
El Aston Martin DBX707 recibió una importante actualización en 2024 que podía llegar a pasar desapercibida, ya que su diseño exterior apenas sufría variaciones, pero lo cierto es que los cambios en suspensiones, puesta a punto e interior lo sitúan, ahora sí, al nivel de sus rivales más directos. Lo hemos probado para comprobar cómo le sientan los cambios.
Hace dos años tuve ocasión de probar durante unos días el Aston Martin DBX707, un coche sobre el que tenía puestas grandes expectativas al ser el SUV más potente del mundo sin hibridación. Pero lo cierto es que hubo dos aspectos de él que no me convencieron nada entonces: su interior obsoleto con una pantalla central muy pequeña y sin tecnología táctil desentonaba en un coche así, pero también la gestión del comportamiento dinámico era deficiente, principalmente por una puesta a punto de chasis y suspensiones que lo hacían excesivamente rígido y seco.
Conscientes de sus déficit en estos dos aspectos, en la marca británica han trabajado para incorporar mejoras significativas en su interior y tecnología de suspensiones revisadas, mientras mantiene su imponente rendimiento. Tanto que hasta han anunciado recientemente una versión DBX707 S con 727 CV también sin hibridar.
Potencia sin cambios, pero más refinado
Bajo el capó, el DBX707 de 2024 conserva el motor V8 biturbo de 4.0 litros de origen Mercedes-AMG, un portento que entrega 707 CV y 900 Nm de par máximo. Es un motor brutal y sobre el papel muy adecuado para este tipo de coche, que necesita par desde abajo para mover su enorme masa.
La transmisión es automática de nueve velocidades con embrague húmedo y un sistema de tracción total se encarga de enviar hasta el 100% del par al eje trasero. Estas especificaciones permiten una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y una velocidad máxima de 310 km/h. Suficiente, ¿verdad?
Lo mejor es que todas estas cifras las consigue sin necesidad de recurrir a la hibridación mediante complejos y pesados sistemas híbridos enchufables como suele ocurrir hoy en día en muchas de sus alternativas. Sí, me estoy refiriendo al Lamborghini Urus SE.
Pero los cambios más importantes llegan en la suspensión neumática y los amortiguadores electrónicos, que al fin han sido calibrados para mejorar la dinámica de conducción, ofreciendo una experiencia más precisa y controlada como veremos más adelante.
Diseño exterior: nuevos colores y detalles mínimos
Estéticamente, el DBX707 2024 introduce cambios discretos pero efectivos. Se incorporan cinco nuevos colores de carrocería: Black Epsilon, Helios Yellow, Sprint Green, Malachite Green y Aura Green. Además, se ofrecen dos nuevos acabados para las llantas de 23 pulgadas: Satin Black en el diseño Fortis y Copper Bronze en las llantas forjadas.
Los tiradores de las puertas ahora emergen al desbloquear el vehículo, y los retrovisores exteriores presentan un diseño de cristal enrasado y cabeza giratoria, mejorando tanto la estética como la aerodinámica.
Son pequeños cambios en un coche que sigue deslumbrando por su diseño, inequívocamente Aston Martin lo veas por donde lo veas. Morro largo presidido por una parrilla gigantesca, las puertas con su característico movimiento de apertura ligeramente hacia arriba tanto en las delanteras como en las traseras o una zaga marcada por el elaborado difusor trasero con las cuatro salidas de escape en él integradas marcan un diseño que no tenía necesidad de cambiar un ápice.
Interior: lujo artesanal y la tecnología de vanguardia que echábamos en falta
El habitáculo del DBX707 ha sido completamente renovado, tomando avances que conocimos en los modelos DB12 y Vantage que han llegado al mercado en los últimos meses.
Destaca una nueva consola central con una pantalla ahora táctil de 10,25 pulgadas y un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas. El sistema de infoentretenimiento, desarrollado por Aston Martin, ofrece conectividad inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto, múltiples conexiones USB-C y la conectividad necesaria en un coche de lujo en los tiempos modernos.
Es cierto que bajo mi punto de vista en coches de este segmento de precio la desaparición de los relojes analógicos y su cambio por pantallas es un paso arriesgado, que seguramente rectificarán en el pasado, pero hay que darles la oportunidad de comprobarlo por ellos mismos.
Es cierto que al menos en el DBX707 se mantienen los controles físicos para funciones clave como la selección de marchas, modos de conducción, climatización y ajustes de suspensión, combinando la modernidad con la funcionalidad tradicional.
En cuanto a materiales y acabados, se ofrecen tres nuevas tapicerías: Inspire Comfort, Inspire Sport y Accelerate, esta última con Alcántara por todos los paneles del techo para un toque más deportivo y acogedor. Los paneles de las puertas pueden personalizarse con materiales como roble ahumado brillante, malla de titanio, madera de ziricote, negro piano o fibra de carbono.
El sistema de sonido de serie cuenta con 14 altavoces y 800 W, mientras que opcionalmente se puede equipar un sistema Bowers & Wilkins de 23 altavoces y 1.600 W, diseñado específicamente optimizar el sonido en base a los volúmenes y las formas del DBX707.
Amplio y confortable, el habitáculo de este coche ahora sí está al nivel que esperas encontrar al abrir la puerta de un Aston Martin, y si como es el caso de la unidad de pruebas está tapizado en estos colores en combinación con el color exterior Supernova Red, el espectáculo visual está más que garantizado.
Al volante: equilibrio entre su descomunal potencia y confort
Desde el momento en que se presiona el botón de arranque, el V8 biturbo cobra vida con un bramido grave y profundo, de esos que hacen vibrar el suelo y girar cabezas haciendo sentir que estás ante un coche muy especial.
No es un sonido artificial ni filtrado: es mecánico, auténtico, con un tono metálico en el arranque y una progresión gutural que va ganando en agresividad a medida que se sube de vueltas, aunque creo que por los altavoces algo de amplificación cuando lo llevas alto de vueltas ayuda en este sentido.
Desde el primer metro con él en carretera, el DBX707 2024 se siente diferente a su antecesor. Ahora la experiencia de conducción es más equilibrada que antes, combinando con acierto la potencia bruta con el refinamiento.
El V8 de origen AMG tiene carácter propio, entregando la potencia de forma progresiva, sin picos abruptos, pero con una contundencia lineal que empuja con fuerza desde apenas 2.000 rpm y me atrevo a decir que es superior al que encuentras en coches Mercedes-AMG con idéntica mecánica.
El par motor constante en todo el rango te asegura que siempre tendrás una respuesta contundente. Eso permite adelantar o hacer maniobras como incorporarte a una carretera de alta velocidad sin ningún esfuerzo.
El cambio automático de nueve marchas, con embrague multidisco en baño de aceite, es rápido y suave a la vez. En modo manual, las levas detrás del volante responden con inmediatez, haciendo “blip” en reducciones y manteniendo la marcha elegida si el conductor así lo desea hasta más allá del corte de encendido.
La recalibración de la suspensión y los amortiguadores electrónicos ha sido un absoluto acierto. La suspensión neumática adaptativa hace un trabajo impecable al controlar el balanceo sin castigar por ello a los ocupantes como pasaba originariamente.
Tanto es así que en el modo GT circulando sobre firme irregular, el coche es capaz de mantener el confort y la compostura. Pero cuando realmente el DBX707 saca a relucir todo su carácter, es al activar el modo Sport+.
El DBX707 se transforma, la carrocería y las suspensiones se tensionan, la respuesta del acelerador se vuelve más nerviosa e inmediata y el escape empieza a escupir sonidos más crudos entre marchas que incitan a sacarle todo el partido por las preciosas y desiertas carreteras de La Alcarria.
La dirección es directa, con asistencia eléctrica pero bien afinada. El volante, revestido en cuero cosido a mano, ofrece un grosor y textura que invitan a agarrarlo con decisión y a pasárselo bien en curvas rápidas y no tan rápidas, algunas de ellas con sombras frías que hacen sentir miedo al pasar pisando en apoyo.
Consigue trasladar al conductor esa confianza y sensación de control porque transmite lo que pasa bajo las ruedas delanteras, especialmente en los modos de conducción más deportivos. En curvas rápidas, el eje delantero se muestra preciso y comunica bien, hay estabilidad en apoyo y la sensación de despegue solo la notas cuando abres gas quitando grados de volante y encaras un tramo recto sacándole partido a la impresionante mecánica.
El coche se siente más bajo y más compacto de lo que en realidad es, haciendo que salvo por la perspectiva de la carretera llegues a sentir que vas conduciendo un deportivo puro camuflado en formato SUV.
Ayuda clave en este sentido es el sistema de tracción total, que llega a ser capaz de enviar todo el par al eje trasero.
Junto con la transmisión de nueve velocidades, asegura una aceleración contundente y una entrega de potencia lineal. Los frenos carbonocerámicos, con discos delanteros de 420 mm y traseros de 390 mm, ofrecen una capacidad de frenado excepcional, acorte con el rendimiento del vehículo.
Tienen un mordiente firme desde el primer toque de pedal, sin fatiga ni sensación esponjosa. En conducción exigente, transmiten seguridad total, ayudados por una gestión electrónica bien calibrada que nunca interfiere de forma brusca.
El coche permite jugar con el límite, insinuar un pequeño sobrevirje en apoyos fuertes y corregir con gas, como harías en un coche mucho más bajo y ligero. Por algo es el Safety Car de la Fórmula 1.
Valoración final y precios en España
El Aston Martin DBX707 2024 representa una evolución acertada del primer y hasta ahora único SUV de la firma de Gydon. Mantene su impresionante rendimiento mientras mejora significativamente en áreas clave como la tecnología del interior y el ajuste dinámico. Ahora sí está equilibrado y preparado para plantar cara a sus rivales más directos.
En España, el precio del Aston Martin DBX707 2024 parte desde aproximadamente 250.000 euros, dependiendo de las opciones de personalización y equipamiento seleccionadas. Y sigue siendo uno de los pocos coches de su segmento que no está hibridado, algo muy positivo que hay que tener en cuenta a la hora de decantarse por uno o por otro.