Volvo XC40 Recharge Híbrido Enchufable en 20 puntos: juventud y sagacidad eléctrica para la ciudad

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El Volvo XC40 Recharge Híbrido Enchufable aglutina toda la esencia con la que el fabricante sueco quiere impregnar a sus modelos durante los próximos años. Un SUV compacto pensado para moverse de forma ágil en ciudad, sin renunciar a todas las ventajas que el segmento ofrece fuera de ella.

La electrificación domina la hoja de ruta de Volvo. La estrategia consiste en dotar de motorización eléctrica a toda su gama de aquí a 2025. Unas intenciones que hemos notado conduciendo el Volvo XC40 Recharge Híbrido Enchufable.

Motorización versátil y 50 kms de autonomía eléctrica

La combinación híbrida enchufable T5 Twin Engine eleva el dinamismo del todocamino. La chispa de su genética eléctrica consigue que la conducción gane en versatilidad. En cifras, la suma entre motor eléctrico y térmico Drive-e de tres cilindros y 1.5 litros lo llevan hasta los 262 CV.

Igualmente, la versatilidad se traduce también la capacidad de los híbridos enchufables para poder personalizar la conducción. En este caso, encontramos cuatro modos de conducción que cubrieron, a lo largo de los kilómetros de nuestra prueba, las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos.

Una adaptabilidad que advertimos en condiciones de tráfico denso por las principales calles de Madrid o internándonos en tramos montañosos con recorridos revirados.

La base eléctrica del Volvo XC40 Recharge Híbrido Enchufable se encuentra en una batería de iones de litio de 10,7 kWh. Esta capacidad energética se traduce en que el modelo puede recorrer en modo 100% eléctrico entre 40 y 50 kilómetros. Es por eso que luce la etiqueta CERO de la DGT, con las ventajas de circulación o estacionamiento en ciudad.

Diseño escandinavo y joven

Volvo XC40 Recharge Hibrido Enchufable Exterior

Volvo ha dotado al SUV de las principales señas de identidad del diseño escandinavo que caracteriza a sus últimos modelos. Así lo hemos comprobado en gran parte de los 20 puntos.

El minimalismo y una invitación a traspasar la frontera del lujo en los detalles se extiende tanto en el exterior, como en el habitáculo del vehículo. Constatamos que la apuesta urbana ha llevado a Volvo a sembrar cierto aire juvenil. Lo encontramos, por ejemplo, en su espóiler trasero o en la posibilidad de elegir un techo en diferente color.

Destaca también por su espacio interior. Tratándose de un modelo que no escapa del segmento C y esconde un pack de batería bajo el suelo, su confort y habitabilidad no decaen con respecto a su hermano térmico. Es más, el volumen del maletero se mantiene en 460 litros (1.366 litros con los asientos plegados).

Otro aspecto protagonista es su altura de 22 centímetros sobre el suelo. Un factor SUV que condiciona al vehículo sin lastrar la estabilidad.


Tecnología al servicio de la seguridad

Volvo Xc40 Recharge Hibrido Enchufable Interior

Durante los 20 puntos esa altura reforzó la actitud de control sobre lo que ocurría a nuestro alrededor. El aderezo tecnológico se encargó del resto.

Lo verificamos con lo que no podíamos ver, pero sí sentir, como los sistemas de dirección suspensión inteligente. Y también lo vimos con las omnipresentes las tecnologías de asistencia (ADAS) que Volvo lleva años perfeccionando, como Pilot Assist, City Safety o el asistente de aparcamiento.

Dominamos y gestionamos estos sistemas a través del volante, el panel de instrumentos digital y la pantalla táctil central. Se nota el trabajo que Volvo ha realizado con sus interfaces para hacerlas mucho más atractivas que las de antaño y, a la vez, más seguras, al implementar la sensibilidad al tacto de la pantalla o el control por voz.

En resumen, Volvo ha sabido llevar los puntos fuertes de su tecnología al más urbano de todos sus SUVs. Al mismo tiempo, su diseño y conducción nos ha hecho sentir algo más jóvenes al volante. Un rejuvenecimiento eléctrico que ya domina a la industria del automóvil.

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