Hacer un resumen de la temporada de Mclaren Mercedes en este país es un arma de doble filo. Aún siendo imparcial algunos me tacharán de Alonsista y otros de todo lo contrario y diga lo que diga no dejaré a todo el mundo contento. Pero esos son riesgos que hay que correr.
El año 2008 comenzó tratando de olvidar las turbulencias del pasado reciente. Para evitar problemas la solución era fácil. Bye bye Alonso; hola Kovalainen. Con el finés, Ron Dennis buscaba el perfecto escudero para Lewis y así evitaba cualquier lucha de poder. No creo que mucha gente esperara a comienzos de temporada que Kovalainen pudiera aspirar al título por mucho que el dijera lo contrario.
Por su parte Lewis Hamilton seguía aspirando a convertirse en el campeón del mundo más joven. Si a lo sucedido en 2007 le sumamos experiencia (y mucha, aunque fuese a "golpes") y menos líos fuera de la pista, la receta podía tener un resultado magnífico como así fue. Pero siendo honestos hay que hablar que Hamilton ha sido el campeón con menos puntos desde el 2003 (en aquel año hubo dos carreras menos). ¿Ha sido el 2008 un año de grandes rivalidades o de falta de un piloto dominante? Hamilton, Massa, Kubica y Raikonnen han estado ahí hasta, casi, el final, pero sus actuaciones no han sobresalido y cuentan con demasiados borrones. Aún así, tampoco es que Hamilton haya sido el menos malo. El británico ha conseguido el campeonato siendo el más fuerte y sobre todo el más regular. Aunque hasta la última vuelta no lo tuviera tan claro.
Otra de las aspiraciones de Mclaren Mercedes era la de volver a conseguir el título de constructores. Algo que rápidamente comprobaron que iba a ser complicado. Kovalainen es un buen piloto, pero si comparamos al hipotético segundo de Ferrari, Raikonnen con él, las comparaciones pueden ser odiosas. A pesar de la victoria en Hungría, el nórdico no ha brillado como se esperaba. Dos podium más y siete abandonos son los números más destacados de la temporada. un botín que se antoja escaso.
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