Peugeot 508 y 508 SW, presentación y prueba en Alicante (parte 2)

Peugeot 508 y 508 SW, presentación y prueba en Alicante (parte 2)
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En esta segunda parte dejamos al margen lo que es el comportamiento de versiones concretas y nos centraremos en los detalles que son característicos de cualquier Peugeot 508, tanto berlina como familiar. La primera vez que coincidimos fue en Francia, hace dos meses, pero eran unidades preserie.

Durante ese breve contacto, la prensa española vio por primera vez la berlina y el familiar, y nos pudimos subir en ellos, aunque sin arrancar los motores. El comentario casi unánime de los compañeros del ramo era la mejora sobre el Peugeot 407 y que el trabajo en general era muy bueno.

De todas formas, como siempre, acabamos encontrando algunos defectos, algunos achacables a unidades aún no definitivas como el revestimiento del maletero, que fue criticado generalmente. En las unidades definitivas no me ha parecido de sobresaliente, pero es algo un poco difícil de apreciar con un uso normal.

Peugeot 508

Exterior

Valoro mucho que Peugeot haya cambiado de estrategia y deje de aplicar la sonrisa del Joker a sus frontales, ahora es algo más sofisticado. Estéticamente me parece un coche bastante bonito, y parece de segmento más alto. Por ejemplo, el detalle de los retrovisores, los del 407 son más de utilitario que de berlina de segmento D.

El adoptar un voladizo delantero más corto ha sido una sabia decisión, porque el 407 tenía una especial manía por rascar los bajos en determinadas rampas de garaje o incluso algún resalto urbano. Aunque en ese vano cabe un V6, según me confirmaron responsables de la marca, no va a caer esa breva.

También me parece correcto el cambiar el diseño de las ventanillas delanteras, ahora el pilar A parece menos “furgonetero”, y más una berlina normal. Hay dos emblemas distintivos, el “e-HDi” (versión de acceso HDi) y “GT” (tope de gama, también HDi). El resto de versiones no tienen más insignias.

Peugeot 508

Impresiones del interior del Peugeot 508

Por dentro el Peugeot 508 parece tener mucha calidad. Encontramos diversos materiales acolchados y agradables al tacto, y cuero de buena presencia. En cuanto al acabado, todas las piezas parecen ajustar perfectamente. El diseño está orientado parcialmente al conductor, pero el copiloto no pierde protagonismo.

En la consola central, entre los asientos, algunas versiones carecen del freno de mano, que pasa a ser automático. Solo el 1.6 e-HDi probado en la primera parte no tenía el freno eléctrico. Todas las unidades de la presentación tenían navegador, y esto hace que se pierda algo de espacio para colocar objetos.

Si nos fijamos en el cofre central, es bastante modesto. Con mi teléfono móvil, su cargador y la cartera prácticamente podía llenarlo. El tener asientos calefactados también elimina algo de espacio para objetos muy pequeños. No os digo nada de la guantera porque se me olvidó abrirla, sé que decir esto no es muy profesional, pero es honesto.

Peugeot 508 SW

A mano izquierda, al lado del volante, hay un compartimento donde solo caben monedas. Ahí están escondidos los mandos que controlan el ajuste del HUD (según versión). Se ve perfectamente de día y de noche, en generalistas es el HUD que más me gusta. Sí, me gusta más que el HUD del Toyota Prius.

Este HUD nos indica información de velocidad, regulador/limitador y las indicaciones del navegador, lo que ayuda a distraerse menos. En el tablero de instrumentos tenemos los siguientes indicadores analógicos: tacómetro, velocímetro, temperatura del aceite, temperatura del agua y nivel de combustible.

En el centro tenemos una pantalla informativa, que puede ser monocromática naranja o a todo color. Aquí podremos ver información de consumo (ordenador de a bordo), sistema de sonido, indicaciones de navegador y velocímetro digital; tiene por tanto tres velocímetros. Al que le llegue una receta no será por falta de información.

Peugeot 508 SW

El volante tiene una elevada concentración de botones al suprimirse los típicos satélites que usa esta marca. Creo que es fácil confundirse de funciones, el Citroën C4 de primera generación tenía esto mejor resuelto. Como todo, es cuestión de adaptarse. En la consola central el número de botoncitos es razonable.

Debo anotar otro defecto, y es que la zona que toca la rodilla derecha en algunas circunstancias (como una curva a izquierdas en apoyo) resulta ser dura, y eso que hay materiales acolchados cerca. En cuanto a posibilidades de regulación, tiene muchas posibilidades, es compatible con distintas morfologías.

Por cierto, las versiones con llave inteligente se arrancan con un botón ubicado a la izquierda, el resto con la llave clásica. La ubicación no ha convencido a todos mis colegas, en lo que a mí respecta, me da igual. ¿Alguien echa de menos los posavasos? Están en el centro, son plegables.

Peugeot 508 SW

Los asientos me han gustado, aunque tengo dos pegas. La primera es que hasta los asientos del GT llegan a agarrar el cuerpo poco en zona de curvas (a un ritmo elevado) y por otro lado, a veces el reposacabezas genera un ruido intermitente que se intensifica con los baches. Lo he experimentado en dos de las cuatro unidades probadas.

Lo comenté con otros compañeros y nadie se dio cuenta, incluso sin la radio puesta. No es algo de importancia vital, pero me tiene mosqueado cuando conduzco. En las plazas traseras hay mucho espacio, no solo para las rodillas, también para la cabeza. En el 407 casi hay que decapitarse para entrar bien atrás si eres un poco alto.

No he probado el 607 para comparar, pero los periodistas coinciden en que no es tan cómodo. Peugeot mostrará próximamente un modelo que reemplazará a esa berlina de representación, que actualmente no se fabrica. De todas formas, para cuatro adultos está a la altura del Skoda Superb en términos de habitabilidad.

Peugeot 508 SW

En las plazas traseras puede haber un climatizador cuatrizona, algo muy difícil de ver en un coche de segmento D en general, de serie o pagando extra. Me gustó el detalle de la iluminación de cortesía en la zona de los pies, queda muy sofisticada, aunque la fotografía no le hace justicia.

Otro detalle que me gusta es dónde se han colocado los chivatos de abrochado de cinturon: cerca del retrovisor central (como algunos Saab y Mercedes). Por cierto, el asiento del pasajero detecta peso con menos de 10 kilos, así que hasta el anoréxico más extremo es detectado y se le pide que se abroche el cinturón de seguridad.

Las versiones SW tienen un techo panorámico que permite la entrada de mucha luz al habitáculo. No se lo recomendaría a un andaluz o canario, pero a un gallego o vasco sí. Se puede oscurecer totalmente con una cortinilla opaca de accionamiento eléctrico. Por cierto, en las ventanillas traseras puede haber cortinillas también.

Peugeot 508

Comentarios acerca del navegador

Todas las unidades probadas disponían de navegador. Hay una característica que me llama la atención, y es que avisa de los radares de serie, no hace falta invertir en otro “aparatito”. Podemos elegir entre una voz femenina para las instrucciones en castellano, o la mítica voz de Loquendo (yo tampoco puedo tomármela en serio ya).

El navegador lleva consigo el botón de asistencia Peugeot, y la llamada de emergencia con localización satélite (el coche manda sus coordenadas), por lo que es una inversión en seguridad también. Emparejar el teléfono por Bluetooth es muy sencillo, menos desesperante que en marcas como SEAT o Mazda.

Existe una rueda giratoria tipo iDrive (BMW), COMMAND (Mercedes-Benz) o MMI (Audi). El tacto no está tan conseguido, necesita un tiempo de adaptación: va más duro y no hace caso si vamos muy deprisa. Pueden hacerse los mismos movimientos que con los mencionados sistemas de fabricantes Premium.

Peugeot 508

Maletero

Las unidades probadas tenían un fallo en el mecanismo de apertura eléctrica del maletero que me aseguran ya se ha solucionado en fábrica. Si empieza la apertura automática y hacemos algo de fuerza a su favor, se bloquea y procede a cerrar el portón. ¿A que no tiene sentido? Cosas de las primeras unidades…

El revestimiento cojea un poco en la parte superior (ver detalle), cerca de las bisagras del portón de la berlina (bueno, es más correcto decir sedán y tal), en el familiar se nota menos. Solo el GT lleva una galleta por tener escapes dobles, pero los demás tienen una rueda de repuesto de tamaño normal.

La berlina tiene formas más irregulares, por lo que es menos aprovechable que el modelo SW. El piso de carga queda enrasado con los asientos traseros si se abaten en las dos versiones. En general el maletero del familiar es más práctico en todos los sentidos, además tiene una ventaja: ¡el limpialuneta de marras!

Peugeot 407

Conclusión respecto al 407

Repasando lo que escribí en su día sobre el 407, recién salido al mercado, me reafirmo en que es un cambio para mejor. Es un coche superior en todos los sentidos. Ha ganado en tacto de conducción, en el equipamiento que lleva y puede llevar, en eficiencia, en posicionamiento… pero no todo es “bueno”.

Si no recuerdo mal, el 407 tenía una gama más rica de motores de gasolina, con un V6 de 211 CV como tope de gama. Estando el motor ya desarrollado para otros modelos no cuesta tanto ponérselo para satisfacer a esa clientela que se va a ir al concesionario de la competencia. No todo es “dieselgustazo”.

Se nota que han querido hacer algo para los conductores, más presionados que nunca por la administración. Tenemos tres velocímetros (analógico, digital y HUD), avisador de radares de serie con el navegador, regulador y limitador. Pocos modelos proporcionan tantas ayudas, solo le falta leer las señales de tráfico.

Peugeot 508 SW

Creo que Peugeot sienta un buen precedente con este coche, y cada vez se va quitando más complejos respecto a los monarcas germánicos. Las versiones más caras del 508 van muy equipadas y la diferencia en factura con un Premium puede ser sangrante a igualdad de dotación, pero no hay tantísima diferencia en lo que es el coche.

De acuerdo, hay cosas que no tiene y los Premium sí, como tracción total “de verdad” (el HYbrid4 será 4×4 pero a tiempo parcial), chasis adaptativo, control de crucero activo mediante radar (un anti-cagaprisas), conexión a Internet y cosas por el estilo. Pese a todo, se ha germanizado considerablemente.

Muchos conductores quedarán satisfechos con él, y con perfiles muy diferenciados, desde el pesetor hasta algún quemaíllo. Me he vuelto de Alicante con un buen sabor de boca, para qué negarlo. A ver con qué nos sale Peugeot para continuar la saga 600, puede que lo llamen 608 o que se saquen una denominación nueva de la manga. Son capaces.

Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

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