
Con la confirmación de la vuelta a los rallies el presente año con el Yaris WRC, Toyota prepara su regreso a competición, que para muestra y sorpresa de aquellos que solicitaban una versión de altas prestaciones, ya tiene su réplica homologada para carretera, un Yaris de algo más de 210 caballos de potencia.
Dispuesto a situarse entre los más “cachondos” de su categoría, y no sólo por aspecto, sino por carácter y dinamismo, este Yaris con apellido GTI verá la luz en marzo con motivo del Salón de Ginebra, que tendrá lugar entre el 9 y el 19 de marzo.
Entre dos aguas
La nueva variante deportiva de la que Toyota aún no ha revelado su nombre viene a situarse entre la gama normal, en la que las prestaciones no son prioridad alguna, y el Yaris WRC, el coche de carreras con el que Toyota participará en el asalto al Mundial de rallies y sobre el que se encuentra inspirado.
De hecho, este modelo emplea los mismos colores de guerra utilizados por el equipo Toyota GAZOO Racing WRC, como son el negro y rojo en llantas, retrovisores, spoiler, difusor trasero, llantas, etc.
Su frontal adquiere el diseño en “X”, aunque como su fuente de inspiración, el Yaris de competición, presenta una enorme parrilla en nido de abeja, que hace las funciones de entrada de aire para la refrigeración del motor, marcada por el rojo del splitter. También estrena nuevo diseño de los faros delanteros, que ahora integran las luces diurnas por LED’s, al igual que unos renovados pilotos traseros. Incluso los faros antiniebla presentan ahora nuevos marcos.
Su prominente alerón trasero tiene la función de dar apoyo al eje posterior a alta velocidad y en zonas de poco agarre
Esa prominente entrada de aire a la que hacíamos referencia, tiene la función de extraer el aire de los pasos de rueda y ayudar a canalizarlo hacia los laterales y la parte posterior del vehículo.
La zaga tampoco pasa desapercibida con su difusor y el spoiler, que ya refleja la versión de competición, a la que suma el escape central, una solución poco habitual en el segmento de los subcompactos al que pertenece. Este difusor tomado del modelo de competición, pero sin las características aletas verticales que se emplean en este disciplina, tiene la función de aumentar el flujo del aire, que pasa por debajo del vehículo, e incrementar el ángulo con el que pasa de esa zona para que se una al flujo procedente del alerón trasero y optimizar, de esta manera, el flujo de la parte trasera del coche.
Como en el Yaris WRC, la función del alerón posterior es dar apoyo al eje posterior a altas velocidad y en zonas de poco agarre, con el fin de evitar que se pierda el control del tren trasero, aportándole un mayor apoyo y estabilidad. Dicho alerón trasero, evita que el coche se descuelgue de atrás para luego continuar ganando velocidad en carreteras muy reviradas.
Con carrocería de tres puertas
Esta sugerente versión “Sport” del Toyota se fabricará exclusivamente con carrocería de tres puertas, pues Toyota busca acentuar en mayor medida su faceta más deportiva y el carácter más agresivo del modelo más deportivo de la gama.
Con 210 caballos de potencia, este particular Yaris del que aún se desconoce su nombre definitivo, será el más potente de su historia
Esta radical versión no tendrá los 380 CV de potencia que desarrolla el 1.6 turbo del Yaris WRC de Jari Latvala, pero tampoco se quedará muy atrás ofreciendo más de 210 CV de potencia, situándose como el Yaris más potente de la historia de la gama. De hecho, ninguna variante deportiva ha tenido una potencia similar. El Yaris T-Sport de 2001 recurría a un 1.5 VVT-i de distribución variable, que otorgaba 106 CV. También hubo otra versión deportiva, reflejada en el Yaris TS de 2007 —que no se comercializó en España—, que montaba un 1,8 litros con sistema de distribución y alzada variable de Toyota “VVT-i” de 132 caballos.
Podría portar un 1.6 sobrealimentado como la versión de rallies
Es probable que este particular Yaris Sport monte un 1.6 litros sobrealimentado, que presente una admisión más grande, aumentando con ello la entrega de par a base de incrementar la cantidad de gases introducidos en la cámara de combustión y de quemarlos con mayor valor de presión media, lo que redunda en una mayor potencia y mejor rendimiento.
Ese aumento de la admisión del aire obligará a rediseñar, como el modelo de competición, pistones y culata, entre otros elementos, con el objetivo de resistir ese sobreesfuerzo al que será sometido.
Al igual que el motor, este particular Yaris vitaminado también ofrecerá otras mejoras mecánicas, que incluirán una suspensión revisada, una dirección más precisa y nuevos frenos para detener tanta carga energética, que a buen seguro mejorarán su comportamiento.
Respecto a la suspensión, tendrá más incidencia en maximizar la adherencia posible para mantener el coche neutro en sus reacciones, como en la versión de rallies. Por lo tanto, los tarajes de muelles, amortiguadores y estabilizadoras, cambiarán sustancialmente, ya que la carga sobre el neumático, debido a su mayor aerodinámica, será mayor.
Objetivo: potenciar su nivel tecnológico
Han pasado nada menos que la friolera de dieciocho años, después de que la marca nipona abandonara el Mundial de Rallies, allá por 1999. Con el tan esperado regreso a esta disciplina en la que el mayor fabricante mundial de automóviles se coronó campeón en tres ocasiones, en los años 90, Toyota busca potenciar su desarrollo tecnológico y reforzar su imagen de marca, tal y como declaró el propio presidente de la empresa Akio Toyoda. Precisamente estos mismos objetivos son los que han llevado al fabricante nipón a mostrar su nivel tecnológico en este Yaris vitaminado, que verá la luz en poco más de un mes.