Ferrari no va a entrar en la IndyCar, al menos a corto plazo. Así lo ha confirmado Mattia Binotto, el mandamás deportivo de la marca italiana. Ferrari no será el ansiado tercer motorista que la categoría americana lleva tanto tiempo persiguiendo, pero eso no hace más que relanzar las opciones de ver al cavallino en el WEC.
Binotto ya dijo en su día que Ferrari tendría que emplear en algo el excedente que sobre del tope presupuestario establecido en la Fórmula 1 a partir de 2021. Las dos opciones indicadas por él mismo fueron un motor para la IndyCar o un hiperdeportivo con el que correr en el WEC, así que ahora parece que la segunda opción gana enteros.
Binotto de momento se centra en la Fórmula 1, pero el WEC no está descartado para Ferrari
"Tras algunas conversaciones hemos llegado a la conclusión de que no vamos a entrar a corto plazo en IndyCar. Sería necesaria una inversión importante y preferimos mantenernos concentrados en la Fórmula 1", ha explicado Binotto recientemente. Las negociaciones existieron, pero no han fructificado.
El principal problema era que las normas de la IndyCar impedían que Ferrari construyese todo el monoplaza, sino solo el motor. El chasis único sería de Dallara y en Maranello no podrían meter mano en él. Pero el excedente del presupuesto de la Fórmula 1 también afecta a otros departamentos más allá del motor.
En cualquier caso, las declaraciones de Binotto tampoco dicen nada en concreto sobre el supuesto sucesor de LaFerrari que estaban valorando para el WEC. De hecho, dicen que se van a centrar en la Fórmula 1, pero el límite presupuestario sigue siendo el mismo. O hay despidos o tendrán que involucrarse en otro proyecto, y sin la IndyCar solo queda el WEC.
Además, Ferrari no cierra del todo la puerta a entrar en la IndyCar en un futuro lejano. "Las puertas, sin embargo, no están cerradas y podemos hablar más adelante una implicación a medio o largo plazo. Pero por ahora nuestra objetivo es la Fórmula 1", concluyó Binotto. Es decir, que hacer un motor híbrido para la serie americana no es imposible, pero no ahora.
Para la IndyCar es un mazazo, ya que llevan años buscando un tercer motorista que se uniese a Honda y a Chevrolet y parece que tampoco va a ser Ferrari. La serie americana montará propulsores híbridos a partir de 2023, pero van a seguir con los mismos dos proveedores que tenían hasta ahora.
En cuanto al WEC, la categoría poco a poco va cogiendo lustre. Ya están confirmadas las presencias de Peugeot, Toyota, Audi y Porsche, además de que Acura, la marca cara de Honda, y Alpine, la de Renault, podrán participar si lo desean. Un destino más apetecible para Ferrari, pero económicamente elevado dada la filosofía de la casa de Maranello.
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