
Omoda amplía su gama en España con un nuevo SUV que se posiciona por encima del Omoda 5. Se llama Omoda 9 SHS y es un híbrido enchufable de 4,77 metros de largo que tiene cambio automático, tracción total, 537 CV y autonomía diésel.
Su conjunto PHEV le permite homologar una autonomía eléctrica de 145 km, pero su autonomía total supera los 1.100 km. Por supuesto, tiene etiqueta CERO de la DGT y ya está a la venta por mucho menos de lo que cuestan sus rivales.
El hermano mayor del Omoda 5 tiene un planteamiento mucho más premium
En el poco más de un año que Omoda lleva en España, la compañía del grupo Chery se ha convertido en una de las marcas chinas que más ruido están haciendo y que más dolores de cabeza está dando a las firmas tradicionales. No lo digo yo, sino las cifras de matriculaciones: en lo que llevamos de año se han matriculado más de 4.700 unidades de Omoda en España, por lo que los números de esta marca son mejores que los de otras de toda la vida, como MINI, Mitsubishi o Jeep.
Tiene mérito porque Omoda nació en el año 2022, era una completa desconocida en España a principios del año pasado y, hasta ahora, solo ha tenido un caballo de batalla: el Omoda 5, que se vende con motor de gasolina y en versión 100% eléctrica. A partir de este momento, la cosa cambia porque Omoda acaba de ampliar su gama con un segundo modelo que se posiciona por encima del Omoda 5.
Se trata del Omoda 9 SHS, un SUV de tamaño medio que aterriza en España exclusivamente con un conjunto híbrido enchufable. Precisamente este sistema híbrido es su cara de presentación porque manda 537 CV a sus cuatro ruedas motrices. Sí, has leído bien, el Omoda 9 SHS es más potente que el Porsche 911 GT3 RS de 525 CV, pero cuesta casi seis veces menos.
A excepción de algún coche eléctrico, ningún modelo de combustión o híbrido da tanta potencia por tan poco dinero, pero hablaremos del precio más adelante. Antes conviene ubicar mejor a este SUV que no solo llega con más potencia que el Omoda 5 y con un tamaño considerablemente más grande, sino que también tiene otro planteamiento.
Con sus 4,77 metros de largo, debería jugar en la misma liga que sus parientes del grupo Chery, los Jaecoo 7 SHS y Ebro S800 PHEV, pero lo cierto es que apunta más alto porque tiene un enfoque más premium.
De alguna manera, es una demostración de fuerza de Omoda para dejar claro de lo que puede ser capaz y sus rivales son más bien modelos como el Lexus NX 450h+ 4x4 Luxury, el Volvo XC60 Polestar Engineered T8 AWD PHEV, el Mercedes GLC 300 e 4MATIC con tecnología híbrida EQ o el BMW X3 30e xDrive.
Desde luego, si hablamos de diseño, no se puede decir que tenga menos presencia que cualquiera de sus contrincantes. Te puede gustar más o menos, evidentemente es algo subjetivo, pero es innegable que Omoda ha trabajado mucho en su aspecto exterior y que llama la atención.
También da la impresión de que Omoda está entiendo mejor los gustos europeos y tiene menos influencia de China en este sentido (con la excepción de los falsos tubos de escape traseros con forma de turbina de caza a reacción).
Omoda 9 SHS: así es por dentro
Es algo que también se puede ver en el interior, si bien es cierto que el Omoda 9 tiene menos personalidad por dentro que por fuera porque se toma algunas licencias que recuerdan a sus rivales.
Es el caso del marco que concentra el cuadro digital y la pantalla táctil central, ambas de 12,3”; su forma recuerda al marco que tiene la misma función en el nuevo Audi Q5. Por otro lado, los botones para ajustar eléctricamente la posición de los asientos son muy parecidos a los que utiliza Mercedes-Benz.
Dejando esta cuestión a un lado, el Omoda es atractivo por dentro, tiene una buena ergonomía, es práctico, tremendamente amplio y está muy bien hecho. Todos los materiales son de buena calidad (la tapicería, por ejemplo, es de cuero Nappa) y no se puede poner ningún inconveniente a sus ajustes porque todo encaja perfectamente y, en conjunto, transmite sensación de solidez.
La posición de conducción es buena, los asientos tienen muchos ajustes, la visibilidad es excelente y es fácil manejar todas las funciones porque el multimedia es intuitivo, la pantalla táctil central funciona con rapidez y hay algunos botones físicos que resultan muy prácticos para acceder directamente a funciones clave, como el climatizador o el selector de modos de conducción.
También tiene botones físicos para ajustar los retrovisores. Además, el selector del cambio automático está bien ubicado, detrás del volante, como en los Mercedes-Benz, por lo que es fácil manejarlo a la hora de hacer maniobras.
Cuenta con un Head-Up Displau que aporta mucha información, doble bandeja de carga inalámbrica para smartphones y la conectividad es buena, con Apple CarPlay y Android Auto sin cables, pero repite errores del Omoda 5, como la falta de un acceso directo al menú principal que vendría especialmente bien cuando se utiliza Apple CarPlay o Android Auto porque hay que navegar por la pantalla para volver al menú del sistema de infoentretenimiento.
También activa automáticamente la vista de la cámara de 360 grados a velocidades bajas, por ejemplo, en una rotonda o en una intersección; la cámara funciona francamente bien y tiene una gran nitidez, pero que se active automáticamente esta función en una rotonda para quitar la navegación de Google Maps o Waze no es lo ideal porque es un momento crítico para quedarse sin ver las indicaciones.
Lo que no faltan son huecos portaobjetos; hay por todas partes, tienen un tamaño generoso y algunos permiten ocultar lo que se deja dentro, como el de la consola central.
Y es que el Omoda 9 va sobrado de espacio, pero no solo para dejar cosas, sino también para los pasajeros. Las plazas traseras son enormes y, midiendo 1,83 metros de alto, detrás me sobra espacio por todas partes, dejando el asiento del conductor ajustado a mi posición.
Además, se puede ajustar de forma eléctrica el respaldo de los asientos posteriores, que están ventilados y calefactados, mientras que en los pilares B hay aireadores, igual que en el centro, justo debajo del reposabrazos central delantero.
Otra cosa que me ha gustado es la posibilidad de ajustar los laterales de los reposacabezas porque viene de perlas para echarse una cabezadita sin que la cabeza se mueva en cada curva.
De maletero tampoco sale mal parado. Con 471 litros de capacidad (ampliable a 1.004 litros con los asientos traseros abatidos), no es tan grande como las plazas traseras, pero está en la media de la categoría, sobre todo, si tenemos en cuenta que se trata de un híbrido enchufable y, por lo general, las baterías restan espacio de carga en este tipo de coches. También es muy aprovechable porque la boca de carga es amplia y el diseño del propio maletero es limpio y regular.
Así va el Omoda 9 SHS
Lo bueno es que ese maletero no ha obligado a Omoda a sacrificar la capacidad de la batería del conjunto híbrido, es más, tiene 34,46 kWh de capacidad y es más grande que la de algunos coches completamente eléctricos, como el BYD Dolphin Surf básico (30 kWh).
La batería, que la fabrica CATL, es M3P, es decir, de Ltio-Manganeso-Ferro-Fosfato (sustituye a las tradicionales LFP) y, junto a la potencia máxima del conjunto, es el principal atractivo de este sistema híbrido enchufable porque permite al Omoda 9 SHS homologar una autonomía eléctrica de 145 km en ciclo combinado WLTP. Otra de sus ventajas es la carga rápida porque puede recargarse a una potencia máxima de 65 kW en corriente continua (en corriente alterna se conforma con una potencia máxima de 6,6 kW).
Si sumamos la autonomía eléctrica a la autonomía de la parte térmica, es posible recorrer más de 1.000 km sin parar (Omoda dice que más de 1.100 km) porque el depósito de gasolina tiene 70 litros de capacidad y el consumo medio es de unos 8 l/100 km, aunque una breve toma de contacto no es suficiente para sacar buenas conclusiones.
Lo que sí me quedo claro en la primera prueba es que el Omoda 9 SHS tiene músculo de sobra. Sobre el papel, los 537 CV (y 650 Nm de par máximo) son suficiente para que acelere de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y lo cierto es que es un coche que “anda” mucho, más de lo que necesita cualquier conductor, pero en ningún momento da la sensación de llevar casi 540 CV bajo el pie derecho, ni siquiera cuando los tres motores eléctricos (dos delante y uno detrás) trabajan en modo híbrido en el modo de conducción Sport con el motor gasolina 1.5 turbo de cuatro cilindros.
Jamás se queda corto, pero no te pega al asiento como esperas que lo haga un coche de esta potencia. Da la impresión de que Omoda ha buscado una puesta a punto completamente enfocada al confort y de que ha suavizado mucho la entrega de potencia para que sea lineal, progresiva y agradable.
La transmisión tiene mucho que ver. Es una compleja caja de cambios que integra los dos motores eléctricos delanteros y una caja de cambios de doble embrague con tres velocidades. Según explica Omoda, gracias a esta caja de cambios, el sistema híbrido tiene nuevo modos de funcionamiento y 11 combinaciones de marchas, pudiendo funcionar como eléctrico puro, híbrido en serie, híbrido en paralelo y recuperación de energía.
Al volante, es un cambio suave, en línea con la puesta a punto general del coche. Solo se nota un pequeño salto cuando se pisa el acelerador al fondo durante un buen rato, como una especie de vacío de potencia durante un segundo, pero hay que mantener el pie derecho a tabla bastante tiempo para notarlo. En una incorporación a la autovía o un adelantamiento no se percibe ese salto y el cambio funciona bien.
A pesar de la potencia anunciada, es un coche que invita a circular de forma tranquila, tanto por ese funcionamiento suave de la transmisión, como por la suspensión (a la que Omoda llama electromagnética CDC), que es blanda y no está hecha para conducir de forma brusca porque digiere muy bien cualquier bache, incluso evita que circular por una carretera muy rota sea una tortura porque se filtra absolutamente todo, pero no se lleva bien con cambios de dirección muy bruscos.
Con la dirección pasa algo parecido: es comodísima porque tiene mucha asistencia, pero no transmite nada ni es directa, muy en la línea del resto de coches chinos, incluido el Omoda 5.
Que el Omoda 9 SHS invite a conducir con tranquilidad también tiene que ver con lo bien insonorizado que está el interior. En general, es un coche de esos con los que apetece viajar muchos kilómetros sin ningún tipo de estrés, una filosofía que encaja bien con un híbrido enchufable de este segmento y de este enfoque.
Hasta ahora, era algo reservado para sus rivales, pero el Omoda puede medirse de tú a tú con todos los modelos que he mencionado al principio de estas líneas y lo hace por mucho menos dinero.
Precio del Omoda 9 SHS
Su precio de partida sin descuentos ni ayudas del Plan MOVES III es de 52.900 euros. Esa tarifa ya lo convierte en un coche bastante más asequible que cualquiera de sus competidores directos, pero puede ser más barato.
Incluyendo las promociones de Omoda y la máxima ayuda del Plan MOVES III (como tiene más de 90 km de autonomía eléctrica, se beneficia de hasta 7.000 euros de ayuda, como un eléctrico), su precio de partida pasa a ser de 39.900 euros con la pintura especial Gris Mate de las imágenes. Con el resto de pinturas es alrededor de 500 euros más barato. Además, Omoda adelanta los 7.000 euros del Plan MOVES III.
El nuevo SUV híbrido de Omoda ya está disponible en los 80 concesionarios que tiene la marca china en España. Como el Omoda 5, tiene 7 años de garantía o 150.000 km.