El Papa Francisco ha fallecido este lunes de Pascua a los 88 años de edad después de unos meses luchando contra una enfermedad pulmonar. El pontífice ha estado doce años en el cargo en los que ha impulsado muchas medidas. Una de las últimas, a nivel automovilístico: Francisco quería acabar con las emisiones en El Vaticano.
Hace menos de medio año, el Papa Francisco anunció el lanzamiento de un plan para conseguir que todos los vehículos de El Vaticano fuesen cero emisiones en menos de cinco años. Y empezó a construir el camino con un papamóvil eléctrico que Mercedes le regaló a finales de 2024. Veremos si su sucesor mantiene viva esta ruta eléctrica de Francisco.
Francisco estableció una agenda de emisiones cero para los coches de El Vaticano
El Papa Francisco ha sido mundialmente reconocido por su faceta aperturista. Como es natural por su corriente jesuita, el argentino siempre se mostró humilde y pendiente ante los nuevos tiempos. Y eso afectó también a la industria automovilística de El Vaticano. Porque Francisco quería que el país sagrado estuviese libre de emisiones.
Fue una de las últimas medida impulsadas por el sumo pontífice antes de caer enfermo. A finales de 2024, el Papa Francisco lanzó una agenda con el objetivo de que todos los vehículos de El Vaticano fuese libres de emisiones a partir de 2030. Y comenzó dando ejemplo con su propio coche, el papamóvil.
En diciembre de 2024, Mercedes le regaló al Papa Francisco un papamóvil totalmente eléctrico. En un acto en El Vaticano, el mismísimo Ola Källenius, CEO de Mercedes, le hizo entrega del vehículo, en un evento en el que el propio Francisco exigió que estuviesen presentes todos los trabajadores que habían participado en la elaboración del coche.
El papamóvil entregado a Francisco estaba basado en el último Clase G eléctrico con tracción integral que lanzó la compañía alemana, pero modificado para las necesidades del Papa. Era descapotable, aunque con un techo retráctil en caso de lluvia. Tenía una silla giratoria hecha a mano y, como buen papamóvil, era completamente blanco con matrícula SCV1. Lo utilizó hasta en su última aparición pública, este Domingo de resurrección.
Este solo fue el último papamóvil eléctrico de Francisco, que ya había mostrado su preocupación por las cero emisiones mucho antes. De hecho, el Papa llegó a tener un papamóvil de hidrógeno sobre la base del Toyota Mirai, y tuvo otros coches eléctricos como un Nissan LEAF, un Opel Ampera-e o el proyecto del Fisker Ocean, que hasta tenía interiores veganos.
El Papa Francisco ya descansa en paz. Ahora la gran pregunta es si su sucesor mantendrá la ruta hacia las cero emisiones en El Vaticano.
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Imágenes | El Vaticano
