Es posiblemente el conductor cazado por un radar más famoso de España. Circulaba a 260 km/h por una larga recta de la autovía A-231 y fue condenado en enero a seis meses de cárcel por un delito contra la seguridad del tráfico por conducción temeraria.
Ahora la Audiencia Provincial ha revocado la sentencia, y le ha absuelto “porque su conducta temeraria no supuso un peligro concreto para ninguna persona”, requisito del artículo 381 del Código Penal.
“Ni el conductor ni el acompañante que viajaba con él, ni los agentes de la Guardia Civil que pararon el coche, ni otros usuarios de la vía fueron sujetos pasivos de un peligro concreto. Al no concurrir dicho elemento del tipo penal, los hechos no pueden ser calificados como delito, sin perjuicio de su posible sanción en el ámbito reglamentario”.
Poco que comentar, la ley es la ley, así que seguramente ésto provoque un endurecimiento de ese artículo del código penal, sobre todo teniendo en cuenta la actitud que mantienen últimamente los poderes públicos en cuanto a la seguridad en el tráfico.
Lo más divertido es la respuesta del abogado del aspirante a Fangio: “la decisión ha supuesto una gran alegría para su cliente, que lleva más de un año sin poder conducir”.
Vía | autopista (gracias Iván)
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