Aparcar en el centro de las grandes ciudades es algo hartamente complicado. Apenas hay plazas en las calles y las que hay son diminutas. Hay que dejar el coche en algún parking. Por lo general, una vez en el aparcamiento, uno espera poder recuperar su coche más tarde. Sin embargo, en un aparcamiento de Londres no ha sido así.
Mark Lucas dejó la furgoneta de su empresa en un parking robotizado del centro de Londres hace ya más de dos años. En todo ese tiempo no pudo recuperar su furgoneta y tuvo que pagar de su bolsillo cerca de 47.000 euros.
Cuando un parking robotizado se niega a devolverte tu furgoneta
Durante más de dos años, hasta 40 vehículos han estado atrapados dentro de un parking robotizado, dejando a los propietarios sin medio de transporte y sin dinero en el bolsillo. “¿Podemos recuperar la furgoneta?”, preguntó Mark Lucas al encargado del aparcamiento en 2022. A lo que éste respondió: “Lo sentimos mucho, pero no pueden, porque el sistema de apilamiento ha funcionado mal”, relató Lucas a la BBC.
Mark Lucas, copropietario de la carpintería HCS Furniture en Buckinghamshire, aparcó su furgoneta eléctrica Vauxhall Vivaro-e en Rathbone Square, un complejo de edificios cerca de Oxford Street, en diciembre de 2022. Al principio, se indicó que sería cuestión de semanas que se arreglase el parking y pudiesen recuperar su furgoneta, esencial para su trabajo.
A Lucas le aseguraron que le devolverían pronto su furgoneta, por lo que él y su socio, Steve Davies, decidieron alquilar temporalmente otra furgoneta eléctrica, necesaria para poder entrar en el centro de Londres sin pagar el peaje de acceso (la Congestion Charge y sus 18 euros diarios), a un coste de 800 libras (940 euros) al mes.
Pasaron meses, luego años, sin noticias. El parking seguía sin funcionar y la furgoneta seguía en las profundidades del sótano de Rathbone Square junto con otros 40 coches. Al mismo tiempo, tenían que seguir pagando la letra de la furgoneta que habían comprado a mediados de 2022.
"Tras alquilar durante un par de años, decidimos que ya no podíamos permitírnoslo, así que devolvimos la furgoneta de alquiler y pedimos otro préstamo para comprar una segunda furgoneta. En total, calculo que actualmente nos faltan unas 40.000 libras [47.000 euros]", explica Davies al medio inglés.
Finalmente, en abril de este año, dos años y medio después de haber sido aparcada por primera vez en las instalaciones, la furgoneta de Lucas y Davies volvió a la superficie. Y a pesar de haber pasado tanto tiempo sin moverse, la Vauxhall Vivaro pudo salir del ascensor por sí misma.
“Se encendió y tenía suficiente energía para salir por sí sola, lo que nos alegró mucho porque, de lo contrario, podría haber sido bastante incómodo”, declaró Lucas a la BBC. Tras salir del ascensor, la furgoneta fue cargada en una grúa para ser revisada.
El hecho de que la furgoneta eléctrica sólo tuviera seis meses cuando quedó atrapada en el aparcamiento jugó sin duda a su favor en ese aspecto. Coches más antiguos podrían tener las baterías descargadas o las ruedas desinfladas, neumáticos con flatspot (zona aplanada por no moverse) o incluso los frenos gripados.
Sin embargo, lo peor de todo es que desde que ocurrió ni el fabricante de la maquinaria del parking, ni la empresa encargada del mantenimiento o los gestores del parking pudieron ofrecer una solución o una ayuda a las víctimas. En el caso de Lucas y Davies sólo les quedó asumir todos los gastos de dos furgonetas con la imposibilidad de usar una de ellas.
En cuanto al reembolso de las molestias, todo sigue en el aire y se avecinan litigios con las aseguradoras de todos los implicados.
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Imágenes | Opel
