Uno de los síntomas de que las vacaciones se acaban es la llegada del Trial 4x4 de L’Alcúdia, competición que siempre coincide con la vuelta al infierno al trabajo, pero se agradece un fin de semana así.
Este año no hemos competido, así que un servidor estaba en el papel de corresponsal deportivo y como fotógrafo principiante. Como siempre, la dificultad de este trial 4x4 es uno de sus mejores alicientes, aunque en comparación con otros años, esta edición parecía más suave. Y digo parecía, porque ya véis como ha acabado uno de los coches.
Siguiendo la tónica de la edición anterior, la prueba estaba dividida en dos días. Sábado noche y domingo por la mañana. Y me reitero, un verdadero acierto por parte de la organización.
Las dos pruebas del sábado no las pude ver por no poder asistir (Alicante – Valencia y vuelta dos veces en un fin de semana no entra en el presupuesto), así que no tengo fotos. Una pena, porque ambas pruebas prometían. Eran modificaciones de las zonas del año pasado, pero a las que habían añadido coches de desguace. Puro DolorPasion™.
Si hace un par de años la seña de identidad del Trial 4x4 de L’Alcúdia eran los contenedores, a partir de ahora serán los tubos de hormigón, que han estado presentes en las tres últimas ediciones. Algo que agradecerán los bolsillos de los participantes, ya que siguen siendo igual de espectaculares que los contenedores pero menos agresivos con los coches.
Otro de los elementos típicos, y que creo ha estado siempre presente, es la poza de agua. La porquera como lo llaman algunos y el mejor sitio para darse un chapuzón con el coche y refrescarse un poco. Puntualizo lo de refrescarse porque suele ser una de las pruebas más duras del circuito.
La otra prueba, también una variación de años anteriores, tenía también una escalera de rocas. La dichosa escalera de rocas que el año pasado no nos permitió acabar. Pero este año había cambiado de posición y parecía mucho más sencilla de negociar. Todos los coches que han llegado han pasado del tirón.
El único pero que hay que ponerle a este año, la novena edición (que se dice pronto), ha sido la falta de participantes. Sólo ha habido cinco coches y uno de ellos se quedó el domingo criando malvas en el aparcamiento de los participantes.
No me he quedado a la entrega de premios, pero viendo las dos pruebas que he visto, más o menos se puede adivinar quien ha ganado, el prototipo que véis aquí arriba. Aunque parezca un Jeep Wrangler, es un chasis tubular con un motor V8 y ruedas si no recuerdo mal de 48 pulgadas. Sí, 1,22 metros de diámetro...
Y poco más resta que contar. Un buen trial, como siempre, de una dificultad equilibrada al nível de los coches participantes y con una buena organización. Lástima el calor que hace siempre ese fin de semana, pero si no lo hiciese, no sería el Trial 4x4 de L’Alcúdia. Os dejo con las fotos.
Fotos | SandMan
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