí en poco o nada se parecía a los coches que se fabricaban por aquel entonces o a los que tenemos hoy en día. Tenía un motor de turbina, carrocería de titanio y hasta un primitivo sistema de conducción autónoma (¡hace más de sesenta años!) por mencionar algunas de las características rompedoras de este modelo.

GMC Firebird II de perfil

Un intento de acercar la tecnología de la aviación al mundo del automóvil

En este artículo vamos a centrarnos en el GMC Firebird II, pero General Motors llegó a desarrollar cuatro prototipos Firebird cada uno con una carrocería diferente pero con elementos comunes. La idea de todos ellos era la de acercar la tecnología que se estaba empleando en los novedosos aviones de combate a reacción de la época en vehículos de calle.

General Motors llevaba investigando la posibilidad de utilizar motores a reacción motores turbo-eje en vehículos de calle desde los años 30, pero no fue hasta entrada de la década de los 50, en pleno auge de estos propulsores en la aviación, cuando se decidió a probar esta tecnología en un prototipo real.

El GMC Firebird II montaba un motor de turbina Whirlfire GT-304 que desarrollaba 200 CV de potencia. Hasta ese momento, la temperatura de los gases de escape había sido un problema recurrente al intentar introducir un propulsor de estas características en el vano motor de un coche.

GMC Firebird I
GMC Firebird I: Primer prototipo con turbina de GM. Tenía un planteamiento más irracional que el Firebird II.

Para atajar esta problemática los ingenieros de GM equiparon el propulsor con un sistema de regeneración de energía que además de bajar la temperatura de funcionamiento del motor (540ºC en servicio) también alimentaba los sistemas auxiliares del coche. Podía funcionar tanto con gasolina, como con queroseno y hasta con fuelóleo.

Otro importante logro del GMC Firebird II es que se trata del primer coche de la historia construido con titanio. Toda la carrocería estaba fabricada de este "exclusivo" material. Esto le confería al coche una excelente resistencia a la corrosión, tanto que no necesitaba pintura, además de reducir peso. Como alarde tecnológico estaba muy bien, pero en la práctica el uso del titanio nunca se ha considerado seriamente en la producción de automóviles por motivos de importancia.

El excesivo precio del material unido a su dificultad para ser trabajado haría que los costes de producción se disparasen. A modo de ejemplo, para fabricar la carrocería del GMC Firebird II las planchas de titanio tenían que calentarse a más de 400 grados para poder trabajarlas.

GMC firebird II coche a reacción

Rompedor en lo técnico y también en lo estético. En el frontal dos grandes entradas de aire para el motor turbo-eje copaban toda la atención. La parte superior de la cabina tenía forma de cúpula acristalada soportada por unos finos pilares de titanio pulido. Desde luego, el conductor podía sentirse en la cabina de un auténtico avión de combate.

El mismo patrón se repetía en la carrocería, la cual estaba compuesta de numerosos elementos aerodinámicos como alerones, spoilers y hasta un timón; que lejos de tener una función práctica real eran meros añadidos estéticos para conseguir una imagen semejante a la de un avión de combate.

En la parte trasera y situados en ambos laterales pueden verse una especie de cilindros con forma de misil cuyo objetivo no era otro que contener el combustible para alimentar el motor. Por último en el centro de la parte trasera se ubicaba el imponente escape del propulsor a reacción y mejor que no te acercases mucho a esa zona.

GMC Firebird II motor reaccion

No todas sus innovaciones quedaron guardadas en un cajón

El GMC Firebird II también tuvo tecnología revolucionaria que sí llego a incorporarse a los modelos de producción. Fue el primer coche en equipar frenos de disco en las cuatro ruedas y suspensión independiente, un avance que hoy en día ya incorporan la gran mayoría de vehículos que se venden. Se seleccionaba la velocidad de la caja de cambios de cuatro marchas y engranaje planetario mediante un mando eléctrico, y el aire acondicionado tenía controles individuales.

Además equipaba un primitivo sistema de conducción autónoma. El coche estaba preparado para conducirse él sólo por las "carreteras del futuro. El sistema consistía en un sensor que detectaba un cable que iba enterrado por debajo del pavimento. De esta forma era capaz de mantenerse dentro del carril sin intervención del conductor.

Cartel de 1956 de la presentación del GMC Firebird II

Imágenes | Wikipedia (II)(III) En Motorpasión Futuro | Así iba a ser el coche del futuro

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