Quizás para mí, el momento más divertido en todo el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 cuando Sebastian Vettel apretaba las clavijas de su Red Bull consiguiendo hacer la vuelta rápida de carrera tras rodar más de tres segundos más rápido de lo que lo venía haciendo durante el resto de la prueba.
Lógicamente se ganó le bronca de su ingeniero a lo que él respondió que era más una satisfacción personal después de aburrirse en el trenecito que fue la carrera. Inmediatamente me recordó a cuando el gran Kimi Raikkonen dijo que casi se duerme en carrera el día que se le estropeo la radio.
Lógicamente, su ingeniero Guillaume Rocquelin le respondió inmediatamente por radio:
No hay satisfacción para nosotros
Ya en frío, Sebastian Vettel se justificó por su acción:
No estoy tratando de hacer algo tonto, y me disculpo por discutir con mi ingeniero en la radio. Pero es un reflejo de cómo las carreras son hoy en día, cuando se puede ser tres segundos por vuelta más rápido. Sé que los pilotos no están disfrutando de las carreras tanto como les gustaría. El espectáculo es bueno hasta cierto punto, pero si es una cuestión de seguir unos a otros y esperar a la bandera a cuadros, no estoy seguro de si eso es lo que la gente quiere ver.
Vamos, que entiende perfectamente que la Fórmula 1, hoy por hoy es aburrida. Y a veces muy aburrida. Tanto confiar en los neumáticos para buscar espectáculo y ellos mismos se lo han cargado. Y entiendo perfectamente su comportamiento. Nico Rosberg por delante rodó rápido las últimas vueltas. Incluso Fernando Alonso lo habría hecho, pero ese día, no.
Vía | TheF1
