Los coches deportivos de segunda mano son cada vez más caros. No es una burbuja: hay una explicación, y tiene mucho que ver con los coches nuevos
Comprar un coche deportivo de segunda mano se está convirtiendo en algo imposible cuando tienes un presupuesto limitado. Los precios en el mercado de segunda mano se han disparado, en general, para todos los coches, pero, sobre todo, para los que son especiales.
Se habla de burbuja, pero, en realidad, "es el mercado, amigo". Para entender por qué ahora están por las nubes los coches deportivos de segunda mano que antes eran accesibles, hay que fijarse en los coches nuevos.
Los coches deportivos baratos de segunda mano han muerto
Ponte en situación: es el año 2009 y te quieres comprar un coche divertido, pero tienes un presupuesto ajustado. No hay problema, tienes muchas opciones asequibles y con enfoque deportivo entre las que elegir.
Da igual en el segmento en el que mires, puedes elegir un Renault Twingo Sport de 130 CV desde unos 15.000 euros, un SEAT Ibiza Cupra de 180 CV desde alrededor de 21.000 euros, un Volkswagen Golf GTI de 210 CV desde aproximadamente 29.000 euros, más o menos el mismo precio desde el que parten el Opel Astra OPC de 240 CV o el Honda Civic Type R de 201 CV. Por unos 23.000 euros también puedes comprar un Mazda MX-5 1.8 de 126 CV (NC).
Eran otros tiempos. No solo había coches (mucho) más baratos que ahora, sino que también había una oferta de modelos “especiales” mucho más amplia, desde un sencillo Twingo Sport, hasta deportivos más serios, pero relativamente accesibles, como el Nissan 370Z, el Mazda RX-8 o el Audi TT.
15 años después, el mercado de coches nuevos es completamente distinto. Ya no hay Renault Sport, ni deportivos de Opel, Peugeot o Citroën, ni siquiera versiones CUPRA de SEAT porque CUPRA ha pasado a ser una marca independiente y, además, tiene un enfoque premium. De manera que alguien que quiere comprar su primer coche especial y quiere que sea nuevo, lo tiene francamente difícil, simplemente porque no hay oferta.
Sigue habiendo deportivos, pero los deportivos asequibles prácticamente han desaparecido porque casi todas las marcas generalistas han dejado de fabricarlos; no hay nunguno en el segmento A, apenas quedan del segmento B y los pocos que hay son caros (Volkswagen Polo GTI, Hyundai i20 N, Mini Cooper S y Toyota GR Yaris), y los compactos deportivos son de todo menos accesibles.
Bien es verdad que los deportivos del segmento C actuales son más rápidos que nunca, pero el Volkswagen Golf GTI tiene un precio de partida de 49.160 euros, el CUPRA León VZ 2.0 TSI de 300 CV parte desde los 50.880 euros y el Honda Civic Type R, el poco tiempo que estuvo a la venta en España, arrancaba en 54.850 euros. Se salva el Ford Focus ST de 280 CV, que lleva unas semanas en oferta desde 32.510 euros, pero dejará de venderse muy pronto, como el Hyundai i30 N.
Sin salir del segmento C, los compactos deportivos más potentes directamente están por las nubes. La versión R del nuevo Volkswagen Golf todavía no está a la venta, pero hace unos meses se puso a la venta el Golf R “20 aniversario” desde 68.915 euros.
Por su parte, el nuevo Audi S3 de 333 CV está disponible desde 65.260 euros y el Audi RS 3 de 400 CV acaba de aterrizar en los concesionarios con un precio de partida de 83.990 euros.
Pero el de los cuatro aros no es el más caro de su clase, el Mercedes-AMG A 45 S 4MATIC+ de 421 CV parte desde los 89.211 euros; sí, es un compacto rapidísimo, pero roza los 90.000 euros. Por comparar con la época de la que hablábamos antes, el Nissan GT-R de 485 CV podía comprarse desde 85.300 euros en el año 2009.
Ni siquiera el Mazda MX-5 se salva, que siempre ha sido el deportivo asequible por excelencia. La versión básica del roadster japonés tiene un precio base de 32.550 euros con el motor 1.5 Skyactiv-G de 132 CV y el 2.0 Skyactiv-G de 184 CV parte desde los 42.050 euros con el acabado Homura.
Hay que tener claro que todo es más caro que en 2009, no solo los precios de los coches nuevos se han disparado, sino la vida, en general, desde la cesta de la compra, hasta la vivienda y el ocio, pero un compacto que cuesta casi 90.000 euros (y supera los 100.000 euros con unos pocos opcionales), es una locura.
El problema de esta situación es que, al no haber coches deportivos nuevos que se puedan comprar a un precio razonable, muchos de los que buscan este tipo de modelos recurren al mercado de segunda mano.
Como la demanda en el mercado de ocasión ha crecido, los precios han subido. Y es algo que va a más; pasa con los coches de segunda mano, en general, pero, sobre todo, con los que son especiales por uno u otro motivo.
A lo largo de los últimos años se ha hablado muchas veces de la “burbuja” de los coches deportivos de segunda mano, pero no existe esa burbuja porque, para utilizar ese término, deberíamos hablar de algo que sube, acaba pinchando y baja.
Los coches deportivos de segunda mano solo suben. Cuanto más especial es el coche, más se dispara su precio y, en el mejor de los casos, algunos modelos tocan techo y se quedan ahí.
Si estás acostumbrado a mirar en el mercado de segunda mano, te vendrán a la cabeza muchos ejemplos, como los Volkswagen Golf GTI mk1 y mk2, los Mazda MX-5 NA y NB, el BMW Serie 3 E30 (y cada vez más los E36 y E46, especialmente los M3), o cualquier Ford con el apellido Cosworth.
Sin irse a los clásicos, hay otros tantos ejemplos. El Volkswagen Golf GTI mk5 lleva años costando alrededor de 10.000 euros, el Nissan 370 Z ha subido como la espuma en los últimos años, el Honda Civic Type R FK2 se vende de segunda mano por unos 30.000 euros, cuando nuevo costaba menos de 35.000 euros en 2017.
Otro ejemplo es el BMW M2. Su primera generación se vendía desde 62.900 euros en 2015. No era barato, pero era un precio razonable para ser el coche que era.
El BMW M2 actual está a la venta desde 94.500 euros, por lo que mucha gente no se lo puede permitir y decide comprarse un M2 de la generación anterior de segunda mano. Como se ha convertido en algo habitual, el M2 de primera generación es más caro que antes en el mercado de ocasión y su precio no baja.
El BMW Serie 1 M de 2011 es un caso todavía más llamativo. En 2011 se podía estrenar desde 56.500 euros y ahora casi todos los que se venden de segunda mano son más caros, aunque tienen más de 10 años y unos cuantos miles de kilómetros.
Los coches modernos transmiten menos
No solo es una cuestión de que los coches nuevos son más caros y por eso la gente pone el foco en los de segunda mano, esta situación también tiene mucho que ver con cómo son los coches actuales.
Me explico: ahora tenemos coches rapidísimos, pero transmiten menos sensaciones que los de antes. No es una regla y, por supuesto, hay excepciones, solo hay que ver el Toyota GR 86, pero, en general, los coches suenan menos, filtran todo mucho más y te implican menos en la conducción. Son menos puros.
Es una cuestión de evolución. También son más seguros, generalmente más fiables, más cómodos y más eficientes. Sin embargo, muchos de los que buscan un coche para divertirse anteponen las sensaciones a todo lo demás y, en eso, los coches de antes son imbatibles.
Es evidente que un BMW M3 E46 es mucho más lento que el BMW M3 G80 actual, pero ya era un coche suficientemente rápido y a nivel de sensaciones juega en otra liga. En el mercado de segunda mano, el M3 E46 es mucho más caro que hace años, hasta el punto de que una buena unidad (CSL aparte) cuesta alrededor de 40.000 euros (llegaron a costar unos 15.000 euros hace unos años), pero el BMW M3 actual está a la venta desde 124.450 euros. Es más del doble de caro.
Como no se trata de una burbuja, es altamente probable que si te quieres comprar un BMW M3 E46, pero no te lanzas y esperas, tengas que gastarte más dinero dentro de un año que ahora. Si crees que va a bajar de precio, espera sentado.
Viendo el panorama que tenemos actualmente, no parece que eso vaya a cambiar porque todo apunta a que el futuro va a ser 100% eléctrico y, de momento, no hay ningún eléctrico que convenza a los conductores más petrolheads, ni tiene pinta de que eléctricos como el Hyundai IONIQ 5 N o el MG4 XPower lleguen a tener el prestigio de un M3 o un Honda Civic Type R (de cualquier generación) por muy potentes y rápidos que sean los eléctricos.