El futuro de la automoción se está dejando ver estos días en la antesala del Salón de Múnich. Con la apertura de puertas prevista para el día 7 los fabricantes (sobre todo alemanes) están dando luz a sus propuestas.
El BMW i Vision Circular es el planteamiento bajo el que BMW ve el futuro de los coches eléctricos, fundamentando la movilidad sobre tres pilares: electricidad, materiales sostenibles y conducción autónoma.
BMW i Vision Circular: porque la movilidad tiene que ser sostenible
Lo que BMW ha querido presentar de cara a Múnich es su visión de futuro, o al menos cómo podrían ser los coches de la marca de la hélice a partir de 2040. Algo así sobre cómo podría ser el futuro del BMW i3, al que por cierto ya le va tocando renovación.
De hecho el BMW i3 fue un coche con un planteamiento muy vanguardista, al menos en lo referente a los materiales utilizados, empleando en buena parte elementos reciclados. Este i Vision Circular va un paso más lejos y mira a una industria circular, en la que se desechen la menor cantidad posible de materiales.
Este modelo se ha pensado para que la totalidad (o casi totalidad) de los materiales que utiliza se puedan reutilizar al final de su ciclo de vida. De paso BMW pretende que los procesos utilizados para la reutilización sean lo más sencillos posible, reduciendo las huella ambiental al máximo. Algo que ya adelantaron con el MINI Strip, aunque ahora tampoco es que hayan ofrecido mucho detalle al respecto.
Así BMW apunta al uso de energías renovables para la fabricación y la ausencia de emisiones durante el ciclo de vida de sus coches eléctricos, pero sobre todo introduce el uso de materiales secundarios como el acero y el aluminio reciclados. Actualmente la media de material reciclado en los coches de BMW es del 30%, y quieren subir hasta el 50%.
Además BMW también apunta al uso masivo de materiales de origen biológico certificado como el caucho de los neumáticos o el volante impreso en 3D sobre materia prima biológica, o el uso de procesos de menor impacto, como pulir la carrocería en lugar de pintarla.
Este mismo planteamiento se utiliza para el apartado mecánico aunque apenas han ofrecido ningún dato al respecto. Lo único que asegura BMW es que la batería de estado sólido será 100% reciclable y confecionada casi en su totalidad con materiales de origen reciclado. No hay datos de motor, ni prestaciones, ni autonomía.
Estéticamente el BMW i Vision Circular destaca por romper con los cánones establecidos en la firma alemana y lanzar una propuesta de diseño absolutamente rompedora, repleta de ángulos para una carrocería de coche urbano de cinco puertas y medidas aparentemente contenidas.
Los voladizos mínimos o las formas imposibles en algunos elementos como el portón trasero o el parabrisas delantero contrastan con elementos reconocibles como los dos riñones delanteros que ahora abrazan también las ópticas, el diseño aerodinámico de las llantas o la curva Hofmeister sobre los cuartos traseros.
Por dentro el habitáculo es una combinación imposible de colores y formas, de aspecto holográfico para el cuadro de mandos y el sistema de infoentretenimiento que nada tienen que ver con los de un coche de producción ni nada parecido.
Lo que sí llama la atención es ver que BMW no menciona nada sobre conducción autónoma en el i Vision Circular y el prototipo mantiene tanto el volante como los pedales.
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