Álvaro Ruiz
Hasta hace poco tiempo, en todos los coches que había tenido la batería estaba en el vano motor. Cuando cambié alguna fue tan fácil como quitar los plásticos que protegían a la batería, desconectar los bornes, quitar la pletina que asegura, sacar la batería y meter la nueva para hacer todo el mismo proceso a la inversa.
Ahora tengo un coche que lleva la batería en el maletero y otro que la tiene debajo del asiento y en los dos he encontrado algo que no había visto nunca: un tubito que tiene el coche y va conectado a la batería. Evidentemente, me llamó la atención porque no sabía que existían elementos que se conectasen a la batería más allá de los bornes.
Es un elemento de seguridad para proteger al vehículo y a los ocupantes
Se trata de un tubo de ventilación, aunque también se conoce como tubo de desgasificación o respiradero. Cualquiera de esos nombres ya da suficientes pistas sobre cuál es su función.
Las baterías de plomo-ácido (las más comunes), pueden producir gases durante la carga y descarga, principalmente hidrógeno y oxígeno. Como son gases inflamables, no deben acumularse dentro del vehículo, por lo que los coches que tienen la batería dentro del habitáculo o en el maletero llevan este tubo para permitir que esos gases se expulsen de forma controlada hacia el exterior del vehículo.
Si rebosa un poco de ácido de la batería, el respiradero también sirve para expulsarlo y que no sulfate la chapa que hay en el hueco de la batería o la propia batería.
Por lo tanto, es un elemento de seguridad que protege al vehículo para evitar el riesgo de explosión y a los propios ocupantes para que no respiren esos gases que produce la batería.
Si no lo había visto antes es porque los coches que llevan la batería en el vano motor no necesitan un tubo que expulse los gases al exterior, puesto que el vano motor ya está ventilado.
Cuando se quita del coche una batería que va conectada con este tubo no hay que hacer nada especial, simplemente se desconecta. De la misma forma, cuando se instala una batería nueva, únicamente hace falta introducir el tubo de ventilación que tiene el coche en el orificio que trae la batería.
Como los fabricantes de batería no saben dónde está el tubo de ventilación en cada coche, ponen dos orificios para conectarlo en la batería, uno a cada lado. El que se queda libre hay que taponarlo con un tapón que trae la propia batería cuando se compra nueva y viene conectado al protector de plástico de los bornes.
En las baterías con mantenimiento, este tubo también viene muy bien para expulsar el ácido y los vapores que puede producir la batería. Ese tipo de baterías ya no se utilizan en los coches modernos, pero sí siguen usándose en muchas motos.
Imágenes | Motorpasión
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