Los Países Bajos se convierten en el campo de pruebas para los coches eléctricos

Los Países Bajos se convierten en el campo de pruebas para los coches eléctricos
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En los Países Bajos confluyen muchas de las características necesarias para que los coches eléctricos triunfen; altos precios de la gasolina, elevados impuestos a los vehículos de combustión y una larga tradición en defensa del medio ambiente. Si juntamos todos ellos, tenemos el cóctel perfecto para la primera invasión eléctrica en Europa.

Solamente en 2012 se vendieron unos 7.500 coches eléctricos en el país, con una presencia elevada de los eléctricos de autonomía extendida, como el Chevrolet Volt/Opel Ampera, pero también otros como el Fisker Karma, que se ha posicionado como el coche más vendido dentro del segmento del lujo. Superando a modelos de combustión como el Mercedes-Benz Clase S.

Pero todo el mérito de los coches eléctricos en los Países Bajos no viene de la conciencia medioambiental y la carga económica que supone un vehículo de combustión; también el hecho de ser un país pequeño (poco más de 200 km de ancho por 350 km de largo) y contar con una elevada infraestructura de puntos de recarga también ayuda.

Fisker Karma
El Fisker Karma está a la vanguardia del segmento de lujo en los Países Bajos

Y es que ese es, volviendo sobre el tema de siempre, el gran obstáculo que se ha de eliminar para la implantación del vehículo eléctrico; disponer de puntos de recarga suficientes para cubrir las necesidades de la población, haciendo ver que el uso de un coche eléctrico es todavía más fácil que el de uno de combustión.

Puede que al principio nos cueste un poco el comenzar a usar un eléctrico, tenemos la experiencia de primera mano de Patrick Langevoort, que cuenta al New York Times cómo en los primeros días de ir al trabajo con su coche eléctrico sentía que no disponía de la suficiente batería para completar su recorrido hasta Amsterdam, viéndose superado por la situación de no encontrar un punto de recarga cercano que había visto en un mapa.

Eso al principio, una vez memorizado donde tenemos los puntos de recarga a nuestro alrededor (seamos sinceros, si recordamos donde tenemos los cajeros automáticos de nuestro banco diseminados por la ciudad, encontrar los puntos de recarga para un coche eléctrico no ha de ser mayor problema) el coche eléctrico pasa de ser un nicho para ir de A a B a convertirse, en muchos casos, en el vehículo principal de la familia. Volviendo al señor Langevoort, comenta incluso que ha vendido su coche de combustión para usar exclusivamente el eléctrico.

Nissan Leaf

Otro de los caminos por los que el coche eléctrico ha llegado a tierras neerlandesas ha sido a través de los contratos de leasing que los fabricantes ofrecen, ya que reducen el precio de adquisición inicial de los coches de tal maneraque compiten desde un primer momento de tú a tú con los modelos de combustión.

Y sobre todo, los eléctricos compiten con una baza que sus primos de combustión directamente no pueden, las emisiones. El gobierno neerlandés pretende cambiar la forma de pagar el equivalente al impuesto de circulación para que se pague en función del tipo de energía a utilizar, los kilómetros realizados durante el año y el peso del vehículo.

De esta forma, un SUV diésel, que paga unos 3.000 a 4.000 € anuales de impuesto de circulación en los Países Bajos, que realice muchos kilómetros se verá aún más penalizado, impulsando a la gente a utilizar vehículos eléctricos cada vez más, exentos (por el momento) de impuestos.

Fuente | The New York Times En Motorpasión Futuro | En Países Bajos, los híbridos enchufables para flotas funcionan sin enchufarse, Holanda, 24 horas, un Nissan LEAF, puntos de recarga rápida y... 1.254 km, Pagar por kilometraje

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