Nissan ha revelado finalmente la versión de producción de su nuevo deportivo de la saga de los Z. Bautizado simplemente como Nissan Z, presenta una serie de cambios de diseño con respecto al prototipo mostrado por primera vez en septiembre de 2020, el Proto Z. En su corazón, un V6 biturbo de 3.0 litros y 400 CV asociado a un cambio manual, siendo el automático de nueve relaciones opcional.
Estéticamente, el nuevo Z recupera en gran medida el diseño del modelo de preserie que la marca enseñó hace un tiempo. Solo cambian algunos detalles. La calandra, que antes era una pieza única en negro, se ha dividido en dos secciones que consisten en una malla superior de colores brillantes y una sección inferior en negro que alberga los sensores de asistencia al conductor.
La zaga es prácticamente la misma, salvo por la presencia de un pequeño alerón en el portón de maletero. Por lo demás, es idéntico a lo que ya habíamos visto y se mantiene el diseño general inspirado en el Datsun 240Z original.
Bajo el capó del Nissan Z nos encontramos con un V6 biturbo de 3.0 litros, se trata del VR30DDTT con bloque de aluminio y cuenta con dos turbos de pequeño diámetro para garantizar una respuesta inmediata al acelerador, aseguran desde Nissan. También cuenta con una sincronización electrónica de válvulas en la admisión para mejorar la eficiencia. Este motor anima también los Infiniti Q50 y su versión nipona, el Nissan Skyline.
Desarrolla 400 CV a 6.400 rpm, con un corte a 6.800 rpm. Entrega 475 Nm de par motor máximo, disponible de 1.600 a 5.600 rpm. Nissan no ha querido desvelar otros datos, como el 0 a 100 km/h, por el momento.
Este V6 va asociado a un cambio manual de seis velocidades con desarrollo cortos y un eje de transmisión en fibra de carbono. Huelga decir que obviamente es un tracción trasera. Esta transmisión, heredada del Nissan 370 Z, será la de serie, pero Nissan propondrá en opción un cambio automático de 9 relaciones con levas en el volante. Y es que si bien en los medios y redes sociales se ensalza el cambio manual, a la hora de la verdad, la clientela suele optar por los cambios automáticos.
Un chasis old school para el placer de conducción
El nuevo Z cuenta con suspensión de doble horquilla y subchasis de aluminio, delante, y un esquema multibrazo unido a un subchasis de acero, detrás. Los amortiguadores y muelles son de tipo pasivos. En el vano motor se aprecia una barra superior de refuerzo.
Es un esquema similar al del Nissan 370 Z, siendo la verdadera novedad con respecto al modelos saliente la dirección eléctrica, heredada del Infiniti Q50 con el que comparte V6. A destacar que el capó, las puertas y el portón trasero son de aluminio.
La marca propondrá dos acabados en Estados Unidos, Sport y Performance. Con el Performance el Z equipará amortiguadores más firmes, un diferencial de deslizamiento limitado puramente mecánico, una función Launch Control, frenos más grandes y llantas forjadas RAYS de 19 pulgadas con neumáticos Bridgestone Potenza S007.
Estéticamente, también gana un discreto kit carrocería y a bordo un sistema de audio Bose con ocho altavoces, navegación y asientos diferentes con más refuerzo. Pequeño detalle curioso, en el Z Performance con cambio automático el coche equipa levas de cambio de Nissan GT-R.
El Nissan Z llegará a Estados Unidos en la primavera de 2022 por un precio de partida de unos 40.000 dólares. Allí, será más barato que un Toyota Supra 2.0 litros que tiene 150 CV menos que el Nissan Z. Es una propuesta tentadora, pero que no podremos ver en Europa. Al menos de momento, Nissan no tiene intención de importarlo a Europa.
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