¿Cómo era la vida en una cadena de montaje de vehículos a finales de la década de 1940? En Solihull (Reino Unido) Land Rover acaba de inaugurar Defender Production Line, que es una recreación de la cadena de montaje original que en 1948 dio salida al Series I de Land Rover. Allí se muestran las diferentes fases de la producción del emblemático todoterreno con réplicas de varias unidades.
Cada una de ellas ha sido ensamblada utilizando piezas y procesos idénticos a los que se utilizaron para la producción original del Series I, y en la exposición se puede realizar un verdadero viaje al pasado para contemplar desde las mesas de dibujo de los diseñadores hasta las herramientas o las ropas de trabajo que se utilizaban en la época.

Para las réplicas, la firma de Coventry ha contado con la colaboración del restaurador de Land Rover Phil Bashall, que admite haber tenido ciertas dificultades para "conseguir todas las piezas originales necesarias para fabricar unos vehículos que dejaron de producirse hace tantos años”, aunque también explica que esta ha sido una “mision sumamente emocionante”.
Y laboriosa. En su casa tenía unas ocho mil piezas de Land Rover que ha ido atesorando a lo largo del tiempo, desde que recompusiera su primer Series I a los 13 años de edad. Encontrar entre tantos componentes todos los frenos, embragues, juntas y pedales que necesitaba para la exposición no tuvo que ser fácil. La reconstrucción de los modelos se realizó en cinco meses, y contó con la participación del Club Land Rover Series I, que colaboró en la fabricación de chasis y carrocerías.

Ahora, con la Defender Production Line, el recorrido por la fábrica del Land Rover Defender dura unas tres horas, a lo largo de las cuales los visitantes pueden comparar entre las formas que se empleaban hace seis décadas y ahora. Según comentan ellos mismos a la marca, es sorprendente ver lo poco que han cambiado los procesos, que hoy como entonces tienen un marcado carácter artesanal. De hecho, en la cadena de montaje del Defender trabajan hoy en día 450 empleados, incluyendo una familia que durante tres generaciones se ha dedicado a la fabricación de estos vehículos.
El precio de la entrada para el tour completo por la fábrica es de 45 libras esterlinas (unos 60 euros), y se trata de una de las muchas actividades que permite la planta de Solihull.
Ver 6 comentarios
6 comentarios
Usuario desactivado
Me parece una visita muy interesante, aunque se han pasado un poco con el precio.
Usuario desactivado
Estos coches son indestructibles e inacabables, me gustaría algún día tener uno... Simplemento impresionantes.
antonio.diasdacunha
Fantástica esta idea. Estoy seguro que si pusiesen a la venta alguna de esas unidades nuevecitas, pues tendrían comprador que pagase un buen picazo por ellas. Por otra parte pienso que LAND ROVER debería de potenciar este modelo subiendolo de status e intentar hacerle la competencia al MERCEDES G de alguna manera, ya que creo que hay un nicho suficientemente grande para los dos modelos, y el DEFENDER es quizás el único modelo pudiera hacerle la competencia al MB G. Un saludo.
Usuario desactivado
¿60 pavos? No sé, un poco desmesuradillo me parece, por ese precio se puede comprar un pase de cuatro días para el Louvre... Ambos son arte, pero no hay color. Al menos en mi opinión.
Saludos.
Usuario desactivado
Muy interesante, ¿Hasta cuándo estará la expo?
Usuario desactivado
No se,si pagaría 60 euros por entrada,pero la verdad que la idea es fantástica!