El gigante italoamericano Fiat Chrysler Automoviles (FCA) acaba de solicitar un préstamo al gobierno italiano por valor de 6.300 millones de euros enmarcado dentro de las medidas de liquidez de emergencia que el Ejecutivo está poniendo a disposición de las entidades locales a consecuencia de la crisis sanitaria.
Una solicitud que, según publica Reuters, habría recibido el visto bueno por parte del primer ministro italiano, Giuseppe Conte. El mandatario ha señalado que el grupo tiene derecho a solicitar dicho préstamo al estado, ya que emplea a miles de personas en Italia. Y es que se da el caso que la sede legal de FCA se ubica en Países Bajos.
No obstante y previsiblemente, ello no será impedimento para que la empresa disfrute de dichas ayudas públicas ya que, según señala Conte no se trata de la matriz del grupo si no de "compañías del grupo en Italia, que emplean a miles de personas". Una postura contraria a la del ministro de Justicia, Andrea Orlando (Partido Democrático), que defendió que sólo las empresas con base legal en Italia debieran ser las que reciban financiación estatal.
Y es que FCA es una de las empresas que más aportan al PIB italiano, cerca del 6,2 % del total, además de que da empleo a un 7 % de la población italiana: 55.000 personas trabajan directamente para el grupo, mientras que cerca de 200.000 hacen lo propio en entidades asociadas al conglomerado.
Línea de crédito estatal durante tres años
Sea como fuere, FCA ya ha iniciado trámites para solicitar estas ayudas a través del banco Intesa Sanpaolo. La compañía informa que será una "línea de crédito de 3 años dedicada exclusivamente para financiar las actividades de FCA en Italia", además de que supondrá un apoyo para cerca de 10.000 empresas pequeñas y medianas en la cadena de suministro automotriz del país.
Según lo recogido por el Decreto de liquidez del gobierno transalpino para salvaguardar las empresas italianas golpeadas por la pandemia, las entidades podrán solicitar hasta un 25% de su facturación consolidada que, en el caso del grupo automovilístico, asciende a 6.300 millones de euros.
Un apoyo económico que ayudará a asegurar la liquidez de la empresa, que como ha ocurrido en varios países europeos, incluyendo a España, ha tenido durante cerca de dos meses parada la actividad en las 16 fábricas de las que dispone en Italia. Dichas plantas ya han comenzado a volver a la vida, aunque no al 100% y bajo estrictos protocolos de seguridad.
En paralelo, FCA sigue negociando las condiciones de su fusión con otro de los gigantes automovilísticos europeos, PSA, cuya alianza, tras previos devaneos con Renault, se confirmó a finales del año pasado. Ambas compañías han anunciado recientemente que no pagarán el dividendo ordinario en 2020 correspondiente al año fiscal de 2019 a causa de la crisis sanitaria.
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