En general, los coches eléctricos que se venden a día de hoy tienen varios aspectos a mejorar cuando circulan a altas velocidades por un tiempo prolongado. Entre ellos se destaca la autonomía, que baja mucho más rápidamente si pisamos generosamente el acelerador de forma continua, y el sobrecalentamiento de las baterías, que acaba mermando rendimiento y prestaciones.
Deficiencias que parecen haberse minimizado al máximo en el Tesla Model 3. Al menos así lo muestra el vídeo de un usuario de este coche eléctrico, que lo ha sometido a una prueba circulando a una velocidad más o menos constante de 200 km/h durante 45 minutos: en ningún momento desfallece su rendimiento y la batería aguanta hasta llegar al destino.
A diferencia de sus hermanos, el Tesla Model 3 dispone de dos circuitos independientes de refrigeración: uno para los motores y otro para la batería. Este sistema se gestiona de forma automática, trabajando en conjunto o por separado según lo requiera la situación. Por su parte, el Tesla Model S y el Tesla Model X, sólo disponen de un circuito de refrigeración.
En nuestra prueba del Tesla Model 3 Performance en circuito pudimos comprobar la eficiencia de este sistema de refrigeración más avanzado, que opera mucho mejor si seleccionamos el Track Mode: al activarlo lo primero que hace es refrigerar la batería anticipándose a la exigencia que será sometida.
Y el mismo camino sigue Bjørn Nyland en su prueba, que ha grabado en vídeo demostrando el buen hacer del compacto eléctrico en autopista. En su caso también se trata de un Model 3 Perfomance, que dispone de una batería de 75 kWh de capacidad, sus dos motores rinden 462 CV (340 kW) y disfruta de este modo de conducción.
Model 3 uno, Model X y Model S cero
Este programador informático residente en Noruega es conocido por su canal de Youtube, donde sube vídeos con su Tesla Model 3 como protagonista. Fue uno de los que mostró las filtraciones de agua que sufría el maletero del compacto eléctrico y ahora se ha puesto a sus mandos para someterlo a dura prueba en una Autobahn alemana, autopistas que en ciertos tramos no tienen límite de velocidad.
El vídeo dura 50 minutos y en él podemos ver como el Tesla Model 3, tras entrar en vía rápida y con el Track Mode activo, coge velocidad de crucero a 200 km/h, kilómetro arriba kilómetro abajo. Y aunque en un momento tiene que salir de la autopista para incorporarse a otro tramo sin límite de velocidad, en general todo el trayecto y durante 45 minutos, lo hace a dicha velocidad.
La prueba de Nyland sirve para demostrar por un lado, la gran capacidad de gestión de autonomía que tiene el Model 3 en autopista. Algo que, en realidad, es común a todos los modelos Tesla según hemos podido comprobar en diferentes pruebas a sus mandos. Y es que es en este territorio donde más sufre un coche eléctrico, porque apenas se recupera energía cuando se superan los 100 km/h. Pero no es el caso de los retoños de Musk, siempre y cuando no estires la cuerda demasiado, claro...
En el caso del Model 3 de Nyland, éste llega a destino con la batería al 10 % de carga, lo que resulta cuanto menos llamativo teniendo en cuenta que ha circulado a 200 km/h por la Autobahn durante casi una hora, demandando por tanto una gran cantidad de energía a las baterías.
A ello se suma que, en ningún momento el Tesla Model 3 sobrecalienta las baterías incidiendo así sobre el rendimiento del coche, que no baja en ningún momento de velocidad excepto cuando el conductor así lo desea, que es cuando cambia de tramo y circula por vías más lentas.
Es de esperar que con la anunciada actualización el Model S, que aumentará su autonomía, también equipe este sistema de refrigeración que sí disfruta el compacto, pero por el momento el más barato de los Tesla se impone a sus hermanos mayores en este aspecto: Model 3 uno, Model X y Model S cero.
