Audi A5 3.0 TDI Cabrio, prueba (parte 3)
Pruebas de coches

Audi A5 3.0 TDI Cabrio, prueba (parte 3)

Combinar un motor diesel con una carrocería cabrio puede ser un sacrilegio para los más puristas del mundo del automóvil, pero hay que ponerse al día y ver cuantos coches con esta combinación hay en el mercado actual. No es la primera vez que Audi se atreve con esta combinación, ya que el A3 Cabrio también lo hay con motores diesel y el TT Roadster igual.

El motor 3.0 TDI del grupo VAG es uno de los más conocidos y habituales en los modelos de la marca alemana. Lo he probado en el Audi A5 Coupé, Q5, A6 y A4 Avant y en todos ellos me ha parecido un motor muy redondo, un motor que combina altas prestaciones con los consumos que se pueden llegar a esperar de un diesel, aunque este no es precisamente su punto fuerte.

El motor 3.0 TDI en el A5 Cabrio está siempre combinado con la tracción Quattro y con la caja de cambios S-Tronic de siete velocidades, una combinación muy apetecible. La caja de cambios dispone de accionamiento secuencial en la palanca y levas en el volante.

Audi A5 3.0 TDI Cabrio

Ponemos en marcha el motor, un paso que se puede hacer o pulsando el botón situado entre los asientos o pulsando la propia "llave" gracias a la función opcional de apertura y arranque sin llave "advanced key" que cuesta 780 euros. Esta, además de permitir abrir o cerrar el coche desde el botón situado en la manilla de las puertas, permite descapotar el coche desde la llave, algo que me vino muy bien para hacer las fotos de la secuencia de descapotado y con lo que puedes "marcarte" la mayor chulería en la puerta de tu restaurante favorito.

Lo primero en lo que me fijo es en el sonido del motor, ya que un sonido a diesel muy marcado, puede convertir un placentero viaje descapotado en una experiencia traumática. Por fortuna el motor tiene una arquitectura V6 y los 2.967 centímetros cúbicos de cilindrada no emiten sonido de diesel feo como los coches de antaño.

Es más, el sonido podría pasar perfectamente por el de un gasolina, ya que se percibe bastante ronco tanto desde el exterior como desde el interior, y las vibraciones son mínimas. Teniendo en cuenta que el Audi A5 Cabrio se puede considerar uno de los cabrios de cuatro plazas más deportivos del mercado, el motor tenía que estar a la altura de las circunstancias.

Audi A5 3.0 TDI Cabrio

El 3.0 TDI rinde 240 caballos de potencia, una cifra que entra dentro de la norma para esta cilindrada actualmente. Pero lo que más me ha gustado es la forma en que entrega dicha potencia, ya que sube de vueltas con mucha fuerza entregando 500 Nm de par entre las 1.500 y las 3.000 revoluciones por minuto.

A pesar de que el peso del Audi A5 Cabrio 3.0 TDI es alto, 1.935 kilos frente a los 1.825 kilos del BMW Serie 330 Diesel Cabrio, con este motor el Audi acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en 6,4 segundos y alcanza una velocidad punta de 247 kilómetros por hora, rozando la autolimitación establecida por Audi para todos sus modelos excepto los R8.

La combinación de este motor únicamente con la caja de cambios S-Tronic de siete velocidades, es una de las decisiones más acertadas que ha tomado Audi con el A5 Cabrio. Entre ambos te permiten desarrollar diferentes estilos de conducción dependiendo del momento.

Audi A5 3.0 TDI Cabrio

Si quieres ir "al ataque" pasas el cambio al modo secuencial manual y podrás divertirte mucho jugando con las levas del volante. Si quieres disfrutar de un paseo, el cambio S-Tronic también te permite rodar en marchas largas, que además de reducir considerablemente los consumos del coche, convierten al A5 Cabrio en un dócil y domesticado coche de "domingueros".

He probado el Audi A5 Cabrio durante más de 500 kilómetros con todo tipo de conducción, y he de decir que sea cual sea el estilo de conducción que queramos llevar a cabo, el coche consigue transmitirnos justo lo que necesitamos en cada momento.

Cuando rodamos de forma deportiva, buscando que nuestros sentidos florezcan con sus prestaciones, lo que más se nota es el enorme par que entrega el motor, y lo abajo que lo hace. Te pega de forma constante al asiento, y es una auténtica gozada sentir como el sistema de tracción Quattro se encarga de mantener el coche bien pegado al suelo por muy rápido que entremos en la curva.

Audi A5 3.0 TDI Cabrio

Además la unidad de pruebas incorporaba el Audi Drive Select, el sistema que permite configuar el vehículo según el estilo de conducción que vayamos a llevar a cabo. Hay disponibles tres modos, Dynamic, Confort y Auto. Cuando el diferencial deportivo está en modo automático, el coche analiza constantemente parámetros como ángulo de giro, ángulo de guiñada, aceleración transversal y la velocidad para adaptar su comportamiento a las diferentes situaciones.

Podemos optar por el modo confort si buscamos suavidad de reacciones, comodidad al volante y tranquilidad en la conducción. En cambio en el modo Dynamic las reacciones son más vivas, el coche responde con gran rapidez a todas las indicaciones que le hacemos y conseguimos que el comportamiento cambie por completo.

Los frenos del Audi A5 3.0 TDI Cabrio cumplen con su función, aunque tampoco debemos exigirle demasiado, ya que en situaciones límite pueden llegar a desfallecer un poco. Es decir, podemos bajar un puerto de montaña rápido apurando las frenadas, pero también debemos dejarle descansar ya que está parando un coche de casi dos toneladas de peso y eso se nota.

Continuará...

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