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Quiero estirar la vida de mi coche, ¿merece aún la pena?

Quiero estirar la vida de mi coche, ¿merece aún la pena?
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Comprar un coche supone un gasto importante para la mayoría de las personas. Es casi una inversión, como una casa, aunque en este caso sabemos que desde el preciso momento de pagarlo ya estamos perdiendo valor.

Por eso no es de extrañar que mucha gente quiera alargar lo más posible la vida de su automóvil, y amortizar al máximo el gasto invertido en él. Así, cuando contemplas tu viejo coche y recuerdas todos los buenos momentos vividos con él, sientes que el dinero gastado bien mereció la pena.

Cuida de tu coche, tu bolsillo te lo agradecerá

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Lo primero que debes saber es que la clave para alargar la vida de tu coche es el buen uso y mantenimiento. Como cualquier máquina, si cuidamos de nuestro vehículo y lo tratamos bien, nos durará más tiempo que si tratamos como un simple montón de hierros.

Existen muchos remedios de la abuela y reglas de oro, pero por lo general se trata de recordar lo que aprendimos en la autoescuela, aplicar el sentido común y seguir las indicaciones del fabricante.

  • Revisa periódicamente los distintos elementos de tu vehículo, como los amortiguadores, los filtros, los frenos... Cada uno tiene un desgaste y vida útil diferente, por lo que no es mala idea que te hagas una tabla con las fechas de revisión. Haz lo mismo con los distintos líquidos y lubricantes, pues ayudan a tener las piezas en buen estado.

  • Controla la presión de los neumáticos, pues además de afectar a la seguridad en carretera, puede aumentar el desgaste de la goma e incluso afectar a otros componentes.

  • Conduce de manera fluida y sin brusquedades, pues una conducción agresiva con constantes cambios de marcha y frenazos pueden afectar al embrague, transmisión y frenos.

  • Evita subirte a los bordillos, pues afecta considerablemente a los neumáticos (y ya vemos lo que puede suponer) y a los tubos de escape y catalizadores, cuyo mal estado puede afectar al motor e incluso provocar intoxicaciones e incendios.

  • Lava regularmente el coche, sobre todo si se ensucia de excrementos de pájaro, tan corrosivos para la pintura. Aplicar una capa de cera una vez al año también ayuda a protegerla.

  • En verano, usa parasoles para proteger el volante y salpicadero de los efectos del sol. También existen productos para evitar que las juntas de goma se sequen y se cuarteen.

Llegan las averías, ¿dónde mejor para conseguir recambios?

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A medida que vayamos pasando los años con nuestro coche, nos irá surgiendo la necesidad de cambiar determinadas piezas, bien por avería bien porque queramos renovar un componente. Lo normal es que dejemos esta tarea en manos de nuestro taller de confianza, pero si queremos adquirir nosotros mismos el recambio podemos acudir a distintos canales de compra.

Quizás lo más costoso pero fiable es acudir a un concesionario o taller oficial de nuestra marca, aunque muchas tiendas independientes de recambios y accesorios tienen acceso a piezas oficiales de los distintos fabricantes. Comprar en tiendas online es la opción más barata, pues en la red tienes acceso a fabricantes de todo el mundo. Pero mucho ojo con los vendedores de dudosa procedencia y los recambios pirata, que te pueden acarrear más de un problema.

Por último, siempre está la opción de acudir a un desguace, donde puedes encontrar desde piezas de segunda mano pero en perfectas condiciones e incluso a estrenar. Los desguaces son especialmente valiosos si cuentas con un coche antiguo y las piezas están descatalogadas.

Sea cual sea la opción que escojas, es más que recomendable que recopiles cierta información de tu vehículo: el año de fabricación, la denominación interna, el número de referencia de la pieza...

El momento más difícil: ¿cuándo prescindir de nuestro coche?

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Un coche, si lo cuidamos debidamente, es una de las cosas que más nos pueden durar en nuestra vida. Pero como un amor adolescente de verano, todo alcanza a su fin, y llega un momento en el que tenemos que prescindir de nuestro vehículo, por muchos lazos afectivos que hayamos creado con él.

Algunos estudios fijan los 30 años como la edad máxima que debe cumplir cualquier vehículo antes de mandarlo al desguace. Pero quizás no quieras exprimirlo tanto y quieras “soltarlo” antes por algún motivo: por propia seguridad vial, porque han cambiado nuestras condiciones de vida, porque queramos ganarnos unos eurillos revendiéndolo…

Pero quizás el mayor indicativo de que debemos desprendernos de nuestro vehículo es cuando los gastos de mantenimiento se disparan. Tenemos claro que si tenemos un percance y el coste de repararlo es mayor de lo que vale el coche, debemos mandarlo para el desguace. Algunas personas aplican la regla del 50 por ciento, esto es, cuando los gastos de mantenimiento alcanzan la mitad del valor venal del coche.

En todos estos casos, es conveniente saber calcular este valor venal, para lo que existen unas cuantías oficiales del Ministerio de Hacienda. La cifra no dependerá sólo de la antigüedad del vehículo, sino también de los kilómetros recorridos y en general del desgaste que haya podido sufrir en todos esos años. Este valor venal será fundamental saberlo también si decidimos venderlo a otro particular o a un establecimiento de segunda mano.

Aunque si queremos conseguir un buen precio por nuestro coche seguramente no podamos aguantar mucho con él. Se ha calculado que a los diez años un coche ha perdido el 84% de su valor, y que el momento idóneo para venderlo si queremos sacar tajada son entre los 2 y los 5 años, cuando aún no sufre averías importantes y la marca posiblemente no haya sacado un modelo nuevo.

Imágenes | Flickr/JAK SIE MASZ | Maxpixel | PxHere En Espacio Toyota | Cómo preparar tu coche para afrontar las altas temperaturas

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