Alejandra Otero
En el este de China se concentran sus mastodónticas ciudades, como Shanghái, Nankín o Hangzhou. Es el corazón industrial y económico del país, y alberga más de una quinta parte de la población de la República Popular. Esto la convierte en la zona que más energía consume de todo China. Pero los principales centros de generación renovable se encuentran a miles de kilómetros, en el norte y el oeste.
En este contexto, la central de bombeo de Jùróng recién inaugurada y que ya opera a total rendimiento, es clave para almacenar electricidad y estabilizar la red en una zona tan exigente. No es una cualquiera: tiene la presa más alta del planeta para este tipo de instalaciones. Es tan elevada como un rascacielos de 60 pisos, erigiéndose más de 182 metros.
La batería que sostiene al este de China
Se trata de la central de bombeo Zhenjiang / Jurong Pumped Storage Power Station, ubicada en el delta del río Yangtsé en la provincia de Jiangsu. La semana pasada entró en pleno funcionamiento y se ha convertido en el principal gestor de energía limpia para esta región.
Números de récord. Además de que la presa del embalse superior firma 182,3 m de altura y que no hay otra más elevada en toda la faz de la Tierra, tiene otras cifras mareantes. Sus dos embalses almacenan 17,07 millones m³ de agua, equivalente a 6.800 piscinas olímpicas.
Su capacidad instalada total es de 1,35 millones de kilovatios (1.350 MW), y su generación anual estimada alcanza los 13.500 millones de kilovatios-hora, fruto de su funcionamiento como sistema de almacenamiento por bombeo. Así, puede cubrir una gran parte de la demanda diaria en Jiangsu. Provincia que este verano registró un récord en consumo de electricidad: 156 millones de kilovatios, más de un 6 % más que el de 2024.
"A pleno funcionamiento, proporcionará aproximadamente 2,7 millones de kilovatios de capacidad de regulación de potencia bidireccional, aliviando la presión de la demanda máxima en la red eléctrica y mejorando la integración de nuevas fuentes de energía", presumió Wang Chenhui, director del Departamento de Desarrollo de State Grid Zhenjiang Power Supply Company.
Además, se vanagloria de otros hitos técnicos, como el uso de materiales impermeabilizantes pioneros en la enorme presa o nuevos sistemas de elevación para válvulas esféricas de gran tamaño. Avances que podrían replicarse en otras instalaciones para zonas densamente pobladas, pero con escasa producción de energía.
Una pieza clave para renovables. Una central de bombeo, también llamada planta de almacenamiento hidroeléctrico por bombeo, es una suerte de "batería hidráulica". Su objetivo es almacenar energía moviendo agua entre dos embalses situados a distinta altura. En horas de baja demanda, utiliza el excedente de energía para bombear agua hacia el embalse superior, acumulando energía potencial. En picos elevados de consumo, el sistema libera el agua hacia el embalse inferior, haciendo que pase por las turbinas y genere electricidad.
Por eso es vital para esta región que tanta energía demanda y consume, donde la estabilidad del suministro es crítica. Y a su vez es un gigantesco "pulmón energético" de energía renovable, que ya tiene una penetración de más de la mitad de la electricidad generada en China.
Además de aliviar picos de carga, facilita la integración de nuevas instalaciones fotovoltaicas y eólicas, cuya generación eléctrica es intermitente, y permitiendo así que no se desperdicie la energía generada. En China hay cerca de 80 instalaciones de bombeo ya activas, y se están convirtiendo en una pieza fundamental del sistema eléctrico del país.
Imágenes | Ministerio de Recursos Hídricos de la República Popular China
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