Un grupo de investigadores ha descubierto en un enorme yacimiento petrolífero en China lo que denominan un "microbio milagroso", capaz de convertir el petróleo en metano; es decir, gas natural. Se trata de una conversión que se pensaba que solo era posible con la ayuda de diferentes microorganismos.
"Nuestros resultados contienen una comprensión completamente nueva de la explotación de petróleo en los yacimientos del subsuelo", ha explicado el autor del estudio, Gunter Wegener.
Un microbio muy extendido cuya existencia se desconocía
Según explica Wegener, del Instituto Max Planck de Microbiología Marina, en Bremen, este microbio con capacidades únicas, llamado Metanoliparia, descompone el petróleo en metano y dióxido de carbono. Es decir, utiliza el petróleo como fuente de energía y alimento, convirtiéndolo en metano.
Las células de Metanoliparia cultivadas para el estudio se originan en uno de los yacimientos petrolíferos más grandes de China, el yacimiento de Shengli.
Sin embargo, los análisis genéticos muestran que estos microbios están distribuidos por todo el mundo, incluso en las profundidades del mar.
"En sus genes lleva los planos de las enzimas que pueden activar y descomponer varios hidrocarburos. Además, también tiene el equipo completo de engranajes de un productor de metano", explica Wegener.
Así, la Metanoliparia es una especie de criatura híbrida que combina las propiedades de un degradador de petróleo con las de un metanógeno, es decir, un productor de metano.
El gas natural se compone principalmente de metano, aunque también está formado por otros hidrocarburos ligeros como el etano, el propano o el butano.
Una vez localizado el yacimiento de gas natural -su formación proviene de la descomposición de plantas y animales-, se procede a la extracción a través de la perforación, ya sea bajo tierra o en el lecho marino.
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