La colección privada de Rick Treworgy, ¡el cielo en la tierra!

La colección privada de Rick Treworgy, ¡el cielo en la tierra!
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Los amantes de los clásicos americanos se dividen en tres ramas: los seguidores de Ford, los seguidores de Mopar y los seguidores de GM o en su defecto, de alguna de sus marcas. Con estas imágenes, se demuestra que Rick Treworgy es uno de los acérrimos de General Motors.

Todo eso que se ve ahí, y lo que no se ve porque no cabe, es parte de su colección privada. Sí, es todo suyo, de su propiedad. Chevrolet Corvette de todas las generaciones, Chevrolet Camaro para todos los gustos, Chevrolet Chevelle de varios sabores y todo aderezado con coches de colección y de los más codiciados.

Hay de todo y para todos los gustos. Pero lo mejor es que este amable señor permite la visita a su particular museo. Supongo que será ningún problema para él, viendo como tiene montado ese enorme garaje, lleno de bellezas clásicas.

Rick Treworgy Personal Collection

Rick Treworgy Personal Collection

Rick Treworgy Personal Collection

Rick Treworgy Personal Collection

Rick Treworgy Personal Collection

Es impresionante ver como conserva todos coches. Parecen recién sacados de fábrica. Según comenta el autor de las fotos, todos ellos salen a dar un paseo cada poco tiempo, para ir manteniendo el motor en movimiento y evitar incómodas roturas por el poco uso.

Quien fue vecino de este hombre para ayudarle a mover todos esos coche. No los he contado, pero debe haber por los 100 coches, la mayoría de ellos con más de 30 años de antigüedad. El valor de todo eso junto debe ser casi incalculable, porque aparte de los normales y que no resultan excesivamente caro, hay ciertas piezas que están cotizadísimas en el mercado.

Rick Treworgy Personal Collection

Uno de esos ejemplos es este 1957 Chevrolet Bel Air Convertible Hardtop Coupe, que si no es el modelo más buscado y cotizado de este precioso sedán, poco faltará. Y simplemente porque no lleva el pilar B. Los coupés normales o los cuatro puertas bajan el precio considerablemente respecto a éste.

Rick Treworgy Personal Collection

Otra de las rarezas es este Chevrolet Camaro ZL-1. Pero tengo mis dudas de que sea original. Creo no estar equivocado al decir que este coche no llegó a estar a la venta y sólo quedó en un prototipo.

Lo que me hace dudar de su originalidad es su potencia. Aunque esos 600 CV que anuncia la generosa entrada de aire del capó suenen desproporcionados, el original tenía aún más. Equipaba un motor de 9.373 cc, es decir un 572 ci, con una potencia máxima de 770 CV y un par de 926 Nm.

Una máquina de exhibición para las pistas de drag que se ha convertido por méritos propios en el sueño de muchos seguidores del pony de Chevrolet y que surgió de una pequeña apuesta entre ingenieros. Hace años, los Chevrolet Camaro más potentes equipaban los motores ZL-1 y cuando se lanzó el modelo de 1993, alguien preguntó si se volvería a ver un Chevrolet Camaro con un big block del calibre de los COPO.

Poco tiempo después, en Chevrolet recogieron el guante y presentaron esa bestia llamada Chevrolet Camaro ZL-1. Casi nada.

Rick Treworgy Personal Collection

Pero prosigamos, que hay más cosas. Paseando por las instalaciones de Rick Treworgy, uno de los Chevrolet Corvette de la segunda generación llamó la atención al fotógrafo. Llevaba una chapita en el lateral del actual Covette Z06, dando pistas de lo que podría haber debajo del capó.

Efectivamente, tras preguntar al dueño y dejar el vano del motor a la vista, pudo comprobar que ahí estaba metido el motor LS7 V8 7.0 de 505 CV del Chevrolet Corvette Z06. Casi nada para un abuelito de casi 40 años de edad.

Una auténtica locura. Pero una locura de esas que se dejan pasar por como es la cultura americana del automóvil. Una vuelta en ese descapotable tiene que saber a gloria.

Rick Treworgy Personal Collection

Rick Treworgy Personal Collection

Por último, una preciosidad como el 1958 Chevrolet Impala Convertible. Su trasera es de las más peculiares de aquellos años, demasiado diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Es por eso por lo que este coche atrae tanta atención.

No dan mucha más información de él, pero vieno la imagen del motor, dudo que se use para los típicos paseos dominicales, con la capota abierta y disfrutando de un trayecto tranquilo al sol de Florida. Eso debe ser algo más que puro nervio.

En fin, una de esas cosas que sólo se pueden tener en sueño. O en el caso de este hombre, teniendo el suficiente dinero como para tener todo lo que quieras en esta vida. Pocos podrán presumir de una colección dedicada exclusivamente a los coches de General Motors como ésta. Pocos.

Un saludo para César.
Vía | Buzz & Jackie’s Website
En MotorPasion | La GM Motorama Collection se mostrará en Peeble Beach, Roger’s Corvette Center, otro paraiso para los amantes del Chevrolet Corvette

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