Parece que se desvanece el sueño de ver una especie de Airbus del sector del automóvil a la japonesa que comenzó a tomar forma a mediados del año pasado. Solo unas semanas después de firmar un memorando de entendimiento, Nissan y Honda han roto las negociaciones para fusionarse.
En teoría, iba a ser una fusión entre iguales, pero Honda podría haber querido tener más peso y es algo que no le ha parecido bien a Nissan, a pesar de que está en la cuerda floja y esta coalición podría ser su salvación.
Cada uno por su lado: Nissan se queda sola ante el peligro
De un tiempo a esta parte, estamos viendo cómo se produce un cambio de cromos en la industria del automóvil. Hace tan solo unos años, China tenía un peso ridículo en este sector y prácticamente nadie tomaba en serio a sus fabricantes, pero las cosas están cambiando en tiempo récord y las compañías chinas están acabando con la hegemonía de los fabricantes tradicionales.
De momento, una de las marcas que peor lo está pasando es Nissan. La firma japonesa reconoció a finales del año pasado que sus resultados financieros son nefastos, por lo que decidió tomar medidas drásticas para intentar sobrevivir. Además de anunciar 9.000 despidos en todo el mundo, bajadas salariales para sus directivos y un recorte del 20% de su producción global, comenzó un proceso de negociación con uno de sus mayores rivales: su compatriota Honda.
Tan delicada es la situación para Nissan que asociarse con su peor enemigo parecía la solución para evitar la bancarrota. A finales del pasado mes de diciembre se confirmaron las conversaciones entre ambas marcas para negociar una fusión que podría completarse en junio de 2025, dando lugar al tercer mayor fabricante de automóviles del mundo, tras Toyota y Volkswagen.
En ese momento, las dos compañías niponas firmaron un memorando de entendimiento. No significaba nada definitivo, pero parecía que llegar a un acuerdo definitivo era solo cuestión de trámites. Pues bien, solo unas semanas después de que Nissan y Honda se dieran la mano se han roto las negociaciones.
Sorprendentemente, ha sido Nissan la que ha decidido cancelar las conversaciones de fusión, según señala Nikkei. El mismo medio apunta que, en teoría, ambas marcas comenzaron hablando de una fusión entre iguales, pero Honda habría intentado cambiar la ecuación para tener el control y que Nissan se convirtiese en una filial.
Como no es una idea que convenza a Nissan porque perdería poderes en la toma de decisiones, parece que sus máximos responsables han decidido romper las negociaciones y continuar por su propio camino, aunque la decisión todavía no está tomada, de hecho, en las próximas horas se celebrará una reunión entre ambas partes, según dice Financial Times.
De momento, tras publicar los medios japoneses esta información, Nissan ha caído casi un 4,9% en bolsa, mientras que Honda ha subido casi un 8,2%, dejando claro que a sus inversores les preocupa que se fusione con una marca que se ha dado menos de un año para vivir o morir.
