Los guionistas de 'Need for Speed' y 'Fast and Furious' no inventaron nada

Los guionistas de 'Need for Speed' y 'Fast and Furious' no inventaron nada
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Hollywood, como cualquier negocio, se mueve por modas, atento a las posibles tendencias que parecen revelar las cifras de taquilla. Es evidente para cualquiera que haya estado más o menos informado sobre la actualidad cinematográfica que uno de los mayores fenómenos de los últimos años ha sido el incontestable --e inexplicable para algunos-- éxito de público de la saga 'Fast & Furious' protagonizada por Vin Diesel y Paul Walker, fallecido el pasado mes de noviembre por un accidente de tráfico.

Iniciada en 2001 por 'A todo gas', con la que Rob Cohen realizó un remake encubierto de 'Le llaman Bodhi' ('Point Break', Kathryn Bigelow, 1991), esta franquicia de carismáticos criminales, conductores temerarios, espectaculares automóviles y acción a raudales se ha extendido ya a lo largo de seis entregas --y la séptima tiene previsto su estreno en 2015--, cada una más costosa y ambiciosa que la anterior, una fórmula que ha logrado convencer a sus seguidores de que merecía la pena seguir enganchado a la historia de Dominic Toretto y su "familia".

Los protagonistas de Need for Speed

La industria tomó nota y en los últimos años han tratado de ofrecer el mismo caramelo en toda clase de producciones; incluso sin venir a cuento, de pronto arranca una larga persecución en coche --así pueden incluir en el tráiler coches volando por los aires o explotando en mil pedazos--. Posiblemente, la película que más descaradamente ha nacido a rebufo de 'Fast & Furious' es 'Need for Speed'. La adaptación del popular videojuego de carreras no ha arrasado en Estados Unidos pero en apenas un par de semanas recaudó más de 100 millones de dólares en el resto del mundo.

Mañana llegará a la cartelera española el trabajo de Scott Waugh con Aaron Paul --Jesse Pinkman en 'Breaking Bad'-- encabezando el reparto. Hasta entonces, os animamos en Motorpasión a recordar y revisar otras películas con alocadas y asombrosas escenas de acción al volante. Porque no, los guionistas de la franquicia 'Fast and Furious' y de 'Need for Speed' no han inventado absolutamente nada.

'Bullit'

Es la que tenemos todos en mente, así que acabemos cuanto antes y relajémonos. 'Bullit' (1968) tiene la mejor secuencia de persecución en coche que se ha rodado jamás. Peter Yates la filmó hace ya casi medio siglo (se dice pronto) y todavía es insuperable. ¿Sabéis por qué? Porque se rodó con ingenio, talento, coraje, fortuna... y porque el resto, todos los demás que han planificado y rodado una secuencia donde un tío perseguía a otro en carretera, se han fijado en ella. Y porque, joder, Steve McQueen al volante del Ford Mustang GT-390. Es la fuente. El clásico. La obra maestra. Para disfrutar una y otra vez.

'La roca'

En el mismo escenario, a años luz en cuanto a narración cinematográfica pero no muy lejos en diversión --sana, sin prejuicios--. Michael Bay es un nefasto realizador --a la saga 'Transformers' me remito-- pero debemos reconocer, incluso los que nos aburrimos con sus churros, que de vez en cuando se le enciende la bombilla y planifica una secuencia realmente espectacular que te mantiene pegado al sillón. En 'La Roca' ('The Rock', 1996) Sean Connery y Nicolas Cage se lo pasan bomba cruzando las calles de San Francisco, y nosotros con ellos.

'Crash'

El sexo es siempre inevitable en cualquier película de conductores al borde de la muerte --la excitación de la velocidad y el peligro--, y siempre se ha jugado con el gancho en los carteles y los tráileres de 'Fast & Furious'. Sin embargo, algo que nunca veremos en esos y otros espectáculos de Hollywood es lo que hizo David Cronenberg con la novela de J.G. Ballard en 1996. A raíz de un accidente, el personaje de James Spader descubre a un grupo que se estimula sexualmente chocando sus vehículos. 'Crash' (1996) es un rarísimo y memorable cóctel no apto para todos los públicos.

'Rebelde sin causa'

Lo más característico de 'Fast & Furious' son los peligrosos duelos de velocidad. Toda la tensión, la espectacularidad y el dramatismo de estas carreras ya estaban plasmadas en 'Rebelde sin causa' ('Rebel Without a Cause', 1955), uno de los clásicos que dirigió Nicolas Ray, famoso por lanzado al estrellato al mítico James Dean --cuyo trágico final también estuvo relacionado con un coche y es homenajeado por Cronenberg en la obra que os comento arriba--. Muchos han tratado de lograr el impacto de estas escenas pero muy pocos lo han logrado. Porque si no te importa quién se está jugando la vida y no crees que todo es posible, no te sientes dentro del vehículo, pisando el acelerador hasta el último instante...

'Vanishing Point'

Richard C. Sarafian realizó el film que más poderosamente inspiró a Quentin Tarantino para rodar 'Death Proof' (2007), un trabajo muy criticado --injustamente, en mi opinión-- que de no haberse estrenado posteriormente a la saga de Diesel y compañía habría incluido sin dudarlo en esta selección. 'Punto límite: cero' ('Vanishing Point', 1971) es básicamente una carrera contrarreloj. Al volante de un Dodge Challenger blanco, Kowalski (Barry Newman) trata de lograr un reto que solo aceptaría un completo loco de la carretera. Y como es cine, pasa de todo. Se hace un poco pesada, es de esos títulos de culto que no aguantan demasiado bien el paso del tiempo, no obstante, hay ideas, hallazgos y escenas que han pasado a la memoria cinéfila y no conviene olvidarlas.

'The French Connection'

¿Un coche persiguiendo a un tren? ¿En el interior de una ciudad? ¿Y que resulte tensa y creíble? Parece imposible pero solo para quien no ha visto 'Contra el imperio de la droga' ('The French Connection', 1971), uno de los títulos más aclamados del cine criminal. Hemos visto centenares de secuencias de acción con toda clase de vehículos pero la desesperada caza de Popeye Doyle (Gene Hackman) orquestada desde la silla de dirección por William Friedkin está ejecutada con tanta pericia que siempre funciona, siempre que la ves parece nueva. Mantiene la contundencia y el suspense aun cuando sabes perfectamente lo que ocurre. Irrepetible.

'Terminator 2: Judgment Day'

En la esquina opuesta. Fantasía pura y dura. Cine igualmente ejemplar. No podía faltar en este repaso el trabajo de James Cameron para la franquicia de Terminator. Dos joyas que combinan la ciencia-ficción con la mejor puesta en escena en lo que a acción se refiere, y aunque seguramente la de 1984 es más redonda, si se trata de seleccionar salvajadas al volante yo me quedo con 'Terminator 2: el juicio final' (1991). Concretamente, con la secuencia en la que John Connor (Edward Furlong) y T-800 (Arnold Schwarzenegger) intentan escapar con vida de su primer gran duelo con el aparentemente imparable T-1000 (Robert Patrick). Camión vs. motocicleta... Fight!

Son solo algunos ejemplos, seguro que vosotros podéis aportar más. ¿Os animáis?

Juan Luis Caviaro
Sobre el autor
Juan Luis Caviaro, coordinador de Blog de Cine. Gaditano de nacimiento, granadino de adopción, de la cosecha del 80. Estudié Ciencias del Trabajo y Comunicación Audiovisual, aunque desde niño me apasiona el séptimo arte, creo que siempre he preferido la fantasía a la realidad...

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