Probamos el Renault Rafale: un imponente SUV híbrido que me ha sorprendido por ser ágil como un Mégane y gastar como un Captur

Casi un año después de presentar el Renault Rafale, el nuevo buque insignia de la marca del rombo está listo para aterrizar en la calle. Comparte muchas cosas con el Renault Espace, incluso línea de producción en la fábrica de Palencia, pero tiene su propia personalidad, tanto en materia de diseño como a nivel dinámico.

De momento, se estrena con un motor híbrido de gasolina de 200 CV que ya utilizan desde hace tiempo los Renault Austral y Renault Espace. Más adelante ampliará su gama con una variante híbrida enchufable de gasolina con 300 CV, tracción total y etiqueta CERO de la DGT.

El Renault Rafale se estrena con un motor híbrido de 200 CV, pronto llegará un PHEV de 300 CV

Renault es una de las que más firme apuesta por el formato SUV, por eso su catálogo está repleto de todocaminos, pero todavía hay hueco para más. Solo unas semanas después de presentar el nuevo Renault Symbioz, los del rombo incorporan a su catálogo el Renault Rafale.

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Lo conocimos a principios del año pasado, pero es ahora cuando aterriza en los concesionarios. Por un solo centímetro no es el coche más grande de la marca, puesto que mide 4,71 metros de largo, mientras que el Renault Espace llega hasta los 4,72 metros de largo, sin embargo, es el nuevo buque insignia de la firma gala.

Sí, los tiempos en los que el buque insignia de Renault era una berlina han quedado muy atrás. Vivimos en la era de los SUV y de la electrificación, por eso Renault ha decidido completar su catálogo por arriba con un SUV eléctrificado y como el formato SUV coupé es tendencia, el Rafale es un SUV coupé.

Esa es una de las principales diferencias entre el Renault Rafale y el Renault Espace. Ambos modelos comparten plataforma, tecnología, motores y cadena de producción en Palencia, pero tienen un enfoque distinto.

Mientras que el Espace es más familiar y puede tener hasta siete plazas, el Rafale se centra en el dinamismo, tanto por su diseño como por su puesta a punto, aunque también tiene un marcado carácter familiar, si bien es cierto que solo está disponible con cinco plazas.

El extra de dinamismo respecto al Espace queda patente nada más verlo. Tiene cinco puertas, por lo que no es un coupé en el sentido estricto de la palabra, pero cumple con los cánones de los llamados “SUV coupé”: voladizos cortos, ruedas enormes, una cintura bien marcada y muy elevada, líneas bien afiladas y, sobre todo, un techo con una caída muy pronunciada que acaba en spoiler muy agresivo y enlaza con una luneta posterior bastante inclinada.

El responsable de dibujar el Renault Rafale es Gilles Vidal, un diseñador que ha llegado a Renault después de pasar por Peugeot, de ahí que el parecido con ciertos modelos de la marca del león sea innegable (si estás pensando en el Peugeot 408 has acertado). Lógicamente, el Rafale tiene su propio estilo, incluso consigue diferenciarse de otros lanzamientos recientes de Renault, como el Espace y el Austral.

En parte lo consigue gracias a sus proporciones. Y es que es prácticamente igual de grande que el Espace, pero es 4 cm más ancho y casi 4 cm más bajo, lo que unido a su diseño hace que se vea mucho más deportivo y estilizado que el Austral.

También llega con colores propios, como el ‘azul cumbre’ de la unidad de las imágenes que acompañan a estas líneas, exclusivo, eso sí del acabado esprit Alpine.

Hay dos terminaciones: techno y esprit Alpine. Se diferencian por el equipamiento y por el diseño, especialmente por dentro y lo cierto es que el esprit Alpine encaja mucho mejor que el techno con el enfoque del Rafale.

Si puedes asumir el sobrecoste de este acabado, del que hablaremos más adelante en el apartado de precios, es la terminación más recomendable. Además, con el acabado esprit Alpine, el Rafale incorpora de serie el sistema de dirección las cuatro ruedas, mientras que en la terminación techno es opcional.

Interior: Google integrado y mucho espacio

A nivel de espacio y practicidad no hay diferencias entre los dos niveles de equipamiento. El Rafale es muy amplio por dentro y va sobrado de espacio, tanto para los ocupantes como para el equipaje. Las plazas traseras son similares a las del Espace de cinco asientos y el acceso a ellas, pese al diseño coupé de la carrocería, es bueno.

Más allá del espacio, en esta zona del habitáculo llaman la atención el reposabrazos central con soportes para tablets/móviles, huecos portaobjetos y dos tomas de carga de tipo USB C.

También es llamativo el techo panorámico Solarbay opcional (cuesta 1.500 euros) porque utiliza cristal líquido y un campo eléctrico para aclararse y oscurecerse, de manera que no necesita cortinilla. Aquí puedes ver cómo funciona.

Lo hemos probado en Sevilla en pleno mes de mayo y en un día soleado y no se echa en falta la cortinilla; cuando se oscurece filtra muy bien la luz y permite hacerlo en dos partes, pudiendo dejar la zona delantera sin oscurecer y la parte posterior opacada.

Además de contar con esta tecnología desarrollada por Saint-Gobain, este techo esconde un detalle interesante: la silueta del avión francés Caudron-Renault Rafale C.460 de 1934 del que este SUV toma el nombre. Este tipo de huevos de pascua están de moda en los coches y Renault ha decidido poner el suyo en el Rafale.

Si nos centramos en el diseño, es idéntico al del Espace y eso es bueno porque la ergonomía es excelente. La visibilidad es buena en todas las direcciones, la posición de conducción es cómoda y todo queda a mano, además, hay botones físicos para el climatizador y eso es un punto positivo.

Otro punto a favor del Rafale es el sistema multimedia OpenR link con Android Automotive, es decir, con Google integrado. En el Megane eléctrico, el Austral y el Espace ya ha quedado claro que es uno de los mejores sistemas de infoentretenimiento del mercado porque es rápido, intuitivo y eficaz, mucho más que los que están desarrollados por los fabricantes.

También ayuda el diseño del cuadro digital con pantalla horizontal de 12,3 pulgadas y de la pantalla táctil central de 12 pulgadas dispuesta de forma vertical y ligeramente orientada hacia el conductor.

Con lo que no cuentan el resto de modelos de Renault es con los asientos deportivos del Rafale esprit Alpine. Tienen un aspecto muy llamativo, con la particularidad de llevar la A de Alpine retroiluminada en el respaldo, son muy cómodos y sujetan bien el cuerpo.

En la mayoría de SUV, que los asientos sujeten bien el cuerpo no es demasiado trascendente, pero en el Renault Rafale sí lo es. Es un todocamino y mide más de 4,70 metros de largo, pero no se mueve con un SUV ni da la impresión de que sea un coche tan grande cuando te pones al volante.

El protagonista de la toma de contacto ha sido un Rafale esprit Alpine E-Tech full hybrid de 200 CV. Es la versión tope de gama hasta que llegue el el Rafale PHEV 4x4 de 300 CV después del verano.

Al volante: no es magia, es el sistema de dirección en las cuatro ruedas

Pues bien, aunque el chasis (plataforma CMF-CD) y el motor son conocidos del Espace E-Tech full hybrid, el Rafale tiene su propia personalidad a nivel dinámico. Junto al diseño, el comportamiento es la otra clave de este coche; mientras que el Espace está más orientado al confort, el Rafale es más dinámico, sobre todo si cuenta con el sistema de cuatro ruedas directrices.

Renault lo ha conseguido con una puesta a punto específica que incluye cambios en la suspensión, la dirección y el chasis, con unas barras estabilizadoras que cambian respecto al Espace y vías más anchas (2 cm a cada lado, dando como resultado los 4 cm más de anchura del Rafale frente al Espace).

En marcha, todo ese trabajo que ha hecho Renault se nota. El comportamiento del Rafale recuerda al del Espace, pero es todavía más ágil y tiene un tacto de conducción claramente más deportivo. Sigue siendo un coche cómodo, pero no tanto como su hermano más familiar y tampoco llega al nivel de un DS 7, pero, a cambio, es más agradable de conducir, sobre todo si equipa el sistema de cuatro ruedas directrices.

Con este sistema, es facilísimo moverse en ciudad, incluso por las calles más estrechas. Cuesta unos minutos acostumbrarse a que un coche así de grande gire tanto y al principio es habitual meter más volante del que hace falta para hacer los giros más cerrados, pero enseguida se le pilla el punto. Lo mismo sucede al aparcar: gira tan bien que parece magia. El problema es que si luego te subes en otro coche te parecerá que no gira absolutamente nada.

Fuera de la ciudad, parece que estamos al volante de un compacto. Una vez más, la dirección en las cuatro ruedas es clave, pero la suspensión se merece una mención especial porque trabaja realmente bien y “sujeta” la carrocería hasta en las curvas más rápidas, evitando que balancee más de la cuenta y ayudando a transmitir una gran confianza al conductor.

La versión híbrida enchufable de 300 CV estrenará una suspensión predictiva que utilizará una cámara para “leer” la carretera y ajustarse con antelación para ser todavía más eficaz, pero no estará disponible en el híbrido de 200 CV.

De momento, esa motorización PHEV no se ha utilizado en ningún coche, pero el conjunto híbrido de 200 CV sí y las impresiones en el Rafale no cambian respecto al Espace o el Austral.

Es muy agradable, funciona una buena parte del tiempo en modo eléctrico y gasta poquísimo (entre 5,5 y 6 l/100 km en ciclo combinado en el Rafale), pero en este coche se echa en falta un extra de potencia para que el motor esté a la altura del resto del conjunto.

Eso no quiere decir que se quede corto, ni siquiera a la hora de adelantar, de hecho, la inmensa mayoría de conductores tendrán más que suficiente con los 200 CV que ofrece este conjunto, pero el Rafale puede con más y también necesita la variante PHEV de 300 CV para enfrentarse a sus rivales, como el DS 7 PHEV de idéntica potencia.

Por supuesto, el Rafale PHEV 4x4 de 300 CV que llegará más adelante será más caro, mientras que uno de los puntos fuertes del híbrido de 200 CV es el precio. Con el acabado techno está disponible desde 41.807 euros y el esprit Alpine parte desde los 46.172 euros.

No es un coche barato, pero es el buque insignia de Renault, es un SUV del segmento D y es más asequible que sus rivales. El DS 7 básico parte desde los 40.266 euros con el motor diésel BlueHDi de 130 CV, el Audi Q5 Sportback más barato está a la venta desde 61.290 euros con el motor diésel micro híbrido 35 TDI de 163 CV.

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Otro de los rivales del Rafale es el BMW X4, que parte desde los 60.600 euros con el motor micro híbrido de gasolina 20i de 184 CV y con tracción total, mientras que el Mercedes-Benz GLC Coupé está a la venta desde 65.204 euros, también con un motor gasolina micro híbrido, en este caso de 204 CV, y con tracción total.

Los gastos asociados para acudir a esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.