Hasta dos años de cárcel puede costar a un conductor el enviar un SMS mientras conduce en Inglaterra. Si ya se ha puesto en entredicho la seguridad (o la falta de ella) que supone el hablar por teléfono, manipular la radio o el GPS… la cuestión de redactar un SMS es claramente más comprometida.
Es comprometida por la concentración que ello supone, que en mi caso puede ser legendaria si nos ponemos en la situación de darle a las teclas con la mano izquierda, ya que implica dejar de prestar mucha atención a la carretera, con grave riesgo de provocar un accidente. Al fin y al cabo, las llamadas de teléfono pueden despistar por lo sesudo de la conversación, pero el SMS requiere tener una de las manos ocupada durante un tiempo mucho mayor. Las penas actuales son económicas y de puntos, hablar por teléfono suele ser 60 libras de multa (casi 90 euros) y tres puntos menos en el carnet, mientras que el envío de SMS supone 2.500 libras (unos 3.600 euros) de desembolso.
Lo cierto es que mediante el envio de un SMS pueden provocarse situaciones de peligro mucho más fácilmente que con las demás manipulaciones de gadgets, yo mismo tengo que pararme en la calle si quiero enviar un SMS decentemente (claro, depende de la habilidad de cada uno…), no quiero ni imaginarme en coche. Así que la cárcel no la veo demasiado exagerada, eso sí, me gustaría saber a quién se le ocurre ponerse a escribir un SMS en plena conducción.
Gracias a Mikel por enviar el enlace.
Vía | Engadget
