Saab 9-3 V6 XWD y TTiD Aero, prueba (parte 1)

Saab 9-3 V6 XWD y TTiD Aero, prueba (parte 1)
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Hemos probado los dos Saab 9-3 Sport Sedan más potentes en gasolina y diesel (aunque el primero le saca 100 CV al otro) con el acabado más alto: Aero. El Saab 9-3 tiene un diseño no muy puntero, pues es de 2001, pero ha sido retocado estéticamente y sigue manteniendo una imagen relativamente moderna, aunque las líneas sean las mismas.

Como siempre, empezaremos primero por lo que es la estética, y luego hablamos de las prestaciones y comportamiento. Espero que con 60 fotografías haya plasmado todo el detalle que queréis, el negro es diesel, el rojo gasolina.

Exterior

A quien quiera siempre lo último no le convencerá, pero el diseño Saab es fácilmente identificable y tiene el mérito de aguantar más de lo normal. El estilizado sedán tiene una forma esbelta y elegante, aunque el modelo actual es más agresivo. Nótese también que el Aero es más agresivo de por sí que los Linear y Vector.

Saab 9-3 Aero

La versión más acongojante de todas es una edición especial denominada Turbo X, que cuenta con una decoración específica y resaltes visuales, con el aliciente de ser una serie limitada. Para el mercado español hay muy pocas unidades, así que es una elección muy sibarita, hablamos de un Saab 9-3 de más de 53.000 euros.

Por fuera, el modelo V6 sólo se distingue del TTiD por el emblema del portón trasero. En el coche rojo el emblema es XWD (acrónimo de tracción total) y en el negro vemos TTiD, que alude a su sistema de doble turbocompresor. El doble escape es real, ante la duda.

Saab 9-3 Aero

En el caso del coche rojo, las llantas son de serie con neumáticos Michelin Primacy HP 235/45 R17, y en el diesel calza unas opcionales de radios dobles con Continental SportContact2 y medidas 235/45 R17. En ambos casos tienen techo solar eléctrico, y es un opcional que cuesta más de 1.000 euros.

Ya sólo me queda decir que sin limpialuneta trasero a poca velocidad la visibilidad no será óptima con mal tiempo, y que el portón trasero puede abrirse con el mando sin necesidad de desbloquear el habitáculo.

Interior

En esencia, el Saab 9-3 ha cambiado poco en este apartado. Es un coche muy bien hecho, con materiales bien elegidos y unos ajustes que no permiten menosprecio alguno. Le tengo que criticar la habitabilidad de las plazas traseras, que con la caída del techo no permiten viajar cómodamente a personas que rebasen 1,80 m de estatura. Si fuese el familiar Sportjamón Sporthatch, dispondrían de 5 cm adicionales para la cabeza.

Saab 9-3 Aero

Como hablamos de segmento Premium, el Saab 9-3 no tiene nada que envidiar a las grandes monarquías alemanas, representadas por Audi A4, BMW Serie 3, Mercedes Clase C… sin olvidar a rivales no menos importantes como Lexus IS. De los materiales sólo objeto que los asientos en color Arena se ensucian con facilidad. Sí tiene freno de mano, aunque no lo parezca, se oculta imitando a una pieza similar, a la izquierda de la llave de contacto (ver detalle).

El puesto de conducción está claramente orientado al conductor, con los mandos más importantes en una posición elevada. La iluminación instrumental es muy agradable, y puede desconectarse casi totalmente en conducción nocturna (Nightpanel), dejando sólo visibles el velocímetro, testigo de luces largas y poco más. La pantalla del navegador opcional es táctil, lo cual facilita mucho su uso.

Saab 9-3 Aero

En la versión Aero tenemos un par de elementos decorativos específicos, como la parte interior del volante en un color que imita la plata. La forma del aro es la misma, y lo cierto es que es demasiado grande; la dirección es uno de los talones de Aquiles de este coche, luego me explayo más. Tanto en el V6 Turbo como en el TTiD tenemos un indicador de presión del turbo en el tablero.

Los mandos de la consola central han ganado con el restyling, ahora está todo en una posición más lógica. El ordenador antes se manejaba con un botón de esa zona, ahora con los mandos del volante. Ah, al respecto de eso, no me gusta el tacto de esos botones, sobre todo el “SET”, en ambas unidades de prensa parecía que estaba roto.

Saab 9-3 Aero

El diseño de las levas de cambio del automático es poco ergonómico y complicado en curva. También hay que comentar la acertada posición de la llave, entre los asientos, una medida de seguridad pasiva que reduce posibles lesiones y de paso es más cómodo.

Se agradecen los detalles de calidad como la aireación para plazas traseras, que no hay avisos sonoros si el coche detecta una conducción no-de crucero, una guantera como Dios manda, material antideslizante en el portaobjetos enfrente del cambio, bolsitas para objetos pequeños en la parte frontal de asientos delanteros, tacto agradable de botones, etc. Si lo que buscamos es confort, con este modelo hacemos una compra realmente buena.

Saab 9-3 Aero

Aunque es la versión más deportiva (en opción tiene ajustes más duros) no echo de menos nada de comodidad, la suspensión mima al pasaje en todo momento sin ser blanda ni poco efectiva. La rumorosidad mecánica es menor de la que cabe esperar, y el ruido de los neumáticos no es molesto. Tiene una aerodinámica muy optimizada, la sensación de velocidad es baja incluso cuando la aguja del velocímetro ha pasado de largo los 120 Km/h.

El pasaje, como es habitual, es mejor que sean sólo dos personas en las plazas traseras. La plaza central es incómoda por el respaldo abatible, y el túnel central no es discreto. En las plazas laterales, el espacio es el habitual en coches de su tamaño y se viaja muy bien, con sujección adecuada para zona de curvas. Ocultos se hallan dos posavasos escamoteables y en las puertas no hay portaobjetos.

Saab 9-3 Aero

No destaca especialmente en maletero, tiene 425 litros de capacidad. Curiosamente, el familiar tiene un maletero de unos pocos litros menos, pero se carga claramente mejor. El sistema de tracción total no resta espacio útil de carga y el depósito es 3 litros más grande, contrariamente a lo que cabría esperar. Hay comunicación con el habitáculo para llevar objetos largos.

La rueda de repuesto es de tipo galleta, y considerando el tipo de coche que hablamos, es un atraso tener una rueda tan pequeña comparándola con las demás en tamaño. Al menos, tiene una, no un kit antipinchazos que si tienes un reventón te toca llamar a la grúa. Si abatimos los asientos traseros y no los dejamos en una posición correcta, recibiremos una advertencia en el tablero de instrumentos.

En la próxima parte, hablaremos de potencia y de caballos…

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