Cómo se convierte un coche a GLP, cuánto cuesta y qué ventajas tiene más allá de la etiqueta ECO

Cómo se convierte un coche a GLP, cuánto cuesta y qué ventajas tiene más allá de la etiqueta ECO
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Casi todas las marcas cuentan con coches que se alimentan de gas natural o GNC y de AutoGas o Gas Licuado de Petróleo (GLP), el combustible alternativo más usado del mundo. En España estos vehículos llevan etiqueta ECO, con las ventajas que eso conlleva, como poder aparcar prácticamente en cualquier sitio o acceder a las Zonas de Bajas Emisiones.

Si te estás planteando tener un coche de GLP pero no te puedes permitir comprar uno nuevo, una opción más económica y relativamente sencilla es convertir el tuyo, siempre que cumpla los requisitos. Repasamos cómo se hace, cuánto cuesta (y si merece o no la pena esta transformación) y los posibles inconvenientes que debes tener en cuenta.

Cómo se convierte un coche de gasolina a GLP: requisitos y precio

Etiqueta

Prácticamente todos los principales fabricantes (Citroën, Dacia, Fiat, Ford, Opel, SEAT, SsangYong o Subaru, entre otros) tienen a la venta coches de GLP hace años, por sus ventajas generales en términos de consumo y sus emisiones, ya que estos vehículos reducen entre un 10 % y un 15 % las emisiones de CO₂ frente a los gasolina.

Es importante señalar que los coches que usan este combustible no pueden funcionar solamente con GLP y tienen que combinar su funcionamiento con gasolina para poder hacer el arranque, por tanto, son coches bi-fuel. Además, al poseer dos depósitos -uno de cada combustible- cuando se vacía el depósito de GLP, el coche funcionará con gasolina.

Si tienes un coche diésel, no es ilegal, pero la conversión está sujeta a regulaciones específicas y los trámites se pueden complicar, dependiendo del modelo en concreto. Además, como recuerda el RACE, la norma ECE/ONU R-115 contempla otros dos requisitos:

  • Que el motor no tenga más de 460 CV de potencia: el motor puede perder entre un 10 % y un 20 % de su potencia cuando pasa de gasolina a gas. En el caso de los modelos más potentes, no se asegura que el rendimiento del motor sea el adecuado tras convertirlo a GLP.
  • Que tengan una homologación Euro 3 o posterior: coches matriculados a partir de 2001 (a excepción de los coches de 1995 a 2000, siempre que tengan la misma homologación). A partir de la Euro 4 hasta la Euro 6, los coches de gasolina que se convierten a GLP obtendrán la etiqueta ECO de la DGT.

La instalación de un kit de GLP en un coche de gasolina puede oscilar entre los 1.500 euros y los 3.000 euros, dependiendo del modelo en cuestión, la complicación del montaje y las horas de mano de obra. Es importante verificar que se realice en un taller autorizado, ya que la ITV es quien concede la homologación en última instancia.

Convertir un coche a GLP, paso a paso

Deposito

Cuando se lleva a cabo la conversión en el taller, se suele montar un kit específico, siguiendo estos pasos:

  • Instalar el depósito para el GLP, normalmente en la parte baja del maletero (donde iría la rueda de repuesto). Este contará con una capacidad de entre 35 a 150 l, dependiendo del modelo del coche y el espacio disponible. Este no reemplaza al de combustible tradicional y solo puede ser manipulado por un taller especializado.
  • Instalación de la boquilla: la boquilla de llenado del GLP irá cerca de la boquilla de la gasolina, facilitando el repostaje. Pero ojo, porque si viajas por Europa tendrás que comprar adaptadores, debido a las diferencias entre países.
  • Montaje de tuberías: estas permitirán el flujo del gas desde el depósito hasta el motor.
  • Instalación del conversor: un tanque especial situado en la zona delantera del motor será el encargado de convertir el líquido en gas.
  • Colocación de la rampa de inyectores para el GLP: estos son diferentes que los inyectores por donde se mete la gasolina en el motor. Debido a que la inyección del gas obliga a que haya una mayor compresión dentro del motor, a la junta de culata y a la culata se les protege añadiendo un aditivo especial.
  • Instalación de sensores: entre otros parámetros, miden la cantidad de GLP en el depósito y permiten seleccionar el combustible a utilizar.
  • Sustitución de la centralita que regula la inyección de gasolina y GLP: esta deberá mantener una relación de alrededor del 90 % de GLP y 10 % de gasolina.

En qué casos conviene convertir un coche a GLP

Glp2

No en todos los casos la conversión de un coche a GLP merecerá la pena. En general, cuanto más cara sea la operación, más kilómetros tendremos que hacer para amortizar la inversión.

Por ejemplo, a los conductores que rondan los 10.000 km o menos, quizá no les compense transformar su modelo de gasolina (sobre todo si es pequeño y su consumo no es muy elevado), a no ser que la etiqueta ECO tenga peso determinante en la ecuación.

Entre los casos más claros para los que la conversión compensa son los conductores que hacen entre 30.000 y 50.000 al año, o aquellos que tienen un coche de gran cilindrada y elevado consumo. Más allá de estos supuestos, o las ventajas que aporta la etiqueta ECO, convertir tu coche a GLP también ofrece otros beneficios, como la elevada autonomía.

Pump

Y es que hemos de recordar que la autonomía del tanque de gas licuado de petróleo oscila entre los 300 y los 500 km, a lo que hay que sumarle la que ofrece el depósito de gasolina. De esta manera, los coches de GLP pueden ofrecer un amplio rango combinando ambos tanques.

Aunque la conversión a GLP presenta algunos inconvenientes, como la pérdida de espacio en el maletero, un ligero aumento de peso o el temido resecado de las válvulas (o de los asientos de las mismas) a largo plazo, sus beneficios medioambientales y económicos hacen que cada vez más conductores consideren esta opción como una alternativa para sus desplazamientos diarios.

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