El capítulo de Carlos Tavares queda definitivamente cerrado en Stellantis. El despido del portugués se produjo en diciembre de 2024, en un contexto de caída de ventas generalizadas y una negativa a cambiar su estrategia. El consejo de administración y John Elkann, heredero de la familia Agnelli y Presidente del Grupo, han tardado seis meses en encontrarle un sustituto.
Se trata de Antonio Filosa. El anuncio de su nombramiento estaba previsto para finales de junio de 2025, pero se produjo a finales de mayo. Los empleados del grupo consideran ven a Antonio Filosa como el opuesto de su predecesor, es un hombre “mucho más cálido” que Carlos Tavares, calificado de "radical e insostenible".
Stellantis es ahora más italoestadounidense que francesa
Antonio Filosa, de mandíbula cuadrada y pelo engominado, nació en Nápoles (Italia). Formado en la universidad Politécnica de Milán, este ingeniero hizo toda su carrera en Fiat-Chrysler. De 52 años, era hasta ahora Director para el grupo de 14 marcas en América del Norte y del Sur, así como Director Mundial de Calidad, cargo al que fue ascendido en febrero, unos meses después del despido de Carlos Tavares.
Reclutado en 1999 por el emblemático Sergio Marchionne en Fiat, Antonio Filosa fue ascendiendo en Italia y, sobre todo, en Sudamérica. Tras la fusión con PSA para crear Stellantis en 2021, fue responsable de Alfa Romeo y Maserati en el continente, y posteriormente de todas las actividades del Grupo Stellantis allí.
A principios de 2024, Antonio Filosa tomó las riendas de Jeep, una de las marcas emblemáticas de Stellantis y una de las más rentables del grupo. Este fan de los potentes motores de gasolina se encontró en primera línea de las negociaciones con el poderoso sindicato automovilístico UAW, que protagonizaba una huelga histórica en el marco de un conflicto mundial con los tres principales fabricantes de automóviles estadounidenses. Antonio Filosa negoció con flexibilidad y encontró una salida a la crisis a los pocos meses de su llegada.
La llegada de un directivo italiano, de la antigua Fiat-Chrysler, tiene también otra lectura para el grupo. El segundo accionista de Stellantis, por detrás de la familia Agnelli, vía Exor, que posee el 14% es la familia Peugeot con 7,1% del grupo. Oficialmente, los franceses se felicitan de ese nombramiento, elogiando su “profundo conocimiento de las realidades sobre el terreno y su íntima comprensión de la cultura industrial de Stellantis”.
Sin embargo, con Carlos Tavares, francófono y francófilo, Stellantis seguía centrada en Europa, con un tambaleante equilibrio entre Francia e Italia en el que las marcas galas tenían prioridad sobre las italianas, a excepción de Maserati, recibiendo la mayoría de las inversiones.
Ahora, con John Elkann como Presidente del Grupo y Antonio Filosa, otro italiano procedente de Fiat-Chrysler, como Director General, el cuarto fabricante mundial de automóviles se inclina mucho más hacia Estados Unidos e Italia. Esto podría afectar a afectar ya que Stellantis es el primer fabricante español con la mayoría de sus factorías centradas en las marcas francesas del grupo.
Sin duda Giorgia Meloni, jefa del gobierno ultraconservador italiano, lo ve como una victoria, ella que, en varias ocasiones, se había enfrentado a Tavares por favorecer demasiado las marcas francesas (Peugeot, Citroën y DS) en detrimento de las italianas.
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