Samsung, uno de los más importantes fabricantes de baterías para coches eléctricos (tiene a BMW, Stellantis o Rivian entre sus clientes) avanza hacia la comercialización de su batería de estado sólido. Con una autonomía de 1.000 km y una vida útil de 20 años, podría revolucionar el sector de los vehículos eléctricos.
Con su impresionante autonomía y su recarga ultrarrápida, supera las prestaciones de las baterías actuales. Sin embargo, su coste sigue siendo un obstáculo para su adopción masiva a corto plazo. Y es que en su composición entran relativamente grandes cantidades de plata.
1.000 km de autonomía con 1 kg de plata
La batería de estado sólido de Samsung es una de las innovadoras baterías que nos prometen para el horizonte 2030. Esta tecnología utiliza electrolitos sólidos, lo que elimina algunos de los riesgos asociados a las baterías tradicionales, como el sobrecalentamiento. Las prestaciones de esta batería son impresionantes: ofrece una autonomía de 1.000 km, con una recarga del 8 al 80% en sólo nueve minutos.
Este tiempo de recarga representa una ganancia considerable para los usuarios de vehículos eléctricos, ya que reduce drásticamente los tiempos de espera, y elimina la necesidad de disponer de una plaza de parking con punto de carga en el día a día. Cargar en 10 minutos es más o menos lo mismo que se tarda en llenar un depósito de gasolina.
Además, la firma coreana asegura que tiene una vida útil de 20 años, mucho más que las baterías actuales. Todo ello hace que este tipo de batería sea considerablemente más sostenible.
Aunque prometedora, la tecnología de baterías de estado sólido sigue siendo cara de producir. Samsung admite que los primeros modelos se destinarán a coches de gama alta debido a su elevado precio. El elevado precio, inherente a toda innovación tecnológica, no es únicamente fruto de la necesidad de lograr la industrialización de este tipo de baterías, sino también de la composición de la batería de Samsung.
Según un post del analista financiero retirado Kevin Bambrough en X (ex Twitter), la nueva tecnología de baterías de estado sólido de Samsung, que incorpora una capa compuesta de plata-carbono (Ag-C) en su ánodo, podría terminar por elevar el precio de la plata, sobre todo a medida que crece la demanda de coches eléctricos con esa batería.
Cada batería de estado sólido de Samsung para coches eléctricos contiene unas 200 celdas, lo que podría requerir aproximadamente 1 kilo de plata por batería. Si sólo el 20% de la producción mundial actual de coches eléctricos y enchufables, estimada en unos 16 millones de unidades, adoptara estas baterías de Samsung, podría aumentar la demanda anual de plata en 16.000 toneladas, una parte sustancial de la producción mundial actual, que ronda las 25.000 toneladas. Y a mayor demanda, precios más elevados.
Esta mayor demanda por parte de la industria de la automoción, combinada con la demanda existente de la industria solar, hacen que Bambrough especule con que el precio de la plata podría alcanzar los 200 dólares la onza (28 gramos) en los próximos 10 a 15 años. Eso llevaría a más de 7.000 dólares el coste de la plata en cada batería de estados sólido de Samsung.
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Imágenes | Samsung, BMW, Peugeot
