
El sábado pasado en Sopela, un municipio de Vizcaya, un coche eléctrico tuvo un accidente y se salió de la carretera. No se retiró hasta la tarde de ayer martes, 3 de junio: tres días ha estado allí tirado. La aseguradora dice haberse vuelto "literalmente loca" para conseguir que se lo llevaran.
El problema fue el protocolo de seguridad para la batería mecánica ante este tipo de siniestros. Y significó que se pasasen la pelota entre la empresa de grúas, los bomberos o las propias autoridades. El gruista fue multado con 500 euros por "no prestar auxilio y abandonar el vehículo".
"No puede ser que se tarde tres días, podía pasar cualquier cosa"
El coche en cuestión era un Peugeot E-208, en acabado Style, como indican El Correo y otros medios. Terminó fuera de la calzada, tras un siniestro. Como es lógico, el coche debería haber sido retirado, pero el operario de la grúa se negó a hacerlo.
Ha sido un estupendo dolor de cabeza para Asesoranz, la compañía de seguros con quien tenía contratada la póliza la conductora del Peugeot: "No puede ser que se tarde tres días, podía pasar cualquier cosa, incluso que alguien vaya a robar y se electrocute. Nadie se quería hacer cargo del vehículo. Ni la policía, ni los bomberos, ni las grúas...".
Los gruistas: «No tenemos ni formación ni medios para cargar coches eléctricos»https://t.co/pz4Mhvs5WPhttps://t.co/WOuIgtTjXS
— El Correo (@elcorreo_com) June 4, 2025
Desconectar la batería. Todo ha sido por la batería mecánica del Peugeot. La grúa que acudió al lugar pertenece a la empresa Gruauto: su empleado fue avisado para el traslado por una avería, pero en realidad lo se encontró fue un coche siniestrado, fuera de la carretera, con una rueda arrancada y posible riesgo para la batería.
Según explica a Radio Nervión Javier Irastorza, gerente de Gruauto, su empleado actuó conforme al protocolo de seguridad en lo que toca a este tipo de siniestros con este eléctrico de Peugeot: "En caso de emergencia con un Peugeot e-208 tienen que desactivarse la batería".
"Si un coche tiene una avería no es lo mismo que tenga un accidente. En este caso tienes una pendiente que se ve que es un poco más de lo que parece la foto en caída y la batería está justo en los pies del coche de extremo a extremo. Entonces hay que verificar cómo está esa batería", argumenta. Consideran desproporcionada la multa a la par de injusta.
¿Quién debe desconectarla? En el manual se establece que deben ser los bomberos los encargados en caso "de peligro" o "necesidad de intervención urgente". Por ejemplo si está en llamas o las celdas están expuestas. No fue el caso, tal y como han detallado portavoces del cuerpo de bomberos a El Correo. Por tanto, y siguiendo las instrucciones del manual, la desconexión debe hacerla "un taller o concesionario Peugeot cualificado". Así lo han señalado tanto los bomberos como la empresa gruista.
"Sin anularlas no podemos realizar el servicio, nos puede salir caro, si se quema la grúa, ¿quién lo paga?", defiende Irastorza refiriéndose a la batería. Y es que, con la proliferación de los enchufables, este dispositivo al que recurren tanto coches eléctricos y PHEV ha sido objeto de polémica en los últimos tiempos por el posible riesgo que supone que se dañe en un accidente. Más concretamente, si se incendia.
¿Qué pasa con la batería de un eléctrico? El problema de la batería mecánica de un vehículo enchufable es que, de incendiarse, es muy complicada de apagar: puede estar ardiendo días, exige grandes cantidades de agua o incluso pueden volver a aparecer las llamas tras haberse sofocado. Esto se debe al embalamiento térmico que se produce en la química de la batería. Provoca una reacción en cadena en cada celda adyacente alcanzando temperaturas superiores a los 480ºC.
Hay cierta histeria con los eléctricos por este motivo. Por ejemplo, a raíz de varios incendios en párkings de Madrid con enchufables en la ecuación, hay aparcamientos privados de uso público que han prohibido la entrada a coches eléctricos.
Los gruistas, preocupados: trasladar un coche eléctrico no es igual que llevar uno de gasolina
La clave es el protocolo de actuación y es justo lo que reclaman los gruistas. Tras los incidentes de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid ha defendido que los bomberos, en coordinación con la Guardia Civil, han actualizado sus procedimientos operativos para tratar con este tipo de mecánicas. Pero no es así en el caso de los gruistas.
Desde el sector de asistencia en carretera llevan tiempo mostrando su preocupación por el tratamiento y traslado de vehículos eléctricos, reclamando más formación, más equipamiento y un procedimiento armonizado. Tras la campaña de Navidad de este año la Alianza Nacional de Auxilio en Carretera reportó "graves dificultades" para gestionar el auxilio y traslado a talleres de los coches eléctricos de "un modo eficiente y seguro".
Cada vez hay más coches eléctricos, pero asistir y trasladar estos modelos no es igual que con los térmicos, argumentan. "Los servicios de auxilio y asistencia en viaje a vehículos eléctricos, requieren diferente utillaje y equipos de protección individual para los operarios de grúas de auxilio", recogen en Fenadismer. Según esta asociación esto se debe al riesgo de electrocución o intoxicación por gases. De ahí que algunas empresas de grúas, y los propios operarios, se nieguen a llevar estos coches.
"Va a ser imprescindible que el sector y las aseguradoras nos sentemos a tratar con seriedad este asunto si no queremos que este tipo de vehículos queden en muchos casos sin auxilio en carretera ante los problemas que se plantean a nuestras empresas", defiende Xavier Martí, portavoz de dicha asociación.
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